Capítulo 15

23 0 0
                                    


―Tengo una noticia buena y una mala ―dijo Adrián, cuando nos encontró a Aylen,Benjamín y a mí en el casino. Tomo asiento al frente mío. Al lado de Benjamín. ― ¿Cuál prefieres primero? ―pregunto. Deje a un lado el libro que hojeaba.

―La mala ―respondí, preocupada por lo que pudiera ser. Era jueves y aun no lograbaencontrar una forma para romper el hechizo. El tiempo se me acababa, solo me quedaba hasta el otro día. Todos lo sabían.

―Vengo de una reunión con mi jefe. Me pidió que renunciara ―dijo

― ¿¡Que!? ―exclamamos todos al unísono.

―Ya no hare las ayudantías ―dijo encogiéndose de hombros.

― ¿Pero porque? ―pregunte, sin entender cómo podían echarlo, si era excelente ensu trabajo.

―Eso no importa. ¿Ahora la buena? ―pregunto cambiando el tema.

―No, antes quiero saber ¿por qué? ―Me dio una larga mirada, y suspiro.

―Alguien le dijo que estaba teniendo una relación con una de misalumnas ―dijo sindarle mucha importancia.

―Pero ¿Cómo alguien lo supo? ―pregunto Benjamín ―Solo nosotros dos lo sabemos.Nadie más.

―Hay alguien más ―dije enojada. Buscando mi teléfono. Lo llamé. Adrián intentodetenerme, pero no se lo permití. Estaba furiosa.

―eres un maldito Sebastián ―dije apenas contesto.

―Vamos, solo era un incentivo para que vieras que hablaba en serio, y que tomes ladecisión correcta. Si la tomas, el vuelve a su trabajo, porque yo retiro la acusación. Así de simple ―dijo, y casi podía ver su sonrisa de triunfo.


―El plazo acaba mañana, retira la acusación. Si le haces algo, te mato. ―dije. Y antesde permitirle responder. Colgué

―No debiste hacer eso ―dijo Aylen

―Lo odio ―dije aun molesta ―Adrián lo siento muchísimo, esto es mi culpa.

―Aria, ¿me dejas darte la buena noticia? ―pregunto tratando de sonreír. Asentí demala gana. Se inclinó sobre la mesa y me beso.

― ¿Qué haces? ―exclame cuando se separó, mirando hacia los lados para ver sialguien nos había visto.

―Te beso, ya que no soy más tu ayudante, puedo estar contigo y dejar de fingir que nome importas. Además, ya había pensado renunciar, por lo mismo. ―dijo con tono calmado, y despreocupado.

― ¿En serio? ―pregunto Benjamín. Yo aún estaba pasmada por la noticia. Podríabesarlo cuando quisiera, y en frente de todos, sin sentirme culpable. Realmente era una buena noticia.

―Sí, dudo que me pudiera concentrar, y enseñarles bien. ―dijo con una sonrisa. Meincline a besarlo.

―Entonces, sí que es una buena noticia. ―dije sonriéndole. Volví a tomar el libro, nopodía perder mucho tiempo.

― ¿y eso? ―pregunto.

―Otro de los libros de Casia ―dijo Aylen. Habíamos decidido enviar a Benjamín laprimera vez, y luego a Aylen. Entre ellos se iban turnando para ir a casa de Casia, y probar cosas, plantear teorías y traer material de lectura que pudiera servirnos, mientras a mí me ponían al teléfono con altavoz. De esa forma habíamos evitado, que Sebastián notara que estaba tras la fórmula para romper el hechizo. Lo había encontrado un par de veces espiándome, por lo que a los libros le ponía la cubierta de algún libro de la carrera. Para que pareciera que estábamos realizando un trabajo.

Hilos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora