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— Cómo lo prometí, esta todo listo y demoro menos de una semana, todo por tener un padre tan increíble como el rey — Aseguró presumiendo el hombre que aquella mañana había dejado la corona sobre el escritorio, decidido a pasar las clases de monarq...

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— Cómo lo prometí, esta todo listo y demoro menos de una semana, todo por tener un padre tan increíble como el rey — Aseguró presumiendo el hombre que aquella mañana había dejado la corona sobre el escritorio, decidido a pasar las clases de monarquía que impartía a su hija como una sesión más hogareña y menos estricta para ella — Mañana mismo partirán ambos.

Miku escucho con atención dejando el libro sobre sus rodillas, mostró una sonrisa plana — Muchas gracias papá, Kaito esta muy emocionado con este viaje, quiero ver su cara cuando le diga que partiremos ya — Comentó pensativa y a la vez emocionada.

Definitivamente no quería perderse la sonrisa que el chico pondrá al decirle la noticia, inconscientemente ella amaba guardar aquellos detalles en su memoria.

— ¿Que hay de ti? — Su padre rompió la burbuja que había construido.

— ¿De mi? — Preguntó sin entender el contexto luego de volver en sí.

Su padre volvió a sonreír — ¿Estás feliz con este viaje?

— Ah, eso... — Miku balbuceó jugando con sus dedos — Sí, estoy... Muy emocionada y un poco nerviosa además, temo hacer algo mal o no ser del agrado del rey... — Susurró mientras su padre se sentaba junto a ella — Es... como un golpe a la ironía, nunca me preocupe de no agradable a una persona... pero esta vez me da mucha ansiedad. No quiero que hayan problemas entre Kaito y yo — Confesó apenada.

Su padre río — El viejo rey azul era un payaso, le encantaba hacer reír a sus invitados y recuerdo muy bien que cuando eran niños alguna vez me habló sobre la posibilidad de que ustedes se casaran, para ese entonces solo eras una niñita pero lo dejaste muy impresionada. Él te va a aceptar, y además te va a adorar. Te lo aseguro, ese hombre ama a su hijo más que nada en el mundo, y al verlo tan feliz no hay manera de que algo salga mal — Habló en un intento de tranquilizar a la princesa, ella sonrió.

Tal vez tenía razón, y solo ella se estaba preocupando de más, todo quien lo conocía describía al rey como alguien amable y bromista, muy blando en sus desiciones y muy unido a su hijo, con justas razones Kaito escribía a diario cartas para él, y pese a todo el trabajo de un monarca su padre respondia sin falta ni un solo dia...

Mientras ella durante toda su vida solo intentaba mantenerse lejos de los suyos...

— ¡Buen día! — Kaito gritó haciendo una entrada triunfal en su habitación, mientras Miku terminaba de alistar sus largas coletas, vio como el chico sonreía sosteniendo dos maletas, una en cada mano — Es un día muy bonito y perfecto para viajar — Exclamó mientras dejo las maletas y se acercó hasta besar la cabeza de su novia.

— ¿Alguien está emocionado? — Dijo en tono de broma. Kaito mantuvo el brillo en sus ojos, parecía querer saltar de un lado a otro.

— Discúlpame, es... Simplemente me alegra ver a mi padre y a mi gente después de muchos meses... Y además tú vienes conmigo. Eres todo lo que siempre quise — Soltó y diciendo aquello se acercó hasta tomar su rostro con ambas manos, acariciando sus mejillas con sus pulgares mientras beso a la princesa, uniendo sus labios en una suave y fugaz caricia .

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