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—  Ella no quiere salir de su cuarto majestad

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—  Ella no quiere salir de su cuarto majestad.

Fue el reporte que llego a los oídos de la reina, quien encerrada en su oficina no hacia nada más que pensar.

Todo lo sucedido se había extendido por todo el reino como pan recién horneado, los hechos ya estaban en boca de todos y no hay forma de frenarlos ni drenarlos de la cabeza de todos para que lo olviden.

Si tan solo hubieran huido sin más...

El hecho de que la nueva generación de reyes había sufrido una fatal emboscada no era lo único que circulaba, si no también el que la princesa y el príncipe alertaron a todos a tiempo y se quedaron a luchar, ningún pueblerino resultó herido, a cambio el príncipe fue atacado de gravedad y la princesa tiene heridas leves y magullones por todo el cuerpo.

Pero el pueblo ahora tiene a la princesa en un altar tan alto como nunca antes fue visto, tanto es su admiración por ella que los políticos han solicitado ya un cambio de corona aprovechando las circunstancias...

Pero con el príncipe muerto, las cosas cambiaran y se volverán irreparables.

La princesa lleva una semana encerrada en su habitación sin comer nada más que lo mínimo para no morir de inanición, y no deja entrar a nadie más que a su sirvienta quien entra y sale con bandejas de comida tan llenas como entraron.

— Miku dejo en claro que no desea ver a nadie reina — Rin quien era la única con el permiso de la princesa para entrar a la habitación le confrontó, aunque fuera algo insolente de su parte.

Una pequeña e insignificante sirvienta cuestionando las desiciones de la gran matriarca, pero ella no dijo palabra, en aquella ocasión se retiro.

— Sabes que no va a volver en una pieza — Fue lo que dijo la reina cuando el rey la cito a su oficina — Esto es grave, el único hombre que tu hija ha aceptado esta ahora muriendo en la clínica del reino azul junto con ese sirviente, Kaito Shion no va a regresar. Miku debe afrontarlo y tomar la corona de una buena vez ahora que el pueblo no está exigiendo a un rey.

— Cállate de una buena vez — El rey ordenó en voz alta — El chico volverá porque quiere a Miku, y no, no está muerto así que deja de ser insolente, es un príncipe de un reino grande así que no olvides ser cuidadosa con lo que dices — Le reprendió el rey cansado de todas sus palabras.

La reina ofendida guardo silencio.

— La corona no es tema ahora, ¿No lo entiendes? Sin Miku no hay más herederos, tu hija está muriendo de pena encerrada y tu solo te preocupas de que asuma el cargo. Sigue presionandola y arruinaras este reino tu sola cuando ella ya no quiera tomar el puesto de reina.

— ¿Que quieres que haga? — Preguntó luego de analizar lo que acababan de decirle... Sí, él tenía razón...

— Habla con ella, como su madre y no como reina, no le pidas nada solo dale tu apoyo. Créeme que le servirá de mucho — Fue el consejo que le dio antes de irse.

No cuentes con mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora