SECRETOS

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De regreso a la casa quedaban pocas personas por lo cual Arantza se disculpó y se retiró a su despacho, mientras Jano despidió a los que aún quedaba, subió a ver a Monalisa que ya estaba dormida, sin hacer ruido se sentó en la cama, acaricio su pálido rostro la amaba pero algo había cambiado esos últimos meses desde su regreso, fue a su habitación se ducho para acostarse pero después de dar vueltas y vueltas sobre la almohada pensando en las palabras de Arantza en la bóveda y imaginandose como sería volver a besarla después de tantos años, la culpa llego a el su esposa estaba muriendo y el pensaba en la elegida por las aguas, se puso de pie y sin hacer ruido bajo a la planta de abajo hasta que vio la puerta del despacho abierta y a Arantza recostada sobre los papeles, se acercó despacio con la intención de despertarla pero una caja sobre el escritorio llamo su atención, miro adentro y reconoció algunos regalos que el le había hecho a Arantza, piedras blancas y negras que ella adoraba un par de caracolas un libro que desconocía su procedencia pero al abrir en cada hoja había una flor seca, miro el rostro dándose cuenta que aún había lágrimas en sus mejillas, despacio guardo el libro cuando vio una tela blanca lo sacó con cuidado mientras un frío recorría su espina dorsal de adentro de la tela cayó un sobre al levantarlo reconoció su letra y la tela era un vestido roto y con mucha sangre.
__Muchacho que haces aqui__dijo en susurro Lía.
__¿Qué es esto?__pregunto mirando el vestido.
Lía se le acercó muy despacio, tomo el vestido de la mano de Jano y lo miro.
__Es el vestido que llevaba Arantza el día que su padre la golpeó __
__esto no fue un golpe Lía esto es atroz __
__lo fue para ella por eso lo guarda para no olvidar el día que le prohibieron ser madre__
__crei que el pueblo exageraba__
__le llevó mucho tiempo sanar las heridas de su cuerpo, aún le queda alguna que otra marca, pero lleva veintidós años intentando sanar su alma__
__ Lía __
__no diga nada muchacho sólo se lo que se ha dicho y lo que según Arantza afirma, entre ustedes aún no está dicho la última palabra__dijo guardando la caja en el lugar__llamare al tuerto para llevarla a su habitación __
__no es necesario yo la llevo__
__lo acompaño__
Lía camino adelante mientras Jano tomo a la mujer en sus brazos, era tan liviana y su olor llego a él, se sentía culpable por lo rota que estaba Arantza, aún después de tantos años no entendía como ella no lo olvido, acaso creía en esa loca idea de que el la amaría después de todo.
La depósito en la cama despacio la acomodó con mucho cuidado hasta que Lía llego con algo en la mano.
__Gracias muchacho__
El asintió y cuando quiso girar Arantza tomo su mano.
__Jano mi amor regresa __
Las palabras de ella eran dulce, esa dulzura que el no encontró al regresar, quitó su mano con mucho cuidado y la miro una vez.
__Buenas noches Lía __
Dejo la habitación de Arantza con su corazón desbordado de emoción, si el no la hubiese abandonado si tan sólo hubiese desistido pero ya no había marcha atrás, la joven que el había dejado se había vuelto ruda y fría, odiada por muchos y eso era su culpa, debía vivir con eso.

LÍA

Juraría que había visto amor en la mirada de Jano, ese hombre que tanto amaba Arantza la había mirado con amor, la vida se empeñó en
separarlos y aunque no aprobaba los planes de Arantza sabía que tarde o temprano el se iba a dar cuenta que la amaba.
Cubrió a Arantza con una sábana y la dejó descansar presentía que la vida sería justa con ella después de todas las lágrimas que había derramado por tantos años.
Para no agobiar a Arantza decidió esconder por el momento lo que había descubierto Jano.

ANCLADA AL MUELLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora