Cap14. Dorian

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Estaba en la barra, tomando bebidas sin parar. Y sabía por qué, lo que estaba bebiendo era Dama Blanca. Es una de las bebidas más comunes que utilizan los estúpidos de mente, los que quieres hacer de todo y después no acordarse de nada o bien los que quieren de verdad escapar de su cuerpo.

Lo peor de esa bebida es que tiene un componente, lo que a la vez le hace ver plateado, hace que te sepa a algo que te gusta demasiado y así no puedes dejar de beberlo. Era horrible verla, pidiendo una copa tras otra.

— ¿Cuando se supone que llegas tú y la frenas?— llevaba ya 4 copas vacías y apenas se acababa de sentar.

Damian me miró pero no contestó, se limitó a mirar y contener toda su rabia.

Amelia continuaba mientras conversaba con la chica del bar, era una elfa y parecía divertirse con el comportamiento de Amelia. En un momento Amelia fue a levantarse y antes de eso se calló al suelo a lo que Damian y yo nos agachamos para ayudarlo, algo obviamente inútil.

Un hombre la ayudó a levantarse llevándola a unos sillones algo alejados de la barra.

— ¿Estas bien?— preguntaba el hombre.

— Sisi,— Amelia arrastraba las palabras.— solo necesito una copa.— se levantó del asiento.

— Tengo algo mejor si te interesa.— ella se volvió a sentar.— ¿Sabes lo que es la trompeta de ángel?— Ella negó.

No me jodas...

Damian y yo sabíamos lo que era, sabíamos que podía causar, el pánico en nuestros ojos era bastante notable.

— Verás, es una flor. Se machaca y te produce..., Bienestar.

— De eso me falta bastante

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— De eso me falta bastante. ¿Ves a ese capullo de allí?— su dedo balanceaba en una posición.

— ¿Armand?

— Ese es mi tío, pedazo de capullo que me trae aquí. — Amelia se tumbó hacia atrás en el sillón.

— Osea que, eres hija...

— Sisisi, no lo digas más...estoy hasta las narices. Solo quería dejar a mi puto novio y volver a casa, pero no.... Tenía que ver aquel periódico.

— Esto te ayudará, ven y te enseño.

Amelia se incorporó junto con el hombre, sacó un polvo y lo puso en la mesa.

— ¿Sabes aspirar fuerte por la nariz?— Nonono.

Amelia asintió y entonces se limitó a hacer lo que él mismo hombre había hecho hace unos segundos.

— Eres un ángel,¿Sabías?— le acariciaba la mejilla.— Ojalá follarte cielito.

Damian echaba fuego de la rabia.— Como te encuentre hijo de la gran puta te voy a sacar toda la puta sangre que tienes en tu maldito cuerpo y después te quemaré hasta reducir tu cuerpo a polvo de tus propias cenizas.— Damian apartó la mirada después de sacar toda su ira.

Feroz - Bilogía «Indómito» {#2} ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora