Estaba en la barra, tomando bebidas sin parar. Y sabía por qué, lo que estaba bebiendo era Dama Blanca. Es una de las bebidas más comunes que utilizan los estúpidos de mente, los que quieres hacer de todo y después no acordarse de nada o bien los que quieren de verdad escapar de su cuerpo.
Lo peor de esa bebida es que tiene un componente, lo que a la vez le hace ver plateado, hace que te sepa a algo que te gusta demasiado y así no puedes dejar de beberlo. Era horrible verla, pidiendo una copa tras otra.
— ¿Cuando se supone que llegas tú y la frenas?— llevaba ya 4 copas vacías y apenas se acababa de sentar.
Damian me miró pero no contestó, se limitó a mirar y contener toda su rabia.
Amelia continuaba mientras conversaba con la chica del bar, era una elfa y parecía divertirse con el comportamiento de Amelia. En un momento Amelia fue a levantarse y antes de eso se calló al suelo a lo que Damian y yo nos agachamos para ayudarlo, algo obviamente inútil.
Un hombre la ayudó a levantarse llevándola a unos sillones algo alejados de la barra.
— ¿Estas bien?— preguntaba el hombre.
— Sisi,— Amelia arrastraba las palabras.— solo necesito una copa.— se levantó del asiento.
— Tengo algo mejor si te interesa.— ella se volvió a sentar.— ¿Sabes lo que es la trompeta de ángel?— Ella negó.
No me jodas...
Damian y yo sabíamos lo que era, sabíamos que podía causar, el pánico en nuestros ojos era bastante notable.
— Verás, es una flor. Se machaca y te produce..., Bienestar.
— De eso me falta bastante. ¿Ves a ese capullo de allí?— su dedo balanceaba en una posición.
— ¿Armand?
— Ese es mi tío, pedazo de capullo que me trae aquí. — Amelia se tumbó hacia atrás en el sillón.
— Osea que, eres hija...
— Sisisi, no lo digas más...estoy hasta las narices. Solo quería dejar a mi puto novio y volver a casa, pero no.... Tenía que ver aquel periódico.
— Esto te ayudará, ven y te enseño.
Amelia se incorporó junto con el hombre, sacó un polvo y lo puso en la mesa.
— ¿Sabes aspirar fuerte por la nariz?— Nonono.
Amelia asintió y entonces se limitó a hacer lo que él mismo hombre había hecho hace unos segundos.
— Eres un ángel,¿Sabías?— le acariciaba la mejilla.— Ojalá follarte cielito.
Damian echaba fuego de la rabia.— Como te encuentre hijo de la gran puta te voy a sacar toda la puta sangre que tienes en tu maldito cuerpo y después te quemaré hasta reducir tu cuerpo a polvo de tus propias cenizas.— Damian apartó la mirada después de sacar toda su ira.
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Feroz - Bilogía «Indómito» {#2} ✔️
FantasyDespués de un año de lo ocurrido, Amelia, continúa con la mejoría de sus poderes mientras disfruta de la pequeña paz que les dio la última batalla. Claro que, lo bueno dura poco, y después de asumir que debe tomar sus responsabilidades reales debe...