Después de un año de lo ocurrido, Amelia, continúa con la mejoría de sus poderes mientras disfruta de la pequeña paz que les dio la última batalla.
Claro que, lo bueno dura poco, y después de asumir que debe tomar sus responsabilidades reales debe...
Al final convencí a Damian para ir a Lookwood de nuevo, no iba a ser fácil pero se intentaría.
Esperaríamos a la noche y haría alguna distracción con tal que pudiéramos pasar, prender fuego al castillo no estaba en mi mente pero hacer una mini brasa podría servir.
Pero antes de todo quedaba toda la tarde de espera, estuve por el castillo dando un paseo y llegué al jardín, ahí estaban todos trabajando para que se viera precioso y nadie parecía prestarme atención. Continué por un camino de piedrecitas puestas sobre el césped.
Después de seguir ese camino llegué a un lago donde en el medio había una pequeña arboleda y un edificio de mármol blanco en el centro.
- Majestad.- un jardinero me pilló por sorpresa.
- Lo siento, no pretendía cruzarlo.
- Ahí está su madre, enterrada. Ese edificio es su tumba.- me quedé mirando el edificio.- Debería ir.
- Gracias.- le agradecí y volví a retomar mi camino.
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Atravesé la puerta y había un ataúd de mármol y ramas cubriéndolo. En el había su nombre esculpido en la piedra.
Me arrodille ante el.
- Siento que por mi culpa tuvieras que morir.
- Fue mi destino.- levanté la viste viendo una especie de espectro, era extraño pero no tenía miedo.- Al igual que tú encontrarás el tuyo.
- ¿Eres...?
- Tu madre, Anjana. - me levanté quedándome a la misma estatura que ella.
- Dices que fue tu destino pero no es así, ojalá no hubiera sido así.
- ¿Por qué? Mírate,- me señaló un espejo que estaba oculto entre raíces que salían dr la pared.- ¿Cuál es tu destino?
- Ser reina de Wingston.
- Pero, ¿Estas lista para ello?- No sé que pretendía pero me estaba poniendo nerviosa.
- Eh...si, bueno supongo.
- ¿Por qué tienes dudas?
- Pues tengo bastantes cosas en la cabeza como las...
- ¿Las?- me estaba matando está conversación.
- Las piedras. Siento que podría ayudar a todo la gente con ellas, si de por sí tengo mucho poder imagínate lo que podría hacer con ese poder. Todo sería mucho mejor.
- ¿Segura? Creo que te exiges demasiado, Amelia deberías saber que estás siendo corrompida.
- ¿Qué? Eres otro truquito de los de Gideón ¿Verdad?
