Llevábamos esperando varias horas, nadie aparecía y estaba todo siniestramente en silencio. Mi paciencia no aguantaba más y fui a ver a Damian, quería saber que cojones íbamos a hacer y sobre todo quería hablar con Dorian y sobre lo que había dicho antes. En conclusión quería aclarar todo.
— ¿A dónde vas?
— Voy a hablar con Damian.
— Dilan.— giré mi cabeza para volver a ver a Devon.— No están.
— ¿Cómo?— fruncí el ceño.
— Querían averiguar sobre Amelia y han entrado en un recuerdo de Damian.
Resoplé para que se notara que me jodía, sobre todo el echo de no contármelo.— ¿Y cuando regresarán?— Devon se encogió de hombros a lo que puse los ojos en blanco y me eché las manos a la nuca.
— Lo siento.
— Que les jodan, saben que tenemos cosas más importantes.— notaba la ira brotar dentro de mi.— Y aún así se van, sin decir nada. ¡Joder!
Me dirigí hacia el patio trasero, Devon se quedó en las escaleras sentado mientras trataba de no transformarme por toda la rabia que estaba sintiendo. Joder, esta mierda me superaba.
Me senté en el suelo mirando hacia el bosque, cerré los ojos intentando tranquilizarme aunque fuera difícil.
En ese momento, ese pequeño momento de calma, empezó a vibrar mi teléfono. Antes no tenía móvil pero Laia me lo dio para poder tener mejor contacto en diferentes reinos.
— ¿Dilan?— como era de esperar era Laia.
— Si, soy yo. ¿Qué ocurre?
— Di-an, ha ve-do Am-ia. — se cortaba constantemente su voz. Hablaba desesperada y muy rápido.
— Laia no se entiende nada, habla más despacio.
— Ame-a, est- ye-do pa-a ya.
— ¿Que Amelia viene?
— Si-i, corr-ed.— en ese instante se cortó la llamada.
Me levanté yendo rápido a por mi hermano que seguía en las escaleras.
— Amelia, ya viene.
— ¿Cómo lo sabes?— Devon se quedó extrañado mientras me seguía hasta la biblioteca.
— Laia, me lo dijo ella.— hice una pausa dándome cuenta de la situación— Creo que ha conseguido la piedra del fuego.
Tanto a Devon y a mí se nos heló la sangre y nos pusimos tensos a la vez que miedosos. No sabíamos la cantidad de poder que podría tener ahora mismo.
Los dos nos quedamos mirándonos delante de aquella puerta.
— ¿Crees que sabrá cómo conseguir la nuestra, y bueno la suya?— pregunté.
— Si no lo ha hecho antes... No podrá.— Devon contestó seguro de sí mismo.— Espero.
Hubo una luz potente proveniente de él exterior, color violeta y desprendiendo un potente calor que hacía que te quemará la piel de solo sentirlo. La luz menguaba hasta ser un pequeño brillo en sus manos.
— Amelia...— susurré ligeramente.
— Dilan y Devon...¿Dónde están los demás?
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Feroz - Bilogía «Indómito» {#2} ✔️
FantasyDespués de un año de lo ocurrido, Amelia, continúa con la mejoría de sus poderes mientras disfruta de la pequeña paz que les dio la última batalla. Claro que, lo bueno dura poco, y después de asumir que debe tomar sus responsabilidades reales debe...