Volví con los chicos, Dorian estaba bastante borracho riéndose con Duncan quien le miraba indiferente a todo lo que le estaba contando.
— Quiero irme ya.— Dorian me miró para después mirar de nuevo a Duncan y empezar a descojonarse.
— Este tío es imbécil.— dijo Duncan mientras se levantaba de su asiento acercándose.— ¿Ha pasado algo?
— No...bueno sí, pero no quiero hablar de ello ahora. Solo quiero irme, no quiero volver a verle.— Duncan miró a Dorian que estaba prácticamente dormido en la barra.
Devon apareció detrás de la barra y estalló una botella enfrente de la cara de Dorian quien se levantó del tirón para caerse de la silla y acabar en el suelo.
— Vuelve a hacer eso y te juro qu-
— ¿Qué, me vas a pegar?— Devon contestaba a Dorian mientras se apoyaba en la barra apoyando su peso en un brazo y marcando sus venas.— Levántate y actúa como un chico mayor,¿Quieres?
Dorian se levantó echando un humo y todos volvíamos a colocarnos como hicimos al principio. Cerré los ojos adelantándome a que me cegara la luz y cuando volví a abrirlos estábamos de nuevo en casa. Miré la hora y eran las 3am.
— Fue divertido mientras duró.— decía de nuevo Dorian echándose en el sofá.
— No todo ha sido bueno.— Duncan me miró, sabía que no estaba bien pero necesitaba mi espacio.
— Yo... Iré arriba necesito pensar.— caminaba hacia atrás y mientras cruzaba los brazos subía las escaleras mirando cada paso que daba como si tuviera miedo de dar un paso en falso.
Cuando llegué a la habitación cerré la puerta y me eché en la cama.
— Entonces... Mateus.— Suspiré — Ese imbécil estuvo conmigo solo por interés.
Después de un rato más tranquila empecé a juguetear pasando una llama por mis dedos, lo solía hacer a menudo. Mirar la luz me relajaba y además siempre me pareció algo fascinante.
Con la tontería del fuego me quedé dormida. Tuve un sueño bastante raro, era yo en la discoteca de aquella noche y en el mismo reflejo que me dió vi una sombra, pero demasiado distorsionada. Me levanté con la respiración agitada, miré la hora y aún eran las 5am.
Me levanté de la cama con intención de ir a beber agua, el suelo estaba frío y no quería tardar demasiado. Abrí la nevera para echar agua en un vaso cuando una luz empezó a brillar en el pasillo, era una luz extraña pero la verdad, estaba acostumbrada... Cosa que daba bastante miedo.
Seguí en trayecto de la luz, iba hacia la biblioteca y relucía debajo de la puerta escondida, por la que bajabas al sótano.
Abrí la puerta con algo de memoria y bajé las escaleras, me topé con el mismo cuadro que me enseñaron los chicos y bueno “ Cori”. Me quedé observándolo, a el cuadro y la chapa de abajo.
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Feroz - Bilogía «Indómito» {#2} ✔️
FantasyDespués de un año de lo ocurrido, Amelia, continúa con la mejoría de sus poderes mientras disfruta de la pequeña paz que les dio la última batalla. Claro que, lo bueno dura poco, y después de asumir que debe tomar sus responsabilidades reales debe...