C a p í t u l o - 2 2.

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WuXian avanzaba con prisa por el palacio en busca de Lan WangJi, esperaba encontrarlo antes de la cena con el rey GuangShan. A medio camino terminó topándose con Xiao XingChen, usándolo a su favor preguntó de forma directa.

—XingChen—llamó con voz cargada de apuro—¿Has visto a Lan Zhan?

El beta suspiró: —¿Cuántas veces te he dicho que te dirijas con respeto hacia él?

—XingChen sólo responde, por favor, es importante—insistió WuXian sin tiempo para ser regañado por su falta de modales y terquedad en omitir honoríficos cuando se trataba del alfa.

El beta se removió un tanto incómodo, aclarando su garganta comentó: —Está en una cena importante con los Jin.

WuXian bufó al saber que había llegado tarde. Por detrás MianMian y Wen Ning aparecían, se veían aliviados de por fin haber encontrado al inquieto omega. Se suponía que la energía de las personas embarazadas usualmente era drenada con más facilidad, pero a WuXian mientras más problema tuviera más vivaz se volvía. Aunque eso no era precisamente saludable, no cuando eran los nervios lo que le impulsaban a moverse de un lado a otro.

—Será mejor que regreses a tus aposentos—recomendó XingChen sin verle y dispuesto a seguir con lo suyo.

El omega sólo se quejó de voz baja mientras regresaba a su habitación. Ya no había nada que hacer por el momento. Se sentía tan frustrado, ¿cómo podían estar tan impuestas las personas de los palacios a esperar hasta que alguien ajeno les diera autorización de hablar?

Nada de eso le estaría pasando si hubiera huido con su padre. Si estuviera con su madre. ¡Si no lo hubieran secuestrado!

Wei WuXian ya no sabía ni que pensar.

Ahora debía averiguar lo que tramaba una loca mujer del harén e investigar sobre Jin XuanYu y las desesperadas intenciones de Jin GuangShan para juntarlo con Lan WangJi. Ese chico estaba siendo arrojado a los lobos por su podrido padre, era increíble de creer y tan desagradable.

—¿WuXian?—le llamó MianMian mirándole mientras iban rumbo a la habitación del omega. —No te ves muy bien.

—Estoy pensando en Jin XuanYu—WuXian tenía las cejas fruncidas y su boca era una línea recta, en su mente repasaba el encuentro entre los Jin y él.

—Tranquilo, Lan WangJi se hará cargo—alentó la beta con simpleza.

WuXian bufó, de nuevo debía dejar todo en manos de Lan WangJi. A ese paso podría construir un nuevo palacio si le dieran una moneda cada vez que le decían eso.

Wen Ning llamó la atención de WuXian y le sonrió. —Lo más seguro es que vendrá a verte en cuanto termine.

—No es por eso—dijo WuXian, su perspectiva de la relación de los Jin con el reino de GusuLan había cambiado radicalmente. —Creo que ahora comprendo porque el príncipe Jin no quiere volver a LanlingJin.

Si él hubiera tenido un padre que lo ofendiera y golpeara, además de usarlo para beneficio propio, lo más posible es que él también hubiera intentado escapar casándose con alguien como Lan WangJi, pues el alfa sería respetuoso incluso si no hay sentimientos involucrados, le trataría como una persona para empezar. Toda esa desesperación por parte de Jin XuanYu para permanecer en el palacio tenía sentido ahora. Siempre fue tan obvio y nunca lo notó.

WuXian se quedó parado a medio pasillo, su acción obligó a sus dos acompañantes a frenar sus pasos y mirarle.

—¿Qué ocurre?—MianMian se acercó buscando algo explicación.

El omega sentía la necesidad de contar a alguien más lo que había presenciado, debía saber si incluso en las familias de la realeza esa clase de acciones eran normales u ofensivas. Él claramente estaba en contra, y jamás podría apoyar una actitud como esa, pero reconocía que no podía hacer mucho desde su posición, si intentaba algo lo más seguro es que solamente le causaría más problemas a Lan WangJi. Y estaba cansado de ser una carga.

Omega en el HarénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora