C a p í t u l o - 3 7.

5.2K 726 283
                                    

Wei WuXian fijó su vista en el camino, la ruta ya trazada por viajeros estaba unos metros por delante, la lógica de cualquiera indicaría que esa era la mejor vía para seguir cruzando el bosque, pero WuXian tenía otros planes.

Casi se cumplía una semana y media desde que inició su viaje a las tierras Jin, al no poder viajar por agua tuvo que tomar el camino más largo por tierra, bordeando lo mejor posible a Yunmeng y manteniéndose lejos del peligro.

Tal como pidió el Nie HuaiSang, WuXian fue escoltado por dos guardias en su viaje, justamente el guardia joven imprudente uno de ellos, estos supuestamente debían de protegerle, pero siendo honesto sólo eran una carga más. Se notaba que no estaban impuestos a traslados tan extensos, volviéndose un fracaso cada vez que intentaban hacer algo por el omega, desde conseguir agua o buscar un lugar para pasar la noche, pero WuXian era paciente y les decía que hacer y que no. Sus intenciones eran buenas, como la vez que intentaron darle bayas silvestres, casi terminan comiendo fruta venenosa, de no ser por WuXian que les obligó a escupir las bayas, el par de guardias ya estarían muertos.

Lo bueno es que los guardias cumplían sin rechistar sus órdenes, al principio dudando del omega y sus capacidades, conforme notaron su tenacidad permitieron que Wei WuXian se volviera el guía, una singular admiración por él comenzó a surgir.

Al llegar al punto de desviación que conocía, Wei WuXian desvió a su yegua hacia un camino no trazado.

—Majestad, recomiendo tomar esta ruta —dijo uno de los guardias, inseguro de hacia dónde se dirigía el omega.

A pesar de su actitud algo renuente a seguir avanzando, el omega no frenó su paso.

—No, hay que mantenernos lo más alejados posible de Yunmeng Jiang —respondió WuXian—. Hay otro camino que podríamos tomar.

El guardia más joven sacó un mapa tratando de ubicarse. —Jamás he cruzado por ahí.

Su compañero negó. —Yo tampoco.

—Pues yo sí, ahora andando—. WuXian bufó silenciosamente para sí mismo, de haber sabido hubiera insistido al príncipe HuaiSang de dejarlo ir solo.

Sin más remedio, los hombres bajaron la cabeza y asintieron obedientemente, ni siquiera cuestionarían cómo un omega de la realeza sabía tanto de esas cosas. —Como usted ordene.

Ya estaban cerca del reino Jin, en verdad era poco probable toparse con alguien de Yunmeng, aun así WuXian no se arriesgaría. Tenía prisa por llegar, HuaiSang le había dicho todo lo que sabía sobre LanlingJin y como habían cortado toda comunicación desde hace un tiempo.

El sol estaba en su punto más alto cuando Wei WuXian y su escolta llegaron al pueblo principal de LanlingJin. Se notaba una diferencia abismal comparada con el reino QingheNie, si bien había vigilancia, no era tan estricta y la gente no tenía aspecto sombrío, la crisis de la guerra aún no golpeaba al pueblo Jin, aunque sí había una sensación peculiar.

Apenas se adentraron una escolta imperial los detuvo, se veían curiosos, ya que reconocieron el emblema de los Nie en los soldados que acompañaban a WuXian, por lo que fueron cuidadosos.

—¿Motivo de su visita? —preguntó el soldado Jin al Nie.

—Venimos desde QingheNie, estamos escoltando al consorte del príncipe Lan WangJi.

Con eso se fijaron en WuXian, quien tenía mirada apacible y postura recta, ya a sabiendas de que no sería denegada su entrada.

Al toparse con un miembro de la familia real, los soldados no tuvieron más remedio que hacerse a un lado para guiarlos con alguien de mayor autoridad. —Vengan con nosotros, por favor.

Omega en el HarénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora