Himeko Ryohei, una chica de 19 años, que ha vivido bajo la sombra de uno de sus hermanos.
Conoce a un chico muy interesante de cabello semigris en un mundo alterno, un mundo siniestro.
Él es un joven que no sabe lo que es querer ni lo que es ser...
Había pasado la noche con mi hermano, me desperté mucho antes que él, pero no era tan temprano por suerte, no quería ir a la reunión de ejecutivos y no iba a ir, decidí buscar a Usagi.
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Fui a mi habitación para darme un baño y cambiarme de ropa, y esta vez si me puse la chaqueta de Chishiya, era la única que tenía, además, lo extrañaba.
Llegué a la habitación de Usagi y cuando entré todo estaba hecho un desastre, las plumas de las almohadas por doquier, los sillones de la sala estaban tirados al igual que los cojines, la mesa de noche estaba rota, todo estaba destruido.
No obstante, Usagi no estaba adentro, pero vi una pequeña nota sobre el escritorio, el cual sorprendentemente, estaba intacto.
"No pude destruir tu habitación porque tiene seguro, pero si la de tu amiga, pronto iré por Kuina si no dejas a Chishiya en paz -H"
Joder, la ira corría por mis venas y mi sangre hervía de rabia, no quería ser tan drástica con la rubia esa, sin embargo, no me dejó otra opción.
━¿Qué pasó?━ preguntó Usagi entrando a la habitación, me giré pasa mirarla, mi hermano también estaba ahí, observando todo.
━Vine a buscarte━ respondí con la cabeza baja━ sin embargo, esto ya estaba así y es mi culpa.
━¿Tu culpa?━ preguntó Arisu.
━La chica rubia, Hannah. Quiere joderme la vida━ contesté dejando salir un suspiro pesado━ Mi habitación es intocable y ha venido por las personas que quiero, cayó muy bajo.
Los dos se dedicaron a observarme mientras recogía algunas pequeñas cosas de la habitación para ir ordenando, levanté los muebles y ordené la pequeña sala que era lo más sencillo.
━Himeko no te preocupes, yo lo hago━ me dijo Usagi mientras se ponía a ordernar también.
Verla a ella arreglando este desastre que fue ocasionado por una estúpida perra me daba mucha más rabia.
━No, Usagi. Esto no se va a quedar así.
Salí de su habitación hecha una furia y caminé directo hacia el comedor, sabía que esa perra estaría esperándome ahí para restregarme en la cara lo que le hizo a mi amiga.
Al llegar, busqué rápidamente con mis ojos y la encontré, sentada al lado de Chishiya, y frente a Kuina, quien me miró.
Su cara de Kuina, era entre un "perdón" y un "¿Qué vas a hacer?".
