Al pasar cinco años, la era del despertar los azota. Base que da por finalizado el tormento de Gamba, mujer de una deidad inexplicable por debajo de la tierra; ella quién es vencida por la temible catana roja, crea aún más controversias incluso desp...
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Entretanto que Airén se ubicaba bajo la seguridad de su "amo" no dejaba de pensar en cómo desahuciaron a Grice y quien sabe dónde se encontraría Will.
—¿Por qué no lo has traído contigo?, ¿qué cojones crees que haces?
Aunque su cuerpo no coopera para defenderse, reta al joven frente a él, le observa con descaro desde donde se encontraba, debe ser que no ha comprendido de qué se trata este juego.
Natte se colocó sobre sus pies, era más o menos la cuarta vez que lo hacía desde que el chico llegó, a este paso, terminaría comiendo su cuerpo si continuaba interrumpiendo su trabajo. Airén se encogió al sentir tal presencia caminar hacia donde se encontraba, entrecerrando sus ojos.
—Eres bueno reprochando, pero, de ti no recibo más que lamentos. —La palma de su mano sostuvo su mentón mientras se aseguraba de jugarle a las miradas que ambos tenían—. No nos interesa que le suceda, ya hizo su parte, nos dejó adentrarnos en Kamphra y eso se le agradece. Sin embargo, no son más que una bola de imbéciles que solo pueden lamer su propia orina del suelo, ¿qué te hace pensar que son importantes para nosotros?
—Sin nuestra ayuda, no son nada. —Natte encorvó una ceja— ¿o estoy equivocado?
—Los humanos siempre se fallan, querido Airén. Nunca dependemos de seres tan débiles. Te repito, ¿qué te hace pensar que has sido de utilidad para entes tan poderosos? —dijo en un tono burlesco—. Solo le ofrecimos una bolsa de empleos y nos dejamos guiar por las emociones que sentían, envidia, odio, rencor, venganza. ¿Quieres que continúe?, ¿o ya has comprendido? —Esta vez su mirada estaba alejada de él y ahora podía evitarlo a toda costa. Natte sonrió—. Eso es, parece que has comprendido.
El joven se giró reanudando su trabajo. Desde las profundidades de Kamphra ha podido escabullirse en medio del caos para así darle continuidad a lo que se le pidió.
Parte de su plan se estaba viendo defectuoso, ante el poder que emerge de su interior, percibió como un par de inquilinos rebosaban alrededor de la guarida donde permanecía con Airé.
—¿Qué significa esto?
Para cuando Natte decidió colocarse sobre sus pies e indagar en los intrusos, la base comenzó a desmoronarse, él reaccionó tarde. Ante aquello no supo cómo levantarse, los escombros yacían adornando el espacio de su despacho.
—¿Y esta mierda que es ahora?
—¡Vaya! Tremendo lugar de trabajo. —exclamó uno de los intrusos— ¿Me explicas que son esos pilares de cadáveres detrás de ti? —Natte alzó ambas bazas con una pequeña sonrisa, a lo que el joven sacó la espada—. Estoy siendo demasiado paciente.
—Me causa fatiga responder. —se defendió Natte.
—Oye, hermano, no fui atacado por una docena de demonios antes de llegar aquí por nada. Es por tu bien, solo dinos un poco de se trata esto. —se quejó el segundo chico que desconocía.
