Al pasar cinco años, la era del despertar los azota. Base que da por finalizado el tormento de Gamba, mujer de una deidad inexplicable por debajo de la tierra; ella quién es vencida por la temible catana roja, crea aún más controversias incluso desp...
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DENZKA
—¿Qué es esto Airén? Llegas tarde, a un día importante. —Drýs, una soldado de élite, molesta con las pocas ganas de laborar del inservible, se levantó contra él refunfuñando—Debes escoltarla, Darius está a los alrededores.
Drýs divisó a la dama, quien caminaba en silencio a su lado. El inoportuno de Darius ocupó estar a la diestra de la soldado.
—¿Le has puesto el ojo, no es así?, esta mañana supuse que no había despertado a tiempo por algún tipo de incidente. —confesó Darius.
—¿Lograste averiguar de que trataba? —Darius negó.
—Opine que te tendría más confianza.
—¿Qué? ¿por qué?
—No lo sé, su abuela fue tu maestra, debe haber algún tipo de conexión.
—Ah, no, no, no, pensé lo mismo una vez le conocí, pero, digamos que solo tenemos relación de jefe-empleado.
—Comprendo, pero no despegues tu ojo de Airén.
Y el momento anhelado llegó. Ella dio su aburrido discurso escrito, uno el cuál era representativo abarcar gracias a la tradición de su clan, sin embargo, hubo un momento dónde permaneció en silencio con la hoja en mano.
—Lamento el inconveniente, mejor hagámoslo de una manera práctica. —Alzó sus vestidos para así tomar asiento en el borde del panel donde se encontraba y así mirar desde aquel punto de vista con mejor exactitud a su pueblo—. Aitte una vez confesó que el puesto era digno de ser tomada por una mujer. Pero no una común, sino por aquella llamada Aitara Aménno. He tenido tantas cosas en mente, y por ello delante de ustedes me concierne preguntarles: ¿Confían en la mujer que tienen ante sus ojos?
De pronto el silencio se tornó en un ambiente de confusión. Aitara estaba consciente de que no era perfecta en el puesto. Sin embargo, se ha esforzado para que las cosas marchen como deben ser.
—Drýs, ¿qué está haciendo? —Darius confundido, analizó la postura de la dirigente, observando a Drýs de cierta manera, quién pidió que guardará silencio.
—Es usted quien ha hecho de Denzka un mejor país. Díganos, señorita Aitara, ¿confía en nuestras palabras? —Un ciudadano habló, y las demás personas se sintieron conforme con lo que expresó:
—Es aquella mujer quien nos ha librado de distintos ataques, ha sido considerada e incluso la más fuerte de todas —eso sin contar que el antiguo gobernador fue su padre, y el anterior al mismo Norman—. Sin duda hemos depositado nuestra confianza en usted, ¿por qué se muestra tan obstinada de repente?
La chica se colocó sobre sus pies tras escuchar aquello, sin duda alguna el pueblo estaba seguro de quién ante ellos.
—¿Aunque fuera una persona inoportuna? —La duda se ha centrado, el país comenzó a murmurar, Aitara continuó—. Pueblo de Denzka, soy mujer frágil, y por ello quiero que ustedes conozcan la verdadera razón de por qué me he llegado a tal puesto. Muchos se han preguntado que ocurrió con el clan de asesinos conocidos como los Begger, quien fue dirigido de buena manera bajo mi supervisión por Dalh Begger, joven que murió en batalla hace años. Al igual que de aquel llamado cómo el sucesor prodigio, Aitte Aménno.
