Olor

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Kuroko abrazó a su amigo tratando de consolarlo por lo pasado con lo de su ahora ex novio que se había marchado furibundo del lugar. Miraba de reojo a Akashi furioso, estaba seguro de que toda la culpa la tenía él.

―Lo siento Kuroko-kun, siento que arruine tu vida también. ― Mencionó Furihata tratando de separarse del abrazo ajeno. ―No quiero tu consuelo, no lo merezco...

―Que dices, nada de esto es tu culpa.

―¡Pero estaba entrando a mi etapa de celo! ―Le angustiaba que lo viese completamente como la victima―Ni siquiera debería haberme quedado solo con Akashi-san, era arriesgado.

Kuroko niega sintiéndose completamente culpable al escucharlo.

―No, fui yo el tonto, debí haberme marchado contigo para ver que llegaras bien a casa. Después ido a hablar con Sasaki-kun, así nada de esto estaría pasando.

―Mi intención era ayudar a Furihata Kōki, Tetsuya. Nunca quise atacarlo.

La mirada con ojos celestes de Kuroko era fría, estaba completamente enojado con el Alfa, fuese como fuese el asunto, el Alfa se supone que es el que debe poner el freno a sus instintos. O al menos eso creía de Akashi, que era un Alfa más evolucionado, que no era el típico animal que se dejaba llevar por sus instintos primitivos, pero estaba equivocado.

―Como sea Akashi-kun, ahora tienes que hacerte cargo de Furihata-kun. Cuidarlo, velar por su seguridad, cuidar al niño que seguramente esperan y casarte con él. ― Puso a Furihata frente a él, quien también miraba molesto a Akashi y a la vez pensaba que ya nada en su vida podría ser bueno de ahora en adelante.

Akashi puso una mirada altiva mirando a Furihata de pies a cabeza, pero negando luego con un suspiro.

―No me puedo casar con él. No lo amo. ―Ni siquiera estaba seguro de como termino acostándose con él. Apenas si lo conocía.

―Y yo amo a Sasaki-kun, no quiero casarme con Akashi-kun. ―Miro a Kuroko casi como suplicándole. ―Tu debes de ser su Omega, yo le tengo miedo...

―Tanto miedo no creo si pud―El de ojos celestes le hizo callar al de ojos color rubí solo con la mirada en ese instante. ―Yo no creo que sea bueno forzar esto.

Furihata no supo cuando impulsivamente fue arrastrado por Kuroko fuera de allí llevándolo a una cafetería lejos de Seijūrō quien los miraba algo atónito. 

Luego ambos Omegas estaban en un magi burguer

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Luego ambos Omegas estaban en un magi burguer. Kuroko para variar tomaba una malteada de vainilla mientras Furihata solo había pedido unas papas. Este último ni siquiera estaba seguro de lo que iba a decirle su amigo.

―Escúchame Furihata-kun, es mejor que tú y Akashi-kun formalicen. Si lo hicieron y estas marcado, lo más probable es que estés esperando descendencia, ese proceso es muy duro para un Omega y tu instinto te pedirá, te gritará prácticamente que busques al Alfa que te embarazó o un Alfa que sea el adecuado para ti. No creo que Sasaki-kun quiera hacerse cargo de ello. Tengo la certeza que al parecer cree que tu sedujiste a Akashi-kun.

― No, no quiero estar con un Alfa, ni siquiera quisiera tener a un niño―Le preocupaba de igual manera que, aunque los eventos fueran confusos se culpara a una parte o la otra de quien sedujo a quien―Esto fue un accidente, digo, no recuerdo casi nada, solo que veía a Akashi-kun llamaba a alguien y luego... no sé.

―Seguramente sus hormonas o la "voz" de Alfa te ordenaron olvidar aquello.

Kōki se aterró en esa posibilidad, aunque en la mirada de Akashi se veía inocencia al parecer podría estar mintiendo.

―No, no sé. No quiero pensar en aquello.

―Yo tampoco quisiera pensarlo, pero realmente siento que desconozco a Akashi-kun después de saber esto. ―Bebía de la malteada con la cabeza baja y Kōki se sintió mal por él, después de todo Akashi estaba a punto de casarse con este. Así como Furihata se casaría con Sasaki antes de todo ello.

Quería llorar de la frustración, pero en cambio empezó a comerse las papas rápidamente. Trató de recordar como fue el asunto, pero lo que más podía recordar de Akashi o de algo que tuviese que ver en ese instante en que tuvieron sexo, no eran imágenes mentales, ni sonidos: Era un olor entre cítrico, mezclado con rosas y fresas con otros olores que no sabría describir. Algo salvaje pero dulce.

Era un buen olor. Delicioso, insinuante, excitante.

Se abstuvo de recordar más, porque sentía que ese olor haría que se excitara en ese instante y sería muy vergonzoso a la par de que le haría sentir más culpable por excitarse al recordar el olor del Alfa que fue hacia nada el prometido de su mejor amigo.

Pero de recordar algo más aparte de aquel olor fue imposible.

―No recuerdo que Akashi-kun haya hecho nada indebido, quisiera en verdad recordarlo, pero no hay nada en mi mente de momento.

―Está bien, no te dije que te fuerces a recordar. Te digo que lo mejor para ti por ahora es juntarte con Akashi-kun.

―No puedo...¡¡Tú lo amas!!

―Aunque así sea ¿Sabes? El jamás tuvo un despertar de Alfa conmigo, jamás pudimos concretar algo a pesar de que lo deseábamos, pero tú...―Miro a Furi y este notó el dolor de sus ojos― ¿Por qué? Pienso en que tal vez soy un Omega defectuoso que no puede excitar a nadie.

Furihata negó.

―No creo que sea ello, seguro que si hubiesen estado juntos después logrado...

―No. Estoy seguro ahora que no y eso es lo que más me duele. Akashi-kun nunca fue para mí.

Ambos no dijeron nada más en ese instante, el dolor era punzante en los corazones de ambos. Terminaron de consumir sus cosas y se largaron de allí cada uno a sus casas, pero a medio camino Akashi lo interceptó con su coche y metió adentro a Furihata sin preguntarle.

―A partir de hoy vivirás conmigo Furihata Kōki, ya me contacté con tu familia y están de acuerdo.

―¡¿EEEEEEH?!


 Hace tres días atrás

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Hace tres días atrás...

El olor de Furihata estando en celo llegó a la nariz de Akashi antes de que pudiera darse cuenta mientras sostenía el celular en la mano, expeliendo a su vez feromonas de Alfa que hicieron que Furihata quedara con las palabras en el aire al percibir tan agradable aroma, liberando a su vez a propósito esta vez en su instinto Omega las propias para seducirle.

Uno de los ojos de Akashi cambio de color con su Alfa interno despierto, ordenando que se apuraran en traer el coche, mientras se acercaba a Furihata para atraerlo hacia él, olerlo debidamente cuando cortó la llamada. Sus encías empezaron a incomodarle y sonrió.

Ese chico era su Omega. Solo él podía serlo.

Le mordió por primera vez manteniéndolo bien sujeto para que no escapase, sin embargo, el Omega se aferró más a él. Perfecto, nadie se acercaría a ese chico otra vez, sería solo suyo.

Aunque el Omega despedía feromonas que pedían follarlo de una vez, Akashi no era un Alfa cualquiera y su parte dominante interna sabía que tenía que llevar a su Omega a un lugar adecuado, ese sería su hogar. Sin embargo, besó a este reiteradamente mientras esperaban el coche, mientras estaban en este y mientras llegaban a la mansión donde pidió no ser molestado por ningún motivo.

El personal no dijo nada porque estaba con un Omega que no era la persona con la que hacía unos días le propuso matrimonio, en verdad no quisieron perturbarle, porque tenía un aura sumamente salvaje y peligrosa para cualquier ser vivo que le molestase.

Una vez en la habitación devoro los labios ajenos nuevamente, esta vez frotando su cuerpo contra el Omega que gustoso movía las caderas por encima de la ropa.

El Alfa interno de Akashi volvió a esa sonrisa amplia relamiéndose. Tenía a un chico muy lindo que ahora sería solo suyo, pero para estar seguro de que se notara su marca lo mordió una vez donde antes lo había mordido mientras destrozaba la ropa ajena que le impedía disfrutar a ese precioso Omega, la propia se la retiro con rapidez luego.

Eres mío, completamente mío Kōki y a partir de hoy tendrás a mis cachorros. Masturbó con energía el pene ajeno sintiendo el propio cada vez más duro y deseoso de penetrar ese cuerpo que se veía tan apetitoso, todo lo de Furihata le excitaba demasiado.

Quiero tener a todos tus cachorros... hazme tuyo.

Furihata separo con anticipación sus piernas de manera lujuriosa completamente caliente, lubricado ya naturalmente por ser un Omega en celo. Akashi al verlo así se introdujo lenta pero firmemente hacia su interior.

Ambos fueron disfrutando la sensación calida, el roce, lo apretado que se sentía. Kōki se aferró haciendo un sonido de infinito placer cuando estuvo hasta el tope. Seijūrō acaricio sus mejillas mientras hacía movimientos firmes sobre este sin contenerse. Hacían sonidos bestiales mientras se movían con energía, cualquiera que los escuchara pensaría que eran dos animales matándose. El instinto de Akashi le hacía rugir inconscientemente y Furihata ladraba cuando le daba en un punto en especial que fuera sensible.

Ni hablar de los rasguños que recibieron, en el cuerpo, ni cuantas mordidas más recibió Furihata en el cuello. Akashi definitivamente quería dejar huella y que ningún otro Alfa siquiera se atreviese a querer borrarla, porque lo mataría.

Le gustaba como Kōki lamia su rostro a veces, mordía sus labios y rogaba por más, cosa que el león complacía con gusto, incluso sintiendo que crecía un poco más ya estando dentro de Furihata quien cuando pasaba eso movía más las caderas y se acomodaba para recibirlo mejor en su interior, contoneándose para disfrutar más de esa pieza de carne dura que se movía casi sin detenerse.

Akashi aumentaba el ritmo a veces con movimientos largos y lentos y en otras más cortos, pero siempre tratando de casi estar con su miembro lo más adentro posible de Furihata.

Ambos con tanto movimiento tenían el cabello desordenado y la voz se les estaba empezando a poner ronca de tantos fuertes sonidos que sacaban, incluso ambos gritaron el nombre del otro a su vez. Sobre todo, cuando ya se estaba acercando el momento del orgasmo, cosa que sabían y que por eso trataron de ser lo más intensos posibles.

Los olores de ambos tan excitantes quedaron pegados a sus narices mientras acababan a su vez en un poderoso orgasmo. Akashi llenó el interior de Furihata mordiéndolo una vez más como sujetándolo para que recibiera todo su esperma y se anudaran.

Fue la primera carga de semen de las muchas que habría. Ese Omega debía si o si quedar embarazado.

Furihata Kōki era el único Omega que podía despertar su verdadero lado Alfa. 

War LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora