War Love

Entendiéndose

Advertencia: Leve, muy leve lemon.
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Furihata se despertó un poco inquieto, al parecer su Alfa ya se había levantado, cuando lo vio aparecer estaba terminando de ponerse una camisa.

―Buenos días Kōki, necesito ir al trabajo, pero no quería despertarte, te veías tan tranquilo durmiendo.

Antes de decir más Akashi fue abrazado por su prometido. La verdad le sorprendió esta acción de su Omega, generalmente él es quien toma la iniciativa, le hizo sonreír.

―¿No puedes faltar? Quiero estar con Sei...―La verdad es que después de tanta tormenta Furi solo quería estar con el Alfa.

―Si pudiera lo haría, pero...Kōki ¿Qué haces? Nghh~ ― El mencionado se acercó a Akashi y como este último estaba de pie y Furihata echado en cama se puso a la altura de la entrepierna de su Alfa para acariciar su intimidad por encima del pantalón y luego abrir la prenda queriendo darle amor con su boca directamente, pero fue detenido.

―¿Qué pretendes? ―Al ver su mirada Furihata se dio cuenta que era la parte interna de su Alfa quien hablaba. ―Dije que no volvería a tocarte y eso implica que tampoco lo puedes hacer tu.

Kōki parpadeo, al parecer esa parte de Akashi no lo había perdonado aún ¿Qué debería hacer?

―¿Estás seguro que eso es lo que quieres Sei? Soy tu Omega y te necesito, necesito tu amor, tu cariño, tú calor y protección. ― Trató de mostrarse amable y sumiso para este, aunque el otro yo del Alfa parecía más frio que el normal.

―¿Y nuestro bebé? ¿No decías que podría lastimarse? No te gusta que te toque.

―Si lo hacemos con cuidado no pasara nada y estás equivocado. Me puse delantal rosa sin nada más ayer esperando que me dieras tu amor, pero bueno no pasó.

―Si eso dijiste ayer. Te escuche todo hasta tu tímida confesión.

Furihata parpadeo.

―Entonces ¿No me crees?

―Quiero que repitas lo que dijiste ayer― Su voz sonó imperante.

―¿Todo? No recuerdo como lo dije exactamente.

― Solo lo del final. Quiero escuchar otra vez esas palabras.

Se ruborizó, la parte Alfa de Akashi también quería escuchar que lo amaba y la verdad es que amaba a todo lo que implicaba a Akashi, incluyendo su parte dominante. Sonrió con las mejillas muy coloradas y habló:

―Te amo Akashi Seijūrō.

―Dilo de nuevo―Seijūrō le acaricio el rostro y se sentó poniendo a Furihata sentado en sus piernas.

― Te amo Sei.

―Otra vez.

Furihata fue ordenado a repetir te amo todo el tiempo mientras terminaba haciendo el amor con Akashi que a pesar de su ojo dorado tenía el suficiente tacto para no lastimar el vientre de su Omega. Así casi hasta quedarse sin voz, Kōki declaro su amor mientras se venían en su interior con abundante esperma.

―Te amo Kōki. ―Dijo Akashi cuando terminaron de estar enlazados al otro, besando con ternura en aquellos labios y despidiéndose para ir al trabajo.

Por parte de Furihata se había quedado dormido. Últimamente el embarazo le hacía tener más ganas de dormir. Cuando despertó recordó como a pesar de intenso, el sexo con el Alfa fue dulce. Se sentía amado, la mirada con el ojo dorado del Alfa a pesar de sus órdenes era de corresponderle totalmente a sus sentimientos de amor.

Ambas mitades de Akashi le amaban, sonrió contento y su bebé se movió, parecía también contento al sentir a Furihata de buen ánimo.

―Creo que después de todo, al final lo sucedido ha sido para mejor.

Akashi llegó pronto y Furihata le recibió tomándolo de la corbata y dándole un beso amoroso que fue bien correspondido.

―¿Quieres que te haga algo para comer? ―Le dijo al separarse de su Alfa, quien sonrió como nunca asintiendo.

― Tan dulce Kōki, casi me pregunté si era otro de mis sueños contigo.

―¿Quieres que te trate mal para que veas que no es un sueño?

―No. Aunque, la verdad como seas está bien, solo quiero que estés conmigo. ―Besó una de sus manos.

El rojo que había en el rostro del Omega competía con el cabello de Akashi.

―Me-mejor iré a cocinar antes de que cambies de idea y quieras hacer otra cosa. ― Y aunque lo deseara, quería guardarse un poco para el matrimonio próximo. 

Después de comer entre coqueteos, suspiros y miradas Akashi pareció recobrar un poco la seriedad.

―Ya quedan solo días para nuestra boda cariño y la verdad ya quiero que seas mío, pero por el momento, solo quiero que termines de ayudarme con los preparativos hoy y luego...―Su mirada lucia algo fría― Hay algo que debe pasar, mi padre vendrá a disculparse por todo lo que te hizo llorar.

Al principio Furihata parecía feliz por la idea de la boda y los preparativos, pero eso ultimo...No podía evitarlo, detestaba en verdad al padre de su prometido.

―No quiero perdonar a ese infeliz. Lo siento, sé que es tu padre y todo, pero...

―Lo sé, te entiendo perfectamente, pero él se disculpara de todas formas, está en ti si lo perdonas o no mi vida.

―Es un hombre repugnante, nos hizo mucho daño. ―Hizo un puchero y Akashi lo abrazó.

―Tranquilo amor mío, me encargaré que nunca más te lastime.

Se miraron y se besaron con ternura.

―Vamos a ver las cosas de la boda, la verdad eso me animará Sei―Se apoyo un poco en su pecho. ― Solo quiero pedirte que no te separes de mi en todo momento.

―Estaré contigo todo lo que quieras mi Kōki.

Realmente todo parecía ir bien. Akashi quería asegurarse de que Furihata estuviese tranquilo, escogieron tranquilamente todos los espacios adecuados, por suerte ambos no eran tan indecisos en elegir las cosas que les gustaban y prontamente ya tenían planeado la mayor parte de la estética de la boda, la comida y a cuantos invitar.

Furihata recibió una llamada y vio que era de sus padres, querían ser invitados a la boda, pero el no estaba seguro si hacerlo o no. No se habían contactado con él sino hasta ahora.

―Son mis padres después de todo y eso no cambiara nunca, pero Sei ¿Crees que debo invitar a unas personas que a pesar de que son mi familia pareciera que no les importo en verdad?

―Si no te sientes cómodo con la presencia de ellos, tienes todo el derecho a negarte a que vayan.

El Omega toma de la mano a su compañero de manera suave.

―Sin embargo, no quiero quedar como un malagradecido.

―No lo eres. Esta bien priorizar tu comodidad, es nuestra boda Kōki, no es un evento cualquiera, tiene que ser un recuerdo feliz para ti, para ambos.

―Tienes razón.

Un sirviente avisó de la presencia de Masaomi en la mansión. Furihata se tensó solo con la mención de aquella persona y se aferró mas a su pareja. Temía a que ese hombre aún planease separarlos y de hecho la mirada del mayor parecía más desafiante que nunca al aparecer.

―Bien, hoy todo termina.