Estímulo

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o- Es como la continuación de lo que ocurre en el primer episodio.
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Furihata tenía como 3 semanas de embarazo cuando ocurrió el accidente automovilístico donde su pierna quedo herida, por suerte aparte de ello estaba ileso. Ni siquiera se acordaba porque estaba discutiendo con Akashi esa vez, solo recordaba que estaba sumamente molesto. Aún no aceptaba su destino y aunque convivía con un Alfa que muchos otros ya hubiesen seducido él no estaba dispuesto a ello.

Sabia ahora que su ex no era tan bueno como parecía, pero aún su corazón terco lo amaba. Era difícil todo aquello. (Akashi jamás le contó las conversaciones que tuvo con este ni con su gemelo)

Se levantó con dificultad de la cama tomando las muletas para andar ya que tenía el pie vendado. Tenía hambre y no quería depender de la gente, hecho una mirada de reojo a la habitación donde estaba Akashi Seijūrō trabajando en su portátil.

Akashi solo tuvo lesiones leves, pero el chofer que tuvo el infarto no sobrevivió al incidente, menos cuando el coche estalló en llamas.

Lo miro un poco lo concentrado que parecía. Si, es verdad que era un Alfa completamente atractivo para cualquiera que lo viese, pero no. Aún sentía que estaba siendo mala persona por sentir atracción por su olor. Incluso una vez termino masturbándose a escondidas al oler una prenda que tenía bastante de las feromonas de Seijūrō. Odiaba eso, odiaba sentir esa maldita atracción. Él no debía ser la persona por la cual sentir esas ganas.

Ahogo un suspiro y bajo con cuidado las escaleras intentando hacer el menor ruido posible y también de no lastimarse seriamente, ya tenía suficiente con el pie herido.

Cuando estuvo en la cocina, buscó algo delicioso para comer que hubiese. Lo prepararía si no fuera porque las mismas muletas le estorbaban.

Vio un pedazo de pastel en el refrigerador y con cuidado lo tomó, tenía una hermosa fresa de un color intenso que adornaba la cima. Una fresa de un color que le hacía recordar a Seijūrō, el olor a fresa era similar al del Alfa, pensó Furihata tomando la fruta con los dedos y dándole una mordida. Cerro los ojos dejando que el sabor de esta lo inundara, sin embargo, esto lograba que en su mente se llenase de imágenes del Alfa.

Se sonrojó  violentamente ¿Por qué su mente estaba llena de este en ese instante? Se comió el resto del pedazo de pastel, pero no era lo que realmente quería, se dio cuenta que lo que realmente quería comer eran fresas, por lo que busco y empezó a comer las que había.

Akashi termino su trabajo y cerró el portátil. Se dirigió a la habitación donde estaba su Omega, seguramente estaba aburrido de estar tanto en cama y sabia lo inquieto que era, además que Furihata odiaba sentirse mimado. Lo cual era absurdo, estaba herido, no tenía nada de malo que le sirvieran a la cama. Además, en su condición debía de cuidarse el doble.

Al llegar a la habitación no encontró a Furihata por lo cual bajó para ver porque esta vez salió de la cama y más o menos imaginando que podría molestarle fue a la cocina donde lo vio de espaldas y oliendo a fresas las cuales devoraba con ganas.

Seijūrō trago saliva, por alguna razón su mirada se había detenido en el trasero del Omega, en su redondez y lo suave que se veían esas nalgas; Se le antojo acariciarlas, besarlas, apretarlas, estimularlo y hundirse en el interior ajeno hasta llenarlo de sí. Negó ¿Realmente ese Omega le despertaba tanto deseo sexual?

Quien era observado sintió la mirada ajena en su cuerpo, pero no se sentía molesto. Sentía calor, al parecer las fresas habían estimulado algo en él.

El Alfa se acercó a Kōki y en vez de regañarlo por haberse bajado sin permiso, lo abrazó desde atrás metiendo sus manos bajo la ropa del Omega y estimuló sus pezones, este hizo un sonido, un gemido que no pudo evitar soltar.

―Akashi-san...no, no creo que debamos, no aún. Sin embargo, nunca le apartó―Se supone que nos odiamos.

―Lo sé, sin embargo, tu aroma no me deja pensar bien. ―Porque sí el aroma de Furihata más las fresas era demasiado estimulante. Bajó una de sus manos al trasero de Furihata quien, aunque le sorprendió la caricia, no tenía ganas de pararlo. ― Nunca desee a alguien de esta manera como siento que te deseo.

―Y-yo siento lo mismo―El mismo se sorprendió moviendo las nalgas hacia atrás cuando Akashi lo tomó de la cintura. Kōki quería sentir algo entre ellas. La virilidad de Seijūrō, que se sentía dura a través de la ropa y bien hinchada. Empezaron a rozarse descaradamente encima de la ropa de ambos en un suave vaivén.―Esto está mal... Muy mal...―Sus pezones estaban muy sensibles debido a las caricias del Alfa y el roce en sus nalgas hacía que su propio pene empezara a levantarse.

―¿Quieres que paré? ―Le preguntó Seijūrō lamiéndolo por la parte de la nuca. Sus movimientos fueron más insistentes, realmente sentía ganas de cogerse a ese Omega.

Furihata negó, aunque tenía sus prejuicios y era quien más estaba en contra de ceder, el calor de su cuerpo solo quería dejarse llevar.

El Alfa metió la mano bajo los pantalones del Omega acariciando su erección, estimulándolo aún más. Sacándole sonidos sumamente eróticos y estimulantes para quien le oía.

Kōki luego de un momento sintió que no podía resistirse más y se bajó un poquito el pantalón y la ropa interior mostrando así lo listo que estaba. Su agujero latía por sentir algo dentro.

―No deberíamos, pero realmente este calor que tengo no quiere terminar...necesito, realmente quiero...

No pudo resistirse, esa visión tan increíblemente erótica era demasiado para él. Abrió sus pantalones liberando su pene bien erecto y húmedo. Lo agarró firme y se rozó contra el ano de Furihata quien se mordió el labio esperando que entrase de una vez. Akashi empujo suave metiendo suave la punta disfrutando del interior que lo recibía, tan cálido. Kōki se sorprendió que aquel acto tan simple le hiciera sentir tanto gusto, esperaba a que siguiera entrando, lo necesitaba casi con desesperación...

El celular de Furihata sonó en ese instante, no iba a contestar porque quería seguir con el acto sexual. Era su primera vez teniendo sexo medio consiente, pero al ver que la llamada no se cortaba pensó que podría ser una emergencia y como pudo lo tomó, soltándose de Akashi.

Era Kuroko, quien le pedía que se vieran con urgencia. Algo malo había pasado. 

War LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora