¡TE ODIO! ¡Arruinaste mi vida! Decían al unísono un Alfa y un Omega mirándose con desprecio.
Ambos tenian sus parejas correspondientes, ambos se iban a casar dentro de un mes.
¿Cómo había podido pasar esto?
Furihata despreciaba al Alfa que le emba...
Habían aparecido tan de pronto que no atinó a hacer nada; fue en fracción de segundos cuando todo ocurrió y Furihata en un instante estaba secuestrado.
―¡¡¡FURIHATA-KUN!!! ―Kuroko trató de correr hacia el van donde metieron a su amigo y tomar el numero con el celular mientras el vehículo se ponía en marcha.
Al primero que debía de informar de todo esto era a Akashi, quien estaba seguro que actuaría mucho más rápido que la policía o más bien, increíblemente ya estaba actuando sin haberlo llamado aún, por lo que pudo ver.
Y ocurrió lo inesperado.
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Ambos gemelos retenían en el vehículo a Furihata quien los miraba con profundo desprecio. No quería mostrarse temeroso con aquellas personas y no lo haría, su Omega interno tampoco estaba dispuesto a soportar ninguna estupidez.
―Estoy harto Kōki, sabes muy bien a quien amas de verdad. Solo estas con Akashi porque te embarazó, por eso nunca dejé de buscarte. Tú siempre parecías disgustado con este, siempre te quejabas y nunca pasaste por eso cuando estabas conmigo. Por eso no permitiré que te quedes con él, será el peor error de tu vida.
―Eres muy romántico para expresarte hermano, si fueses un Alfa normal solo lo habrías violado, de hecho ¿Por qué no lo haces? Seguro Furihata lo disfruta, harían el amor por primera vez―Sasaki Shota hablaba con un tono tan normal sobre violación que a Kōki le dio un profundo asco. ― . A los Omegas les encanta que los abusen, así es como se sienten amados.
Furihata gruñó internamente, no hablaría nada todavía y dejaría que por el momento solo dijesen todas las tonterías que se les ocurría a esos estúpidos. Buscaba el momento adecuado para actuar, cuando de pronto el van donde iban frena bruscamente, soltándolo del agarre de los hermanos. Aprovecha la ocasión, la adrenalina del momento y la confusión para hacer lo pertinente.
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Prontamente los guardaespaldas de Akashi que habían logrado detener el vehículo, abren la puerta del Van por la parte trasera donde se encontraba Kōki.
Furihata estaba a salvo.
Antes de salir del vehículo, les dio un ultimo vistazo a los gemelos antes de que los guardaespaldas los ataran y llamaran a la policía: Les había dado una paliza a ambos.
