War Love

Gemelo.

A Seijūrō le causo algo de gracia de que el Omega que ya estaba en pijama como él hiciera una especie de "pared" entre las dos camas con cojines y almohadas, incluso con ropa.

―¿Sabes que es absurdo que hagas eso? La cama es suficientemente grande para que cada uno tenga su espacio. ―Aun así, seguía sonriendo al ver a Furihata tan esmerado en hacer esa división.

―Tu mitad, mi mitad. ― Indico con sus manos moviéndolas hacia el lado donde decía. ― No quiero que traspases mi espacio personal.

― No me interesa traspasar tu espacio. Solo quisiera saber ¿Por qué crees que algo así me iría a detener si quisiera hacerlo? ― Lo mira con más curiosidad más que nada sentándose en la cama y Furihata infla las mejillas molesto y deshace la pared de almohadas para acostarse por su lado. Akashi se termina riendo por ello.

―Lo odio. ―Estaba siendo sumamente infantil y lo sabía, la verdad es que estaba sumamente asustado. No quería que este Alfa abusara de él. No quería ceder a la "voz" de Alfa si este le pedía acostarse con él.

Por otro lado no podía juzgar a esa persona sin conocerla bien. Akashi parecía un buen sujeto por lo que conocía de él, aunque no era mucho, lo que sabia era lo que Kuroko le contó de él.

―Debemos intentar conocernos Furihata-kun. ―Akashi trató de ser amable con él― Después de todo pasaremos mucho tiempo juntos.

―No quiero.

―¿Y qué es lo que quieres?

―Quisiera que todo esto no fuese más que un sueño. Se supone que yo me casaría con el amor de mi vida...

―Igualmente, pero no me paso lamentando todo el tiempo. Soy un adulto responsable de mis actos. ―Su forma de hablar tuvo un deje de molestia.

―Más bien creo que tiene miedo de mostrar debilidad. Por eso parece frio y distante en apariencia.

―Estas equivocado.

―No tiene nada de malo llorar.

―¿Llorar me ayudará a cambiar lo que ya pasó? No. Claro que puedo estar triste, sentirme mal, porque al final toparme contigo ha arruinado mi vida sentimental, pero no pienso que dejarme llevar por mis emociones me conduzca a alguna parte.

Las palabras dichas por Akashi le calaron un poco a Furihata, haciéndolo sentir mal un momento. Es verdad que de algún modo no debería haber salido ese día, pero tampoco imaginó que terminaría en la cama de Akashi Seijūrō.

―Nunca fue mi intención arruinar la vida de nadie. ―Se mordió el labio mientras lo miraba furibundo―Si piensa que soy como lo que Sasaki-kun dijo...

―Claro que no. ―Interrumpió al ver lo alterado que se veía Furihata. ― Eres demasiado ingenuo para eso. Se nota en tus acciones.

―No es cierto.

―Lo eres. Imagínate que hubiese sido otro Alfa el que te oliese las feromonas, posiblemente te habrían dejado botado en la calle y destrozado.

―No.

―Sabes que tengo razón. Incluso con tu "pared" de cojines me demuestras que eres demasiado inocente.

―Solo quería mostrar cuál es su lado y cual el mío. No quiero que me toque. ―Bufó cerrando los ojos intentando dormir. Sin embargo, fue jalado hacia el lado opuesto de la cama y puesto de una manera en que quedara atrapado por las muñecas por Akashi boca arriba mientras este estaba encima suyo.

―¿Ves? Si quisiera traspasar los limites podría hacerlo cuando se me diera la gana.

―¡Ya! ¡Está bien! ¡Déjeme en paz! ¿Quiere? ―Le dio manotazos para soltarse.

El pelirrojo lo hizo, pero más que nada porque estaba sintiendo de nuevo ese olor a canela y manzana verde que desprendía Furihata. Eso podría volver a hacerle perder la cabeza. No quería volver a meterse con Furihata sexualmente.

―¡¡Y no vuelva a tocarme!! ―Gruño haciéndose bolita en su lado de la cama arropándose bien.

Akashi se acostó por su lado, estar cerca de ese Omega era un fastidio por donde lo viera. Era demasiado inocente por lo cual era demasiado peligroso que quedase solo.

Furihata se acostó bien a la orilla con miedo a que Akashi le diese por follarlo en la noche cuando dormía. No quería nada aún con esa persona. 

Habían pasado unos días desde que vivía en la mansión con el Alfa que lo marcó.

Sus padres realmente parecían bastante contentos de que ahora viviera con Akashi. No lo comprendía hasta que con los mensajes que le enviaban entendió, lo que en realidad les importaba era el dinero.

Quizás pensaban igual que Sasaki, que sedujo al mejor postor.

Suspiró bastante triste. Dejó el celular a un lado y miro por el enorme ventanal de aquella habitación mientras caía la lluvia.

―¿Estas listo?

Asintió resignado y apestado, estaba harto ya. Quería irse de aquel lugar, pero sin embargo no tenia a donde irse y solo quedaba hacer lo que el Alfa le pedía. Hoy verían si realmente estaba preñado (Según Akashi estaba seguro de ello, pero necesitaba reafirmarlo) y que cuidados iban a tomar al respecto.

Al llegar supieron que efectivamente Furihata esperaba un bebé, que probablemente seria un niño y que debían cuidarlo bien entre ambos, les dieron todo tipo de recomendaciones y sugerencias para hacer todo el proceso más agradable. Incluyendo como hacer que el nido que construyese el Omega fuese lo ideal para este.

Furihata ni siquiera creía que iría a construir un nido. No sentía ningún tipo de lazo con Akashi, no lo consideraba su Alfa, aunque lo fuese. Apenas si llegaron a casa se fue a dormir, no quería saber nada de nadie.

Seijūrō lo dejó irse, pero sinceramente estaba preocupado porque la relación entre ambos no mejoraba para nada.

Alguien toco el timbre. Al poco rato una sirvienta le dice a Akashi que hay un invitado.

En un principio pensó que era el ex de Furihata, pero no. Aunque se veía igual en apariencia este parecía más tranquilo.

―Vengo en son de disculpa por mi hermano gemelo. Soy Sasaki Shota. Quiero que Furihata-kun sepa que mi hermano no le molestará más, no creo que sea las cosas feas que este le dijo ni mucho menos, un accidente lo tiene cualquiera. Sota ha sido muy inmaduro desde pequeño e impulsivo. ―Le da un pastel a Akashi―Espero acepten esto como muestra de disculpa.

Seijūrō recibió el pastel un poco desconfiado.

―Supongo que quieres algo además de ello.

―Me gustaría si es posible que no denuncie a mi hermano por agresión. Sé que pido algo difícil porque realmente se lo merece, pero en verdad no tenemos dinero para pagarle.

―No creo que Furihata-kun lo denuncie, solo esta demasiado triste por no haberse podido casar con él.

―Lo lamento mucho.

Sin embargo, Akashi estaba seguro que no lo hacía. No creía mucho en las palabras del castaño que pronto se retiró. El Alfa mando a revisar el pastel porque desconfiaba y tenia razón; Tenia veneno.

Esos gemelos eran de cuidado.