En el magi burguer

217 44 3
                                    

Los días siguientes fueron bastante solitarios y tristes para la pareja. Akashi trataba de acercarse a su Omega, pero este desconfiaba de cualquier intento que hiciera el Alfa, manteniéndose a raya todo el tiempo.

El Omega interno de Kōki no parecía estar de acuerdo con las decisiones que tomaba, pero no importaba, no podía ser simplemente alguien que se dejara llevar por los instintos siempre. Ya no quería engañarse más, no quería amar a nadie más nunca.

Su pierna iba mejorando con el pasar del tiempo de aquella herida, pero parece que había problemas con el embarazo. El doctor Midorima le decía que no debía de pasar disgustos para el desarrollo físico y hormonal del bebé, pero para Furihata era imposible no disgustarse si estaba con el corazón destrozado.

¿Cómo hacer para no sentir rabia por lo que su prometido hizo? Cuando estaba solo, se abrazaba las piernas derramando lagrimas copiosas. Le había entregado el cuerpo y el alma la vez en que habían hecho el amor ¿Por qué lo traicionaba así?

 Le había entregado el cuerpo y el alma la vez en que habían hecho el amor ¿Por qué lo traicionaba así?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Masaomi parecía contento, hasta que supo los problemas del embarazo de Furihata por sus acciones. No quería retroceder ni arrepentirse, pero temía el desarrollo de su anhelado nieto, era lo que más le importaba. Tenía que lograr que ese joven volviese a sonreír como antes, pero sin que fuese necesario volver con Seijūrō, su hijo debía de alejarse por completo de Furihata Kōki, así todos saldrían ganando.

Tuvo una idea e hizo las llamadas pertinentes.

Seijūrō estaba frustrado, no importaba ahora que tan dulce tratase a Kōki, este tenía una mirada perdida como si estuviese en otro mundo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Seijūrō estaba frustrado, no importaba ahora que tan dulce tratase a Kōki, este tenía una mirada perdida como si estuviese en otro mundo. Sus coqueteos no parecían hacer efecto en su amado, casi siempre le ignoraba y pasaba de él. Suspiró, su padre logró de algún modo que su Kōki no creyese más en él.

Suspiró largamente, costó tanto que aquel Omega le abriese su corazón y ahora era tan difícil llegar a él. Tenía que derretir esa coraza, tenían que hablar largo y tendido sobre el asunto. Tal vez Tetsuya tuviese alguna idea de cómo poder hablar con él, seguramente el conocía más a Furihata.

 Tal vez Tetsuya tuviese alguna idea de cómo poder hablar con él, seguramente el conocía más a Furihata

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sasaki estaba con Furihata comiendo en el magi burguer. Este último solo había aceptado para ya no estar tan triste en casa de Akashi y distraerse de algún modo. Aunque en el fondo desconfiaba también de esta persona, ya nadie era prospecto para nada romántico para él, solo lo veía como un encuentro de "amigos"

― Luces bien con esa chaqueta color azul Kōki ― Sasaki le dedico una mirada coqueta a Furihata, pero este no parecía nada emocionado por aquel cumplido.

―Ajah...―Suspiró para luego comerse las papas fritas que había comprado, esta vez una cantidad bastante grande. ―¿Y qué has hecho de tu vida Sasaki-kun?

―No pareces de buen humor Kōki ¿Paso algo malo contigo y tu prometido?

Furihata al escuchar esa pregunta, agarra impulsivamente la hamburguesa de pollo crocante que casi no había tocado y le da un mordisco salvaje, como si comiendo de esa manera pudiese desahogar los sentimientos que tenía atorados en su corazón. La rabia, la tristeza, la impotencia de no ser suficiente para nadie, eran parte de una bola de cosas que tenía y que no todas podía explicar. Quería tragarse esos sentimientos, así como tragaba la hamburguesa mordida.

―No quiero hablar de Akashi-san ¿Está bien? ―Su voz alterada hizo sonreír internamente a Sasaki, quien asintió.

―De acuerdo, es solo que me preocupa que estés triste. No te preocupes, puedes contarme todo lo que gustes Kōki.

―Por favor, dime Furihata, no me gusta que menciones mi nombre. No somos novios y ya dejaste claro que para ti soy solo una puta.

Porque Kōki no olvidaría nunca lo que Sasaki le hizo en el momento en que estaba más vulnerable.

―Perdona, realmente estaba alterado esa vez. Fui un imbécil, lo sé, pero si me dieses una oportunidad podría hacerte feliz de nuevo.

Tomó suavemente la mano de Furihata entre las suyas, pero este le dio un golpecito para que se la soltara.

―Ya es tarde para ello―Se levanto agarrando un bolso que había traído para aprovechar de comprar unas cosas―. ¿No lo entiendes? Yo...

Se quedó de piedra al ver que dos personas que conocía entraron al magi burguer ¿¿PODIAN SER TAN DESCARADOS PARA RESTREGARLE QUE LO ENGAÑABAN EN SUS NARICES?? Furihata gruño con ganas de partirles la cara. Akashi y Kuroko hablaban tan concentrados que ni siquiera lo notaron, como se notaba el amor que había entre esos dos.

¿Por qué te tiene que importar tanto Kōki? Ya sabes que no eres importante para nadie.

Se sentó nuevamente temblando de ira. Era suficiente, tenía que cortar esa relación definitivamente.

―¿Estas bien K-Furihata-kun? Te ves muy alterado.

―Dime una cosa... ¿Fui un mal novio cuando estuve contigo?

El rostro de su acompañante hizo una expresión sorprendida de aquella pregunta.

―No lo fuiste, solo que no me dejabas...tú sabes. Marcarte apropiadamente.

Kōki hizo una mueca ¿Por qué todo al final tenía que ver con marcaje? ¿Por qué no podían ser relaciones normales sin estar pendiente de esas malditas cosas? De ser Alfa, de ser Omega ¿Por qué esas mierdas tenían tanto valor? ¿Acaso todo tenía que ver con sexo y a la mierda con los sentimientos?

―Pero Furihata-kun, ya no importa. Incluso si estas marcado podemos encontrar la forma de ser felices.

―Supongo...

Contestó sin escucharlo realmente, estaba tan enojado que solo actuó como sus impulsos le demandaron en ese instante. Se acercó rápidamente a la mesa donde estaba el parcito de infelices hablando tan animadamente. Akashi miro a Furihata, pero antes de decir nada este último le arrojó la bebida que compro a la cara.

―Esto se acabó. ¡¡Ya no quiero ser tu juguete, ya no quiero vivir en tu casa!! ¡¡Estoy harto de ti Akashi Seijūrō!! ¡Te odio!

Los labios le tiritaron de rabia, pero no dejó que ninguna lagrima acudiera a su rostro.

―Kōki, por favor, déjame hablar contig-

―¡NO QUIERO ESCUCHARTE! ¡ESTOY HARTO DE TI! ¡Estoy harto de creer en tus mentiras!

―Furihata-kun, no crees que te estas precipi-

―¡¡Tú también cállate!! ¡¡Eres un mal amigo!!

―¿Qué?

Kuroko frunció el ceño.

―Kōki, ya entiendo. Estas pensando cosas que no son. ¡Kōki!

El mencionado se dirigía a la salida siendo seguido por Akashi.

―¡Déjame en paz! ―Si no tuviese el pie aún con férula podría alejarse como quería. Salió del local lo más rápido que pudo, pero por la maldita pierna aún fue fácilmente alcanzado. ―¡Me iré de tu maldita casa para que seas feliz con quien se te dé la gana!

―Si te vas ¿A dónde vas a vivir? No creo que tus padres te acepten, pues lo único al parecer que les ha importado es el dinero que les mando. Ni siquiera me han preguntado por ti Kōki ¡¿Entiendes eso?!

―¡¡No me importa!!

Te vas a quedar en casa conmigo. ―No quería hacerlo, odiaba usar la "voz" de Alfa, pero estaba desesperado. Furihata se volvió y asintió, pero le dedico la mirada más furibunda que pudiese existir.

La relación entre ambos iba de mal en peor. 

War LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora