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Tres noches más tarde, después de he haber consumado su amor junto a Del una vez más, Techno finalmente viajó a la galaxia con infinita cantidades estrellas, pero había un problema, no llegó allí pensando en Del, sino en Kengkla haciéndole cosas. Después de eso no pudo seguir mintiéndose más. La ausencia de Kengkla era la pieza faltante en su vida. Su ausencia era lo que estaba mal. Y eso lo asustó terroríficamente porque...

¡Por un maldito carajo! Ahora no podía evitar encontrarse deseando que el demonio fuera quien estuviera a su lado. Y eso sólo quería decir una cosa: sentía algo por ese demonio.

Veinte minutos después en esa tercera noche, Techno se rió como si estuviera a punto de volverse loco mientras se daba una ducha, limpiándose el sudor y el cuerpo pegajoso. Podía entender el dolor en el pecho. Ya no podía negarlo más. Este debería de ser su castigo por tener a Del para él de manera egoísta. Frente a este pensamiento, y mientras la garganta se le secaba por tal carcajada, las lágrimas empezaron a caer.

Unos golpes en la puerta del baño le hicieron detenerse.

—¿Amor, estás bien? —Era Del.

¿Qué podía responderle? "Oye, no, no estoy bien. Acabo de descubrir que no sólo te condené a estar conmigo, sino que además, ahora resulta que no te quiero"

Aclaró su garganta.

—Sí, lo siento. Ahora salgo, dame unos minutos.

—De acuerdo.

Una vida vacía, eso es lo que Techno había estado viviendo una vez que Kengkla se fue, aferrándose a la promesa que le había hecho.

—¿Qué puedo hacer ahora? —Se preguntó.

Y de repente, se dio cuenta que tal vez la solución fuera más fácil de lo que pensaba...

¿Podía acaso buscar otro demonio y pedir un deseo?

O tal vez no tan fácil.

—¿Cómo hago para encontrar un demonio?

La primera vez lo había hecho de casualidad, ni siquiera había creído al 100% las palabras de...

¡Eso era! Debía encontrar al sujeto que le dio la estampa de Kengkla.

Sintiéndose un poco más ligero, salió de la ducha y hasta besó eufóricamente a Del en la frente. Pero esa euforia se esfumó minutos más tarde cuando se preguntó ¿Cómo iba encontrarlo?

***

Esta vez, la zona que escogió Type para encontrar un potencial cliente para su jefe fue en un pueblo de mala muerte. En dos meses había recorrido cinco estados diferentes sin suerte. Esperaba tenerla esta vez. Tomándose la molestia de hacerse pasar por un mochilero, empezó a investigar a la gente del pueblo. Una mujer de treinta años llamó su atención. Trabajaba como moza en el bar en el que se encontraba en ese instante. Podía ver que aún era pura. La miró de arriba abajo. Techno la aprobaría.

Sonriendo, en un intento de parecer sexy, se acercó a ella. Deseó con toda su alma que su pareja Tharn no estuviera cerca.

—Hola, preciosa —La chica se sobre saltó y miró a su alrededor para ver si había alguien más a su alrededor, luego, aún sin poder creerlo, se señaló a sí misma—. Sí, tú.

De la misma forma en la que había hecho con Techno, sacó su carta de los bolsillos traseros de sus jeans y se la pasó, aunque esta vez la situación ameritaba un cambio de discurso.

—Es un amuleto para el mal de amores. Le puedes pedir lo que quieras. Funciona. —Aseguró.

La moza rió de manera tímida.

—¿Cómo sabes que funciona?

Type pensó qué decir antes de contestar cualquier cosa. Lo mejor era seguir flirteando un poco más.

—Bueno... la verdad es que sé que funcionan porque las hago yo mismo. Las diseño y las pinto a mano.

Y así estuvo un poco más. Descubrió muchas cosas buenas. La chica efectivamente gustaba de alguien, además en el pueblo la molestaban por ser la única que aún no tenía pareja. La sociedad había cambiado, pero en estos pueblos aun se conservaban viejos prejuicios. Estaba mal decirlo, pero era una presa perfecta para Kengkla.

Después de regresar al inframundo, para estar al lado de Tharn, supo que la moza había hecho uso de la carta del demonio. 



Nota: Y así finalmente Techno reacciona por su cuenta <3

Pacto con un Demonio [Klano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora