"Todo lo verdaderamente malvado empieza por algo inocente"
Ernest Hemingway
1
Del era la chica más popular y espectacular de la universidad, y es que lo tenía todo: Altura perfecta, color de piel perfecta, labios perfectos, mentón perfecto, voz perfecta, en fin, todo perfecto. Techno no se saciaba jamás de mirarla y de dedicar cada uno de sus suspiros a esa linda chica. Sería el chico más feliz del mundo si ella llegase a ser su novia, sólo había un problema, ella no conocía su existencia. Techno siempre se decía que era normal ya que ¿por qué iba a conocerlo? Ella era todo lo que Techno no. Pálido, rubio, cara pequeña, feo, poco atractivo, y gritaba como chica.
De pequeño había participado en muchas riñas en busca de defender su honor, siempre perdiendo, claro está. Su vida no mejoró cuando hasta hoy no ha logrado conseguir ni una novia. Después de todo, la gente tenía razón. Era feo.
"Ella nunca va a mirarme" solía decirse cada día antes de salir de clases, triste y desanimado.
El departamento en el que vivía estaba a veinte minutos de la universidad. Techno vivía solo. Si bien era poco el tiempo que le tomaba llegar a su hogar, para hacerlo, debía pasar por un descampado donde ahora estaba instalada una especie de circo, y le daba mucho miedo, pues había todo tipo de gente: Altos (como de tres metros) con cara de ser violadores seriales; mujeres extrañas, como las brujas malvadas de los cuentos de hadas; payasos (¡sálvese quien pueda! porque estaba casi seguro que eran payasos asesinos) y muchas más personas que parecían asesinos seriales o pedófilos en fuga. En fin, la cosa es que Techno procuraba pasar por allí mirando la forma en la que sus pies caminaban, pero ese día algo le hizo quebrar esa rutina.
—Oye, tú —gritó alguien con voz gruesa. Techno lo ignoró—. Tú, el chico feo. —Y Techno se detuvo, apretando fuerte sus puños.
Estaba seguro que se dirigían a él, siempre era lo mismo: "chico feo esto" "chico aquello"
"No tienen que recordármelo siempre", pensó enfurecido.
—Sí, tú, el que se detuvo.
—¿Qué quieres? —Techo intentó mirar con el mayor odio posible al extraño envuelto en una capa violeta que no dejaba verle el rostro.
—Tengo algo para que tus deseos se hagan realidad. Te lo doy completamente gratis. —Le ofreció.
Techno sería un bobo si aceptara. Pero, mientras estiraba su mano para recibir lo que sea que le estaban dando, pensó que aquello podría ser droga. Tal vez el sujeto estaba huyendo de la policía y ahora solo estuviera escondiendo su mercancía. Después, volvería por ella y lo mataría. ¿Pero Techno se detuvo? No.
Él recibió el paquete. Bueno, no era un paquete, por lo que enseguida descartó lo de la droga.
Sí, él veía mucha televisión.
En sus manos todo lo que tenía era una estampa que llevaba dibujado un par de ojos felinos, muy bonitos por cierto, y alas negras en el fondo.
—La puedes usar en cualquier momento, sólo debes poner la estampa sobre su pecho y repetir tres veces tu deseo —le dijo el sujeto—. Suerte. Esa estampa es la mejor para problemas de soledad y amor. —Y el encapuchado dio la vuelta y se mezcló con todos los demás.
Techno sacudió la cabeza y se apresuró a retomar su camino con la clara intención de llegar a casa y deshacerse de aquel papel. ¿Y si era un estampa con miles de años de antigüedad casi con igual o mayor que valor que la droga?
No, pero... quién sabe.
***
Lo primero que hizo Techno al llegar a su departamento fue dejar sus zapatillas a un costado de la puerta, remplazarlas por unas cómodas chanclas, botar su mochila sobre el sofá de la entrada frente al televisor y caminar hasta su habitación, desplomándose sobre la cama.
Las paredes estaban llenas de posters de jugadores de fútbol, deporte favorito de Techno. De hecho, era el capitán del equipo de la universidad. Se quedó allí, acostado. No se puso de pie hasta que su estómago empezó a crujir de hambre, fue entonces que se dio cuenta que aún tenía la estampa del encapuchado en su bolsillo.
"¿Y si lo intento? ¿Qué puedo perder?" Se preguntó, sacando la estampa y acariciarla con los dedos.
Dos segundos le bastó a Techno tomar la decisión. Cerró los ojos, colocó el papel sobre su pecho, y, sintiéndose el ser más estúpido del plantea, repitió tres veces:
—Deseo ser el novio de Del. Deseo ser el novio Del. Deseo ser el novio Del.
Su corazón empezó a latir desenfrenado, imaginándose llegando al colegio al día siguiente, y que en unos de los recreos, Del le esperara para pedirle ser su novia.
Sin embargo, de forma abrupta, una nube de humo negro explotó frente a sus ojos, dando paso a una figura humana de ojos felinos y dos enormes cuernos que salían de su cabeza.
El miedo de Techno se hizo presente, haciéndole gritar asustado.
—¡Urgh! —Exclamó el extraño de ojos de gato después de echarle una mirada de arriba abajo—. ¿Quién eres tú? —Y el miedo de Techno se transformó en completa ofensa.
—No ¿Quién eres tú? ¿Qué haces en mi habitación? ¿Eres un pervertido? Te advierto, voy a gritar. —Sí, la mejor arma de Techno eran sus gritos ensordecedores.
El desconocido le dirigió una mirada llena de desdén, decepcionado por lo que estaba viendo.
—Lo siento, pero esto no funcionará, tienes una cara común y voz de chica. ¿No has pensando en cirugía? Atraerías muchos más, créeme. La altura la tienes. —Y le guiñó el ojo.
El rostro de Techno se puso del color del tomate, no por vergüenza, sino de bronca. Ahora de verdad estaba muy enojado. ¿Cirugía? ¿Guiños de ojos?
—¡No gracias!
En respuesta, sólo obtuvo una fuerte carcajada.
—Eres muy gracioso. En fin, acabo de cumplir tu deseo, mañana cuando todo esté listo y ustedes sean pareja, deberás darme mi pago: Tu virginidad, y no salgas con que no lo eres, porque si no la estampa no hubiera funcionado.
Techno frunció el ceño, haciendo trabajar su cerebro ¿Acaso estaba entendiendo bien? No, no podía ser cierto. Y de serlo jamás entregaría su preciada virginidad a un chico. No. Él no era gay.
—¿Quién eres? —le preguntó una vez más—. Llamaré a la policía. —A esa altura, la imaginación de Techno estaba por las nubes, elaborando teorías donde que aquel extraño era un maldito pervertido violador.
—Ah, las presentaciones. Cierto. Me llamo Kengkla, y soy el demonio que escogiste para que cumpliera tu deseo.
¿Qué rayos estaba pasando? ¿Los demonios existían? ¡Un momento!
—¡No pienso entregarte nada! ¡Y yo no escogí nada! Un sujeto me la dio... y me dijo que era gratis.
—Tendrás que entregármela, mañana Del estará completamente enamorada de ti y te pedirá ser tu novia, será tu pareja, serás feliz. Es el pacto. Habrá serias consecuencias si no lo cumples... Y la estampa era gratis, no el deseo.
Entonces Kengkla se acercó e hizo algo inesperado, tocó la parte intima de su cliente, algo que le dejó paralizado.
—De verdad eres poco atractivo...—dijo en voz apenas audible—. Maldito Type. Seguro lo hizo porque ofendí a su esposa.
—No entregaré nada. Del no será mi novia.
Diez minutos después, Techno lloraba bajo la mirada de Kengkla.
—¿De verdad eres un demonio? ¿De verdad tendrás mi virginidad? ¡No quiero! Ahora por tu estúpida culpa no puedo dejar que Del sea mi novia. —Y Techno siguió llorando mientras todo en lo que podía pensar el demonio era "¡Qué le pasa!"
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Pacto con un Demonio [Klano]
Fanfiction"Pon la estampa sobre tu pecho y pronuncia tres veces tu deseo" -Deseo que Del sea mi novia. Deseo que Del sea mi novia. Deseo que Del sea mi novia. -Hecho, después de mañana, Del será tu novia y tú tendrás que pagarme. Techno no quiere pagarle, po...