Malas intenciones...

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Sigo allí entre su calor y sus húmedos labios, sintiendo como la sangre recorre mi cuerpo una y otra vez, con la poco cordura que me queda logró separarme de él, de sus besos... y le digo con mí respiración agitada;

_Por favor... debemos regresar, ya es tarde.

El me mira a los ojos y se lame con su aterciopelada lengua su carnoso labio inferior y me dice;

_No tienes ideas de como he querido besarte desde la primera vez que te vi, eres hermosa... No quiero irme.

Y mete su fina nariz entre mi cuello y mi cabello haciéndome estremecer diciéndome:

_Hueles delicioso...

Se separa nuevamente y le digo:

_Debemos volver.

Le digo bajo, mi voz es mas un susurro, realmente volver no es lo que quiero.

Me mira directo a los ojos, respira profundamente y con sus dedos ágiles acaricia mi barbilla y me dice bajo;

_Claro, lo que usted diga señora Ootsutsuki.

Me dice con una sonrisa ladina separándose al fin de mi, dejándome una sensación de vacío y caminamos de regreso.

Al llegar al estacionamiento me entrega las llaves de su auto y lo miro con una interrogante en mi rostro y me dice;

_Manejaras tú, quiero que sientas lo que es manejar de verdad.

Me dice con una sonrisa plena en su rostro, es increíble que solo con ese gesto se vea aún mas perfecto.

_¿Éstas seguro?

Le pregunto con la intención de hacerlo dudar y me dice abriendome la puerta para que suba:

_Yo confió en usted.

Con sus ojos azules en los mios, me subo y enciendo el auto, escuchó el rugir del potente motor y él me mira sentado en el asiento del copiloto, lo miro imprecionada y él me dice divertido:

_¡Vamonos!

Y emprendemos el camino de regreso, es increíble como se siente manejar un auto como el de él, es casi como flotar sobre el asfaltó, siendo mas de las 9 de la noche las calles están bastante despejadas así que solo me deje llevar y corrí como nunca lo había hecho, la sensación de adrenalina en mi cuerpo era increíble, él en ningún momento se quejó o trato de detenerme y sin darme cuenta estábamos de vuelta en el centro comercial donde deje mi auto y al llegar le digo sonriente y llena de adrenalina en mi ser;

_¡Es increíble tu auto!

_Lo es...

Me dice y siento su mirada sobre mi y le digo:

_¿Que pasa, por que me miras así?

_Me gusta verte sonreír, me encanta tu sonrisa.

Enseguida siento mis mejillas encendidas, mientras él acaricia mi mejilla con sus dedos y le digo carraspeando al recordar donde estamos:

_Ya hemos llegado...

Bajo mi vista a mis manos mientras desabrocho el cinturón de seguridad para que no note el efecto que causa en mi solo con ese gesto y me dice antes de bajarme;

_Me alegra que te haya gustado y menejas muy bien.

Lo miro nuevamente a los ojos y le digo:

_Gracias.

_Lo único que no me gusto es que llegáramos tan rápido.

Sonríe de lado y se baja del auto lo rodea y me abre la puerta, es tan atento.

Mi camino hasta ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora