Mi camino hasta ti.

Nuestro camino...

Mientras el auto rodaba por el asfalto mi mente no hacía más que pensar en que hacer, él seguía con la mirada fija en el camino y en la otra mano el arma, mi corazón no hacía más que latir a mil y mi angustia me carcomía el estómago, llegué a pensar que saltar del auto rodando era mucho mejor que ser su prisionera.

_Ni pienses en querer saltar del auto o mejor hazlo, así me ahorras el tener que matarte yo mismo.

Me dice con una sonrisa sinica, solo lo miro en silencio está totalmente fuera de si, no vale la pena discutir.

Siguió avanzando, no sé cuánto tiempo, ya no soportaba esta situación, de pronto llegamos a un galpón, no sé que se propone, acaso cumplirá la promesa de asesinarme, rápidamente el pánico se apoderó de mi al verlo bajarse y abrir la puerta.

_¡Bajate!

Me ordenó.

_¿Para que? Déjame ir Tonery solo estás empeorando tu situación a estás alturas todo el mundo sabe que me secuetraste.

Le dije en un intento por hacerlo entrar en razón o ganar tiempo ya no lo sé.

_¡Cállate, y haz lo que te digo!

Vuelve a ordenar está vez tomándome fuerte por el brazo para que saliera del auto, llevándome a arrastras hasta entrar al galpón grande y solo, lo que me hacía sentir más temerosa, nerviosa.

_¡Basta Tonery por favor!

Vuelvo a suplicarle y entonces me arroja al suelo, dónde metí mis manos para no darme en la cara y mis rodillas se rasparon al caer al piso rústico al igual que mis antebrazos.

_Dije que te calles, crees que te voy a dejar para que seas feliz con el imbécil de Uzumaki, no, eso no pasara.

Me senté y aunque intentaba ser fuerte las lágrimas salieron traicioneras surcando mi rostro, ya no sabía que más hacer, al ver mis rodillas como sangraban.

_¿Que significa esto Tonery, por qué la trajiste?

De pronto escucho una voz imposible de no reconocer.

_Ella es mi problema Amaru...

Al verla mi expresión no era exactamente de sorpresa estoy segura, siempre supe que ella estaba más que enredada con Tonery.

_¿Tu problema? En el helicóptero solo cabemos los dos, dime para que la trajiste yo también estoy arriesgando demasiado Tonery.

Desde el suelo los veía discutir eran tal para cual.

_No te preocupes por eso quizas se baje a medio camino.

Le dice mirandome como si lo que acabará de decir fuera un chiste.

_Vigilala, saldré, el helicóptero no debe tardar en llegar.

Le dice a ella y sale.

_¿Que, sorprendida?

Me dice al mirarme y al chocar nuestras miradas y le digo:

_Para nada, siempre supe que no tenías vergüenza, pero ser su cómplice es ir demasiado lejos ¿no te parece?

Le dije, debía hacer que dudará o quizás no logré contarla pensé.

__No seas ingenua, esto son negocios querida, yo no soy tan estúpida para tirar todo por la borda por nada.

__Y crees que no van a saber que Tonery me secuestro y cuando consigan mi cuerpo sabrán que él lo hizo y adivina qué, tú serás su cómplice.

Continuo en mi intento por persuadir.