Siento una sensación cálida en mi pecho que hace mucho no sentía, es esa necesidad de liberación y desahogo que no sabía que necesitaba. Ahora que lo noto, me gusta. Y me alegro que eso haya sido provocado por todo lo que la he confesado a Kiara, hacía muchísimo tiempo que no contaba esta historia que me marcó tanto en el pasado y haberla vuelto a contar esta noche me ha venido fenomenal.
- Siento todo lo que pasó.
- Nah, no quiero que ahora me mires con lástima o me trates de forma diferente. Me pasó eso, lo sufrí y aprendí.
- No lo voy a hacer, pero me pongo en tu lugar y sé que no fue nada agradable.
- Igual esa mala experiencia me hizo como soy ahora, ¿nunca has oído eso de que cuando estás hundido en la mierda, después sales al flote aún más fuerte? – asiente sonriendo – Eso me pasó a mí.
- ¿Por qué no eres siempre así?
- ¿Cómo? ¿Filosófico?
- No, abierto – la miro sin comprender esa respuesta – Que expresas y cuentas lo que sientes, que dejas más a la vista la persona que eres en realidad.
- Es sencillo, a nadie le interesa como soy salvo a la gente que yo le doy la oportunidad de conocerme.
- No te importan los prejuicios – afirma.
- Para nada.
- Eso me gusta de ti, hoy en día es difícil conocer a personas que no sean superficiales o que no quieran agradar al resto del mundo tanto en apariencia como en comportamiento.
- Tú tampoco eres así.
- Víctor, mi familia cree que me voy a casar con un hombre con dinero, a veces miento para agradar.
- Eso es distinto, cuando es cuestión familiar siempre es más complicado, pero con relación a cualquier persona desconocida, tú no ocultas lo que eres.
- ¿Cómo estás tan seguro de eso?
- Porque conmigo no lo hiciste – río bajito recordando el primer día que nos conocimos – Vi en la carretera a una loca, borde, cabezona, protestona y desconfiada chica que hoy en día sigue siendo todo eso y más. Mostraste lo malo y lo bueno de ti.
- Pues has dicho solo lo malo.
- Vale, entonces vi también a una chica inteligente, sensible, humilde, trabajadora, luchadora, precavida, respetuosa y preciosa tumbada en el suelo.
- ¿Todo eso viste en solo una noche?
- Eh, tú me hiciste un traje de adjetivos en una hora y acertaste. La gente como nosotros muestra lo que quiere mostrar, lo bueno y lo malo... Otra cosa es que lo mejor y peor de nosotros nos lo guardemos para sacarlo con las personas que realmente lo merecen.
- Supongo que tienes razón, no sé – noto que baja la mirada y juega con un hilo que sale de la tela del cojín.
- ¿Y tú? ¿Por qué no quieres contar a la gente tus problemas?
- Son míos, la gente tiene sus problemas y no necesita escuchar más.
- Quizás no lo necesite, pero sí que les interesa escucharte para verte bien.
- Ya, pero... Me cuesta.
- Ey, eres reservada y te cierras mucho por miedo a que te juzguen o no le den la importancia necesaria a lo que te pasa. No pasa nada por ser así, Kiara.
- ¿Desde cuándo eres tan comprensivo? ¿Estudiaste psicología?
- No, pero mi mejor amiga sí y me ha dicho varias cosas que me han hecho saber que la forma en la que soy no es mala. Ninguno somos perfectos y siempre vamos a necesitar a alguien que nos contenga para que los problemas que rondan nuestra cabeza no nos consuman.

ESTÁS LEYENDO
⚡TORMENTA DE ARENA ⚡#1
RomanceDos desconocidas. Una noche. Una casualidad. Ninguno de ellos se imaginaba que ese momento se iba a convertir en el primero de muchos. Que la vida les tenía preparado un futuro que deberían compartir, sin darles opción a protestar. ⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡⚡ Libro...