Capítulo 1: Dylan

707 115 11
                                    

Observo el panorama que se desenvuelve a mi alrededor sin llegar a sentirme parte de el. Las risas y las alegrías reinan en el ambiente, la verdad es que hoy es un día bastante especial: es el bautizo de la pequeña hija del segundo líder de los vampiros, Marcos. Fue una sorpresa para todo el pueblo cuando hace cinco meses nos enteramos que su pareja Logan, un humano que había sido transformado en híbrido, tenía genes Omegas y quedó embarazado del vampiro; sin embargo, no es por ninguno de ellos que me encuentro aquí, no formo parte de la celebración.

Mi interés es solo buscar al único sobrenatural que aún no llega: Reyes, el gemelo de Logan y líder de los híbridos. Cualquier persona normal diría que Reyes no aparecerá en un sitio rodeado por los líderes vampiros, cambiaformas, hombres lobos e incluso los ancianos del consejo; no obstante, en estos cinco meses el híbrido se ha burlado de cada una de nuestras defensas e ingresa en el pueblo cada vez que se le antoja; aunque vigilamos a Logan sabiendo que va a verle a él y a su sobrina se nos ha hecho difícil hallarlo.

Yo he sido el principal cazador de Reyes en estos cinco meses desde...

Cierro los ojos con fuerza y llevo mis dedos a mi clavícula de forma automática, aun la piel se siente suave en esa zona, estoy seguro que si me miro frente a un espejo puedo ver todavía la marca de los colmillos del híbrido como un símbolo de pertenencia. Desde el día en que Reyes me marcó revivo ese instante cada noche cuando duermo; la sensación de sus dientes rasgando mi piel, el calor en mis venas mientras succiona mi sangre. Lo peor fueron las sensaciones animales que despertó en mí, a mi tigre interno le gustó, lo disfrutó, quería más…ni siquiera puedo confiar ahora en el instinto que siempre me guío por miedo a que vuelva a traicionarme y es por ello deseo matar a Reyes, por las inseguridades que ha dejado en mí.

Aun puedo recordar las últimas palabras que intercambiamos hace cinco meses con total claridad, el desafío en su voz y su mirada, como si ansiara que fuese detrás de él, como si quisiera que le atrapara.

Voy a matarte. —La frase salió con tanto odio de mis labios que ni yo mismo me la creí en un instante, he jugado el papel de villano en mi vida muchas veces, pero nunca sentí el odio como ahora.

Reyes solo sonrió con superioridad y luego de eso… ¡joder! Es que ni yo mismo lo creo aun, luego de eso el híbrido se puso de puntillas y me besó.

—Entonces ven a por mí y cázame, te estaré esperando cambiaformas.

Aprieto mis puños contra mi pecho intentando controlar el enojo.

—Él no está aquí todavía. —Una familiar voz habla a mi lado, no tengo que girarme para saber que se trata de Dereck, mi hermano y la persona que debió ser el verdadero líder de los cambiaformas.

Dereck fue el primero de nacer de nosotros y por ende es el líder por derecho, sin embargo, mi hermano, a diferencia de mí, nació siendo un cambiaformas pantera; estos animales según leyenda representaban el peligro y la mala suerte; es por ello que Dereck me dejó a mí al mando…y desde ese instante todo cambio.

—Vendrá.

El tenso silencio se apodera del ambiente entre nosotros, ha sido así desde que ocupé el cargo de líder y todo se intensificó luego de la casi muerte de Dereck en la que me negué a enviar un equipo de rescate. Miro hacia el altar donde están bautizando a la pequeña y esta vez no la cargan sus padres, sino un chico rubio y alto, con aspecto de motero y ojos azules como el cielo, cuando mira hacia nosotros le sonríe a Dereck y a mi me saca la lengua. Se trataba de Michael, la pareja de Dereck y un miembro del clan de los lobos.

—Creo que tu pulgoso aún no me quiere—bromeo.

—Si dijeses la verdad te querría. —Señala Dereck y suelto un bajo gruñido.

—No malinterpretes hermanito, no tengo intensión de caerle bien a mi cuñado.

—¿Y hasta cuando dejarás que te observen culpable de haberme dejado morir? Di la verdad. Teníamos un trato.

—Y yo actué acorde al trato, no tengo por qué decir nada y tú tampoco lo harás.

—¿Pero…?

—Es una orden Dereck, sigo siendo tu alfa.

Noto impotencia en los ojos de Dereck, sin embargo, solo asiente. Prefiero que el tema quede zanjado ahí, no ganaré nada contando un tonto acuerdo que teníamos desde que acepté tomar el liderazgo, lo importante es mi manada…y mi manada está a salvo.

Ambos observamos a un lado cuando junto a nosotros se encuentra un hombre jadeando y agotado como si hubiese tenido una carrera a toda prisa; Tobías, el líder vampiro, mira al altar con furia y luego a Dereck.

—¡Voy a matar a tu novio! —chilla y sale corriendo hacia donde se halla el rubio con la bebé que al notarlo empalidece y se sostiene más a la niña.

Solo suelto un suspiro, y decir que hace un año, prácticamente, ninguno de los clanes mantenía buena relación. Tan solo coexistíamos en armonía por un bien común, sin embargo, todo cambió cuando el líder del pueblo y alfa de los lobos se enamoró del líder vampiro; no solo trajo cambios para cada una de las razas, sino que nos enteramos de la existencia híbrida, una raza creada por el hombre que en ese tiempo era el hermano del alfa; perdí a muchos de mis chicos en este año a manos de los híbridos, pero tomaré venganza cuando tenga a su líder en mis garras.

—Necesito aire.

No siquiera doy tiempo a que Dereck responda, solo salgo de la iglesia; dudo que me extrañen demasiado allá dentro cuando la mitad de los presentes me detesta, incluso los de mi propio clan, pero no importa. Mientras todos estén a salvo no me importa continuar siendo el ser sin corazón de este cuento de hadas. El ser que estuvo a punto de dejar a su hermano morir solo para mantener su puesto de líder según ellos, el ser que fue marcado y reclamado por un híbrido volviéndose un indigno ante los ojos del resto…

Una vez fuera de la iglesia me encamino a la ciudad por el sendero más cercano a los bosques, prefiero estar solo, aunque la mayoría de personas están hoy en el bautizo de la niña híbrida.

—Y yo pensando que nunca saldrías.

La fría voz a mis espaldas me hace dar un respingo que provoca que mis músculos se tensen, doy media vuelta para encontrar cerca de mí a un chico de cabellos oscuros y los ojos tan rojos como la sangre espesa; si no fuese porque sé que Logan está dentro de la iglesia y porque sus aromas son un poco distintos hubiese jurado que era él quien estaba frente a mí dado que los gemelos son como dos gotas de agua. Reyes camina en mi dirección a paso lento y con una sonrisa en los labios, al llegar a mi lado levanta sus manos y las envuelve en mi cuello dejándome paralizado de la impresión.

—Te he echado de menos minino.

Pasiones Salvajes [#4 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora