Pasiones Salvajes [#4 Pasiones-BL]

Capítulo 6: Dylan

«¿Pertenecerle?». Esto tiene que ser una maldita broma.

La risa histérica se comienza a conformar en mi garganta y a medida que transcurren los segundos escapa por mis labios. Siento como mis costillas y las heridas de mi cuerpo duelen por los movimientos causados por las carcajadas, pero simplemente no puedo evitarlo. Reyes tan solo continúa sosteniéndose alrededor de mi cuello sin apartar la mirada de mis ojos, su gesto no ha cambiado desde que me propuso el nuevo trato hace meros instantes.
Miro sus pupilas color carmesíes con pequeños destellos de negro; no hay burla en ellos, solo decisión; un convencimiento que es el que de verdad provoca que pare de reír y todo mi cuerpo se tense ante su tacto; siento como en mis pulmones comienza a faltar el aire debido a la cercanía del pequeño híbrido y me maldigo mentalmente por ello. Reyes desliza una de sus manos desde mi cuello hasta el hombro con suavidad, rozando la zona de la mordida que él mismo me dio hace meses y que ya comienza a aclarar.

Parece un chiste, cuando por fin voy a liberarme de él, el híbrido vuelve a aparecer en mi camino; lo peor es que en este viaje no tengo tantas opciones. Para los que me conocen estoy muerto y aquellos que saben la verdad no son confiables; Dereck es la única persona a la que pudiese acudir, sin embargo, Reyes tiene razón, mi hermano es solo un hombre, ayudarme le colocaría en peligro y eso por no mencionar nuestro antiguo trato: Dereck debe acertar mi muerte, aunque no lo desee. Aun así…

—Te agradezco que me hayas salvado. —Intento que mi voz se escuche seca y distante y no tan desesperado como me siento—. Pero no acepto ser tu juguete de entretenimiento, hay problemas reales en mi clan.

Reyes hace una mueca de disgusto y se aparta no sin antes volver a acariciar la antigua marca de pertenencia.

—Es una pena, entonces creo que no tendremos trato.

—Pide algo más, algo que quieras…

—Yo te quiero a ti.

Rujo con fuerza debido a mi frustración interna, toda esta situación se escapa de mi control y es un hecho que no me agrada en lo absoluto; por primera vez en mucho tiempo siento que todo a mi alrededor pende de un hilo y, desgraciadamente, la única persona dispuesta a ayudarme es Reyes. Lo peor es que el híbrido también es consciente de esto y no deja de mostrar su sonrisa altanera.

—Voy a matarte cuando tenga la mínima oportunidad.

Sus pupilas rojas brillan aún más y sus labios se curvan en una deslumbrante sonrisa de victoria.

—Te esteré esperando y, cuando falles, pasarás la noche en mi cama.

Un escalofrío recorre mi espalda luego de esta afirmación, mi boca se reseca y debo sostenerme de una silla para evitar perder el equilibrio. No estoy seguro de si mi agitación es por sus palabras o por mis incontables heridas. Heridas las cuales no se han infectado evidentemente gracias a los cuidados de Reyes y es con este pensamiento que una extraña confusión y calidez crece en mi interior. Ahora en mi momento de curvar los labios es una sonrisa al descubrir su más evidente mentira.

«No te importa nadie y solo te preocupas por ti mi culo». Aunque Reyes no desee admitirlo no es egoísta y es por ello que, al igual que yo, se encuentra en esta situación.

—¿De qué te ríes? —El rostro de Reyes se tensa y pierde su diversión cuando ve mi sonrisa.

Busco una silla cercana para sentarme debido a que mis piernas duelen debido al esfuerzo de mantenerme en pie. Sin embargo, no respondo de inmediato; coloco mis dedos suavemente sobre mis propios labios y me dedico escasos minutos a observar al chico ante mí.

Reyes es varios centímetros más bajo que yo, también de musculatura más escasa, aun así, en sus ojos se puede notar todo el trabajo que ha pasado a lo largo de los años; es como si fuese una persona de mucha más edad en ese pequeño cuerpo. Tampoco cabe duda que fue criado y entrenado para ser un alfa, irradia esa aura de poderío por donde sea que pase. Recuerdo la historia que nos hizo Logan cuando Michael y Dereck le rescataron; a diferencia de Reyes, Logan fue creado para ser un Omega y experimentar con él; no obstante, ambos hermanos sufrieron el doloroso cambio de humanos a híbridos, ambos hermanos sufrieron la discriminación de todas las especies. La única diferencia es que cuando Reyes llegó al poder hizo hasta lo imposible para que Logan fuera feliz; el sería el asesino calculador que incluso me utilizó, pero Logan estaría a salvo.

¿Cuál de los dos en el ingenuo ahora?

—¿De qué te ríes? —Reyes repite la pregunta una segunda vez, en esta ocasión un poco más molesto, por lo visto no le agrada tampoco el hecho de no tener el control en la situación.

—Solo pienso que es curioso.

—¿Y qué es curioso?

—Todos los problemas que te estarías evitando de haberme dejado morir.
Podrías estar resolviendo los problemas internos de tu clan sin necesidad de tener que huir por el simple rumor de que has matado al líder de los cambiaformas.

Su ceño se frunce aún más.

—¿A dónde quieres llegar con todo esto?
Me levanto y camino con suavidad hasta volver a quedar a simples centímetros de él.

—¿Qué quieres en verdad?, ¿solo haces esto porque estás aburrido?, ¿en serio tienes cara aún de decirme que no te importa nadie que no seas tú mismo?

—¿Y qué te hace pensar que todo esto no es por mí también?, quizás lo hago todo porque quiero tenerte enredado conmigo bajo sábanas.

Aunque su comentario provoca que mi respiración se entrecorte no me hecho hacia atrás, no permitiré que me distraiga tan fácilmente.

—No eres tan simple.

—¿Y cómo sabes que no lo soy? —Noto un tic nervioso en su ojo y comprendo que voy por el camino correcto.

—Porque te he estado observando Reyes, de la misma manera que me has vigilado a mí; te volviste mi obsesión en estos cinco meses y me hiciste solo desear matarte, por eso sé que quieres más que solo llevarme a una cama.

Su mano se alza y agarra mis mejillas con fuerza para acercar mi rostro al suyo. Su mirada escarlata penetra en la mía, por lo visto le he tocado un punto sensible a la pequeña fiera.

—No juegues conmigo Dylan.

—No lo hagas tú.

Reyes tiene su orgullo, pero yo también. Soy un líder, un tigre y eso no cambiará por el simple hecho de que esté herido. Agarro su mano y la aparto poco a poco de mi rostro.

—El trato será este. —sentencio—. Si intento atacarte y fallo, haré lo que me pidas, pasaré la noche contigo; esto también equivale para dependa de ti, sin embargo, si eres tú quien me ataca y gano yo será lo mismo: harás lo que yo desee por esa noche. En el resto de cosas nos ayudaremos cuando volvamos al pueblo.

Mis palabras parecen volverle a divertir.

—¿Sabes que dependes más de mí que yo de ti?, ¿por qué tengo que aceptar ese trato?

La respuesta es fácil.

—Porque quieres tenerme, y si volvemos juntos al pueblo y me ayudas a recuperar mi clan… —Mi garganta se seca, pero no aparto la mirada—. Ayúdame a vengarme y seré tu pareja.

Los ojos de Reyes brillan en deseo y la sonrisa de sus labios se amplía más. Se separa unos pasos de mí para observarme de pies a cabeza.

—Sabía que no me equivoqué contigo minino, siempre logras sorprenderme.

—¿Tenemos un trato? —pregunto casi en un rugido.

—Lo tenemos.

Estiro mi mano para pactar el acuerdo con un simple apretón, pero la fierecilla de ojos escarlatas niega lentamente con la cabeza.

—Así no se cierran los tratos con tu futura pareja cariño.

Se acerca a paso firme y antes de que pueda percatarme de sus movimientos sus manos vuelven a acariciar mis mejillas y sus pies se empinan hacia arriba llevando sus labios directo a los míos. Nos hemos besado otras veces, pero esto es distinto…es más profundo.

La boca de Reyes se abre para mí dejando pequeñas mordidas sobre mis labios y a su vez abriéndose paso en mi interior con su lengua. Su sabor es cálido y su cuerpo se pega al mío a medida que profundiza más el beso. De forma inconsciente llevo mis manos a su cintura y le apego a mi cuerpo. Puedo sentir sus colmillos rozando mi lengua y, para mi sorpresa, un pequeño ronroneo de placer escapa de mis labios. Reyes se aparta con una sonrisa triunfal en su rostro.

—Así se cierra un trato.

«Maldita fierecilla».