Capítulo 21: Dylan

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—No me gusta este plan, lo odio.

Reyes no para de dar berrinches mientras me ayuda a poner el falso micrófono bajo mi camisa; no puedo evitar sonreír al notar su siempre perfecto rostro marcado con arrugas debido al ceño fruncido que no deja de poner; sus mejillas se encuentras un poco hinchadas como si hiciese un puchero, aunque para contrastar su boca estaba tan apretada que sus labios formaban una fina línea casi imperceptible.

—Te recuerdo que esta idea la dio Robert quien supuestamente es tu hombre de confianza— afirmo y siento el suspiro de frustración de Reyes contra mi cuerpo.

—Robert es imbécil.

Un fuerte chirrido suena en mi oído debido al auricular del micrófono que tengo en el pecho y por donde estoy seguro que nuestros compañeros nos están escuchando, entre ellos el eludido que por lo visto no le ha agradado demasiado el comentario de Reyes. El día de ayer Robert nos explicó a todos sus planes para atrapar a Brandon con las manos en la masa y decidimos llevarlo a cabo hoy mismo. Mientras más tiempo estuviese suelto el cambiaformas más peligro había de que volviese a tendernos alguna trampa a Reyes o a mí, debemos aprovechar ahora que aun contamos con el factor sorpresa, pues el viajo cambiaformas continúa pensando que mi pareja está atrapado en una celda. Sin embargo, debíamos ser inteligentes y no levantar sospechas, es por ello que todos están instalados en pequeñas bases a varios kilómetros de mi casa en los bosques de las redondas, como somos cambiaformas solo tardarían en llegar unos minutos si algo llega a suceder, pero continúan estando a una distancia bastante alejada como para que Brandon ni se imagine que se encamina a una trampa.

Al único que no logré sacar de la casa fue a Reyes, mi pequeño híbrido no ha dejado de quejarse de este plan desde que Robert lo sugirió el día anterior, no obstante, a pesar de su obstinación sabe que es lo mejor que tenemos en estos momentos.

Bajo mi camisa cuando Reyes termina de colocar el micrófono encubierto para que no se vea y sostengo su rostro obligándole a que alce la cabeza en mi dirección y me mire fijamente a los ojos.

—Voy a estar bien Reyes.

—No me fio.

—¿De Robert o de Brandon? —pregunto con burla.

—Pues ahora mismo ni de mi sombra.

—Reyes, si tienes una idea mejor todos estaremos dispuestos a escucharla.

—Arrancarle la cabeza a Brandon en el mismo momento en que cruce la puerta.

—Y dejar que quedes como salvaje traidor, ni hablar; además, Ryan tiene razón, es un anciano del consejo y ese título de por si trae mucho poder político, casi tanto como los alfas, debemos tener buenas pruebas si queremos deshacernos de él de una vez por todas.

Reyes es impulsivo, pero no me cabe ni la más remota duda que la emoción que reina en su interior en estos instantes es el miedo, la verdad es que yo también la siento. Miedo a que todo salga mal, que mi pequeño pueda terminar herido, pero por primera vez en mucho tiempo no me interesa poner mi propia vida en riesgo con tal de salvar a alguien que me importa; Reyes me ha protegido muchas veces, es mi turno ahora, lo decidí desde que le reclamé, crearía un hogar seguro para ambos, un futuro juntos.

Una persona sin escrúpulos como Brandon no va a detenerme.

Acaricio las mejillas de Reyes con mis pulgares al mismo tiempo que desciendo mis labios hacia los suyos para sellarlos y fusionarnos en un breve beso; el momento no posee lujuria alguna, aunque quizás sí un poco de preocupación y nostalgia, es el consuelo que podemos darnos el uno al otro. La calma antes de la tormenta.

—Sabes que estaré bien, ¿cierto? —Reyes tarda en asentir y mostrar su usual seguridad, hecho que solo me confirma el ansia que le corroe—. Mírame pequeño, todo saldrá bien, no voy a perder lo que tenemos ahora por nada de este mundo, me ha costado mucho encontrarte.

Pasiones Salvajes [#4 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora