¡No puede creerlo! Ahí mismo, en la tienda de electrónica están vendiendo una switch, justo su deseo dorado desde hace días. No es novedad, las venden en donde sea, pero está en oferta y justo tiene esa cantidad. Antes de poner un pie dentro del local, su novio lo agarra del gorro del suéter y lo jala hacia la salida con el carrito de compras.
—Ya compré las cosas para la cena, Kacchan —comenta mirando a una lista—. Ahora falta comprar el papel de baño, no queremos otro desastre.
Sí, algo que a día de hoy no han podido olvidar, ahora siempre tienen al menos dos paquetes de ocho rollos antes de volver a comprar más.
—¿Ya tenemos que irnos? —Katsuki trata de detener a su novio para poder ir a comprar su nueva consola.
—No compraré el papel aquí, se piensan que vuela —rueda los ojos—. También debemos hacer nuestros rondines, Kacchan, no podemos quedarnos mucho tiempo.
—Pero es Navidad.
—El crimen no conoce fecha.
—¡Aaaagh! —y con los brazos cruzados salen de la tienda.
Llegan al auto, Katsuki de muy mala manera mete los artículos en el maletero como si la sal tuviera toda la culpa de que su novio no le diera el tiempo suficiente para comprarse una switch. ¡Es que todos tienen una menos él! Sí, tiene una wii en perfectas condiciones y en más de una ocasión le ha partido el culo a Kirishima en partidas de Smash!, pero se siente abatido de que el resto de héroes en su tiempo libre sacan la suya y se disponen a jugar. ¡Él también quiere pasar sus tiempos de ocio rompiendo madres como los demás!
Aunque...
Revisando los artículos, hay papel de regalo, un moño rojo gigante y una caja de condones. Bueno, eso último sabe bien cómo lo usarán, tiene desde la mañana que le dió su buena navidad a Deku, una en la noche no estaría nada mal, pero quizás también planee darle un obsequio.
Obviamente él ya le dió el suyo, un nuevo peluche de All Might que nunca en su vida lo verá en la cama porque lo tendrá dentro de una bolsa para que nunca le entre polvo en una estantería del que nunca se movería.
Eso y un buen revolcón. Sabe que fue bueno porque tardó un par de horas en levantarse para caminar como recién nacido.
Quizás se siente un poco culpable porque justamente no le dió nada y ahora desee darle algo.
Bueno, desde que se le cruzó por la mente comprar una switch se lo ha contado, incluso se ha quejado abiertamente con él por no tener una. Quizás haya comprado una para darle eso de obsequio, eso sería lindo, se lo agradecería tronandole las nalgas con más cariño para que pueda caminar al día siguiente.
Revisa los artículos. Nada. Está casi tentado en seguir peleando con la sal, pero en su mente se cruza el pensamiento que quizá ya la haya comprado. ¡Claro, Katsuki idiota! ¿Por qué la compraría cuando lo lleva a hacer las compras? ¡Hay que ser idiotas! Quizás no tenía nada como envolverlo y, por ello, se sentía culpable por no darle un obsequio como él durante la mañana.
¡Mierda, una switch le espera en casa! Casi más alegre por el espíritu navideño, termina de meter los artículos al coche y se sienta en el asiento del copiloto, se baja el cubrebocas al igual que el de su novio para darle la mejor metida de lengua de su vida haciendo que el súper héroe Deku empiece a gemir suplicando que lo haga su súper perrita.
Pronto vuelven a acomodarse el cubrebocas para irse a casa.
Tras llegar, casi evitando la encamada, de limpiarse bien las manos, tirar el cubrebocas de un solo uso y de acomodar las compras en los lugares correspondientes, Izuku es el primero en partir diciendo que debe de hacer papeleo para tener el día siguiente libre igual que su novio. Luego de un beso de despedida, Izuku se pone un nuevo cubrebocas y se dispone a combatir el mal con su traje de héroe.
ESTÁS LEYENDO
El KatsuDeku más soft que podrás encontrar
FanficPorque el KatsuDeku soft vende y tengo hambre.