Aunque Katsuki Bakugō lo niegue, la realidad es que disfruta bastante los besos de el tipo que le fastidia la existencia. No sabe el porqué de aquella realidad, pero no hay palabras para describir lo lindo que se siente probar la dulzura a través de los suaves labios de Izuku Midoriya, un tipo molesto.
Pero, como ya se ha mencionado, Katsuki disfruta sus besos. Cada vez que Izuku entreabre los labios y acaricia su lengua contra la suya, jugando, disfrutando, como un hermoso vals creado simplemente para que ambos estén juntos, Katsuki descubre algo cada que sus bocas se juntan. Y sí, se ha vuelto molesto porque ahora no deja de pensar en cuándo lo volverán a hacer. Y eso está más que jodido. Después de todo, Katsuki es la razón por la cual Izuku fue tan infeliz durante la escuela secundaria, la primaria, el preescolar... Desde que su quirk fue descubierto. Y es extraño, sí, pero ya no importa tanto ahora.
Bueno, en estos momentos no porque está probando de nuevo aquella extraña delicia de la cual no fue verdaderamente consciente. Y sí, es estúpido. Pero ahora no importa. Y no importará después. No mientras siga probando de los dulces labios de Izuku y este se lo permita. No sabe porqué pero no le molesta saber. Dicen que el sabio sufre por saber mientras el ignorante es feliz por ignorar. Así que está bien ser ignorante.
Al menos cuando se tratan de los besos de Izuku Midoriya.
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