—¿Por qué hoy? ¿Por qué justamente en Navidad? Yo... Yo ya tenía todo planeado para los dos, de verdad, todo... Todo...
—Lo siento mucho, Deku.
—¿Por qué tenías que abandonarme hoy? ¡¿Por qué hoy?!
—Yo no quería...
—Claro, tú no querías... Después de todo..., después de todo..., Kacchan, hoy pretendía pedir tu mano a tu madre y a tu padre, ¡quería hacerlo bien!
—Deku, guarda eso... Yo...
—¿Te hubiera gustado el anillo? Quizá.
—Me encanta...
—Pero eso jamás lo sabré.
—Deku, por la mierda, ya es difícil dejarte.
—Kacchan..., es tan difícil dejarte. De verdad no me gusta que esto esté sucediendo.
—No me iré hasta verte feliz con alguien más.
—No voy a ser feliz con alguien más, Kacchan. Eres mi único y más grande amor. He estado enamorado de ti desde que éramos niños, desde siempre, desde que te vi por primera vez. El niño aguerrido que peleaba con cualquiera que se le opusiera porque no tenía miedo al peligro. Te amo, Kacchan...
—También te amo, Deku... Por favor, levántate, deja de llorar... Me encantaría abrazarte y secar tus lágrimas, acariciarte las mejillas y llenarte de besos como todas las tardes hacía cuando vivíamos juntos. No sabes cuántas ganas tengo de hacerte el amor por última vez con tal de tenerte grabado en mi piel. Te amo tanto pero tanto que el universo se queda estúpido por no ser tan infinito como lo somos nosotros. Hasta el poeta más romántico queda estúpido al querer poner palabras de lo que siento por ti porque la palabra amor queda tan corta para ti. Porque he llegado a sentir más contigo que con cualquier persona.
—Kacchan... No me dejes, por favor, no me dejes... ¡No me dejes! ¡Por favor! ¡No soy nada sin ti! ¿A quién voy a abrazar por las noches? ¿A quién le acariciaré el cabello y recibiré un codazo con un "muérete" a cambio? ¿A quién, Kacchan? ¡¿A quién?! Maldita sea... ¡No quiero perderte, no quiero, no quiero, no quiero! ¿Esto es un mal sueño? ¿Lo es? Kacchan... ¿Debo acaso morir para poder despertar contigo? ¿Debo morir para poder estar junto a ti?
—¡No! Cómo quiero darte de golpes por la sarta de tonterías que andas diciendo.
—Pero..., pero no debo de morir..., ¿verdad? Yo viviré por los dos para que el amor que te tengo no muera. Para que nuestro amor no perezca.
—Deku, cuando quieres eres un cursi de mierda... Diablos... De verdad, muero por darte de un beso ahora, maldigo el no hacerlo tanto en vida.
—Sólo espérame.
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