|•Capítulo 22: Llévame al pecado🥀|

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-Jano ¿Sabes si él tenía amigos o compañeros de trabajo? Tal vez no fueron informados sobre su fallecimiento

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-Jano ¿Sabes si él tenía amigos o compañeros de trabajo? Tal vez no fueron informados sobre su fallecimiento...- comenta angustiada al llegar al cementerio.

Los dos jóvenes vestidos de negro bajan del vehículo y caminan juntos hacia donde solo se encontraban el padre y los encargados de enterrar el cajón fúnebre.

-No. Investigué y estaba desempleado, cobrando solamente una pensión. Además por lo que sé no se llevaba ni con sus vecinos- responde el nombrado.

Sofia, que había vuelto a usar una peluca de cabello oscuro y tapaba su hermosa mirada esmeralda con unas gafas de sol, lo tomó del brazo en señal de apoyo.

-Pobre hombre...Seguro estuvo gastando sus últimos recursos en encontrarte- susurra entristecida.

"Si supieras que solo era un borracho más no dirías eso" pensó él.

Al llegar saludan a los presentes y la ceremonia comienza a manos del padre Pablo, uno de los mentores de Jano a la hora de hacer su formación como novicio en el pasado. Se reconocieron mutuamente pero el señor omitió todo comentario relacionado a la renuncia del pelinegro a la vida religiosa.

-Hermanos, hoy nos encontramos en esta triste tarde para despedir el alma de William Callister y rezar para que ella llegue a tener vida eterna en el reino de Dios.

Aburrido por el discurso Jano dejó divagar sus pensamientos a los hechos que habían ocurrido en la noche anterior.

Desvió su mirada hacia Sofía, quien prestaba atención al cura y rezaba junto a él, recordó su cuerpo desnudo, los sonidos que emitían al sucumbir al deseo.
No quería recordar cada detalle de la noche o tendría ahí mismo una erección, pero se sentía muy bien ya que sus demonios se habían calmado. Incluso llegaba a pensar que la solución de todo era estar al lado de su amada, nada más.

La susodicha apretó la mano de Jano para volverlo a la realidad. Resulta que su celular estaba sonando y había interrumpido las palabras del sacerdote.

-Lo lamento...- sin mirar colgó y guardó el aparato.

-Como les decía...

"Bla bla bla era un buen hombre bla bla bla bla. Puras estupideces" crítica con molestia el joven por dentro, mientras que por fuera continua con su semblante triste.

Una nueva llamada llegó, hartando a los presentes.
De reojo Jano lee el intermitente y al ver que se trataba de Ranfis bufó.

-Solo me llaman cuando es una emergencia, por favor continúen- finge estar avergonzado.
Estaba por alejarse a responder, cuando recordó que la rubia estaría sola y corría peligro de exponerse, acercándose a ella susurra:
-Te pido por favor que reses por mi tío. Nada más ¿Si hermosa?

Ella asiente entendiendo el mensaje.

El ojiazul finalmente se aleja hasta una distancia prudente y contesta.

Llévame al PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora