POR MUCHO TIEMPO SOÑÉ CON TU ROSTRO

608 91 33
                                    

NOTA DE AUTORA: Espero que el capítulo sea de su agrado ♡
Lamento no haber publicado antes, mis más sinceras disculpas :c

Si el capítulo les gusta no duden en votar  y comentar, se les agradece demasiado ♡








-Perdón si no estuve al despertar. -Relató dejando las bolsas en el sofá a la vez que se acomodaba en el y me indicaba que hiciera lo mismo, de inmediato lo realicé acomodando mis piernas y manos sobre mi regazo. - ¿Desayunaste? – Preguntó a lo que yo negué.

-No he tenido hambre. – Era mentira, pero no quiero arruinar este momento. – Quizás más tarde podría ordenar algo, yo invito la comida esta vez. – Aclaré entre risas mientras le dedicaba una sonrisa.

-No, yo te invité, no quiero que gastes tu dinero, fin de la discusión. – Recalcó colocando su dedo indie sobre mis labios con intención de que no protestara. Se quedó en silencio unos segundos para ulteriormente trasladar sus dedos a mi barbilla. – Es increíble que a pesar de que ahora soy tu novio, no puedo permitirme el besarte sin que me des tu autorización -Con su pulgar dio leves caricias. - ¿Estúpido, no lo crees?

-A mi parecer es bastante tierno y caballeroso. Tampoco el que ahora lo seamos significa que seamos propiedad del otro y podamos hacer lo que se nos de la gana. -Dije encontrando mi mirada con la suya. – El consentimiento va tanto fuera o dentro de una relación. – Él sólo dio una carcajada.

-Tú si que eres un caso diferente. -Su amplia sonrisa era malditamente hermosa. - ¡Oh por cierto! ¿No tienes curiosidad de saber donde fui?

-Si deseas decírmelo yo atentamente te escucho. -Manifesté reclinándome hacia su persona. – Me intriga... -Bromeé con mi tono de voz a la vez que apoyaba mis codos en mis rodillas y mis mejillas en mis manos.

-Jajaja pues no me dejas de otra. -Aclaró su garganta cambiando su semblante a uno completamente sereno. – Hoy es primero de noviembre, por lo que fui a un templo a agradecer y pedir por quienes amo y son especiales para mí. También, hoy se cumplen cinco años desde que desperté en un hospital sin poder creer que había sobrevivido. – Dio media sonrisa alzando su mano derecha situándola en su pecho. – No te quise decir que un 31 de octubre casi muero -Yo quedaba perpleja por cada una de sus palabras, entretanto el sólo reía. – No quería arruinar el día de ayer... -Suspiró. – Es prácticamente un ritual para mi el ir al templo este día, si se me dio una segunda oportunidad debo agradecerlo ¿No lo crees?

-Baji...- Honestamente no sabía como reaccionar. Si tan sólo hubiese sabido, no dudaría en haberle hecho compañía. Sin embargo, creo que él pertenece al grupo de personas que prefieren la soledad en estas situaciones. Sólo opté por colocar mi mano sobre la suya, que yacía en su costado.

- Hay muchas cosas que aún deseo hacer. -Confesó con nostalgia. – Yo... tengo un amigo, no tengo idea de donde estará ahora. Lo he buscado demasiado tiempo... pero por más que busco, no lo hallo en ningún lado. -Pude apreciar como una lágrima resbaló por uno de sus pómulos. – Odio ponerme sensible, más, realmente lo extraño. No tolero imaginar todo lo que ha sufrido estos años, ni siquiera sé si sabe que estoy vivo. -Ladeé mi cabeza. – Él... él es muy frágil. Corromperlo fue muy sencillo para Walhalla. -Elevó su brazo izquierdo mostrando el brazalete en el que me había fijado antes. Un cascabel. – Él me apuñaló por la espalda. – Mencionó una con enorme sonrisa. ¿Por qué sonríe? – Un alma y corazón destruido fueron manipulados con tal de hacerlo. Si tan sólo pudiera verlo sé que un enorme peso caería de sus hombros. Probablemente piense que no lo perdonaría, empero, no tiene idea que sólo espero el día de su liberación para reencontrarme con él.

-¿Liberación? -Inquirí.

-Lo encerraron en un reformatorio aquel día, seguramente ahora esté en la cárcel debido a su mayoría de edad. – Se lamentó. – Mi mayor miedo es que haya decidido acabar con su vida. -Tragó saliva. -Los últimos que lo vieron fueron Draken y Takemichi. Por alguna estúpida razón lo trasladaron unos meses después y desde ese entonces nadie ha sabido de él. – Pasó sus dedos a través de su cabelló peinándolo hacia atrás. – Su madre no es capaz de vernos a la cara, lo único que hace es gritarnos sus arrepentimientos a través de la puerta. – No me acomoda el que desee ver a quien le hizo semejante daño, mas, su desesperada voz hace que mi garganta duela.

LOLLIPOP •| Baji Keisuke |• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora