ERES TAN GENIAL

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Al despertar vi que era la única que seguía durmiendo por lo que me senté en el futón cruzando mis piernas. Noté que las chicas habían dejado una nota junto a mi almohada señalando que me diera un baño y que tomara prestado lo que más me acomodara del armario de Emma mientras mi ropa era lavada.

"Pd: Yuzuha te quitó la ropa reemplazándola con una playera de Mikey, tu ropa esta siendo lavada, tengo ropa interior nueva, están selladas en sus paquetes, no temas en tomar uno, el blanco se te vería hermoso ( :"

-¿¡QUÉ!? – Exclamé, el que ellas me vieran desnuda no me importaba del todo, pero estoy usando la ropa de Mikey. ¿Siquiera sabrá de esto?.

Me levanté direccionándome hasta el armario. Joder era enorme. Pensé en elegir lo que se viera más desgastado, empero, todo se veía nuevo y en perfecto estado. Hice una mueca rogando que lo que escogiera no sea la ropa favorita de Emma. Tomé unos joggers color negro y una polera sin hombros y con cuello alto. Efectivamente habían unas bragas nuevas empaquetadas, tomé las descritas por la dueña y cautelosamente salí de la alcoba yendo hasta el baño. Habían toallas limpias, el agua era tibia y el clima aparentaba estar excelente a través de la ventana.

Dejé caer el chorro de agua en mi cabeza. Deslizando la espuma del jabón de macadamia en mi piel. Inundando mi nariz con aquel destacable olor. El champú era de flores silvestres al igual que el acondicionador. El agua fría me hizo espabilar y corté el paso de agua terminando mi baño. Sequé mi cuerpo fijándome en un pequeño cartel puesto sobre una crema

"Te ayudará a que las marcas en tu cuello desaparezcan más rápido y sentirás tu piel muy fresca <3"

Abrí mis ojos de par en par. Creí que el comentario de Takashi había sido una broma. Quité el vapor del espejo, y claramente resaltaban tres marcas en mi cuello, no eran la gran cosa, pero a simple vista se veían. Tras poner la crema en mi piel y esparcirla uniformemente, procedí a ponerme la ropa. Las bragas quedaron bien, al igual que el resto de la ropa. No me preocupé por los calcetines debido a que todos están descalzos. Sequé mi cabello con la toalla, no hacía falta secador. El día era soleado y había algo de ventisca.

Descendí a la primera planta encontrándome con la mesa de centro llena de comida siendo devorada mientras Nahoya y Pah limpiaban, el más alto mascullaba a regañadientes.

-¡Azami! Por fin despiertas. -Exclamó Hina.

-Te queda genial esa camisa. -Expresó Emma apoyando uno de los palillos con los que estaba comiendo curry en su boca. – Si quieres quédatela, yo no soy de usar ese estilo, en cambio contigo queda genial.

-A Azami todo se le ve bien. – Proclamó Yu con simpleza. – Deberías comer algo, luces bastante pálida.

-Sí, lamento haber sido la última en despertar y muchas gracias Emma, pero a penas esté mi ropa limpia devolveré esto, no quiero abusar. -Comenté y Emma negó con la cabeza acompañada de una media sonrisa. Busqué un lugar donde sentarme.

Distinguí aquella melena negra, pensé en saludar pero al ver que hablaba animadamente con Chifuyu opté por no irrumpir. Ocupe sitio junto Draken, que comía callado y apaciguado. Era el único sitio vacío. Me acomodé en el largo taburete viendo que podía escoger de la porción apartada que supuse correspondía a la mía, cogí una sopa de miso que bebí lentamente, estaba algo fría pero el sabor seguía siendo el mismo. No hice más que degustar la comida, francamente mi estómago pedía a gritos ingerir algo.

Lo último que bebí fue una taza de te verde. Estaba totalmente satisfecha. Descansé unos minutos y pidiendo permiso me retiré de la sala de estar al jardín trasero que recibía una gran proporción de luz y calor solar. Disfrutaba sentir como los rayos chocaban con mi piel. Me senté en el césped para acabar recostada en él. Como todos estaban en el interior, supuse que poner algo de música en mi teléfono a un volumen no molestaría a nadie. Revisé mi lista de reproducción hasta que alguna me convenciera hasta que "Florida Kilos" de Lana del Rey ganó mi atención. Amaba la voz de esa chica. Y la letra hacía que mi corazón se acelerara. Un amor prohibido con las drogas como cocaína y heroína eran las cúspide de mi perdición. Gracias a mi buena regeneración, no se veían la marca de las agujas en mis brazos. Mitsuya odiaba eso, al igual que Yu y Hakkai. No obstante un amigo de la universidad siempre me acompañaba a hacer ese tipo de cosas y lo mejor es que mis amigos no saben de él. No lo conocía bien, pero teníamos eso en común, era algo psicótico, pero bastante leal. Prefería mantenerse sobrio cuando yo iba nadando en heroína.

LOLLIPOP •| Baji Keisuke |• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora