CHOCANDO COMO DOS ESTRELLAS

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NOTA DE AUTORA: Pido perdón por faltas ortográficas y de redacción de antemano. Perdón por no haber actualizado pero sucedió algo personal que no me permitió hacerlo antes...
Si les gustó el capítulo, les agradecería demasiado que votaran y comentaran, eso anima demasiado ❤

Estábamos en la sala de estar bebiendo una taza de té; él bebía té negro y yo té verde. La mediana televisión en esta, estaba encendida en un canal donde transmitían una de mis películas favoritas "La cura siniestra". Amaba la estética y las vibras que transmitía cada imagen que pasaba por la TV. Sumidos en la trama olvidamos por completo el curso del tiempo.

Nos encontrábamos sentados en la mesa central, por razones de frío estábamos cubiertos por la manta calefactora, si no fuera por ella, estaríamos seguramente temblando, a pesar de tener un calefactor que se encontraba encendido y desprendía calor por cada rincón de la casa, no alcanzaba a subir en su totalidad la temperatura de mi hogar.

Quité mis ojos de la pantalla para centrarme unos segundos en el pelinegro que se encontraba con el ceño arrugado sin quitar la vista de la pantalla. Su cabello cubría parte de sus ojos y cejas. Sus manos empuñadas a la altura de su boca con sus codos apoyados en la mesa. Ni yo había estado tan concentrada la primera vez que vi esta película. Sonreí para mis adentros, a pesar de esa expresión seria, lucía tremendamente adorable y lindo.

Había vuelto mis ojos al televisor cuando el estruendoso ruido emitido por lo que supusimos era un trueno, nos sacó de contexto. Nos vimos confusos por lo que bajamos el volumen del aparato y de inmediato distinguimos el sonido de la lluvia.

-Al parecer tendremos varios días como este. - Comentó estirándose a la vez que soltaba un suspiro. A la vez que me dedicaba una de sus miradas.

-Sólo espero que no haya nieve. -La verdad sí quería, pero no me apetecía que suspendieran las clases por una gran nevada y acabar con días extras en la universidad. - Ojalá no se congelen las cañerías. -Añadí recordando algo que encontré era importante. - ¿Baji?

-¿Sí? -Replicó rápidamente.

-¿Tu moto no se daña si por el tubo de escape entra agua? -Consulté, ya que al menos las que conozco si lo hacen. Al ver su mueca de pánico, supe que si era así.

-¡Maldición! -Espetó corriendo hacia la puerta a ponerse sus tenis, seguido de mi. Al abrirla la preocupación aumentó al ver la densa lluvia. El pelinegro no esperó y fue hasta donde su moto quitándose la chaqueta para cubrir las zonas que podrían ser afectadas. No quería quedarme de espectadora viendo como un amigo se mojaba mientras yo no hacía nada, por lo que fui hasta él con rapidez.

-Podemos meterla al patio trasero. -Exclamé sintiendo como si hielo colisionara con mi piel. Joder esta lluvia estaba heladísima.

Él sólo asintió y siguió mi paso. Cruzamos el portón de madera que posteriormente cerré caminando a través del estrecho pasillo que daba al jardín, que poseía un gran espacio techado. Al estar ya allí Baji lo primero que intentó fue encenderla. Lograba hacer sonar el motor pero de inmediato se apagaba. Maldijo innumerables veces e incluso insultó el clima. Sé que la situación era moderadamente seria, pero verlo dejar todo ese lado semi formal para ver a un chico enojado que por poco retaba a Zeus a pelear contra él por su amada moto, me hizo soltar unas pequeñas carcajadas que luché por ocultar fallidamente. Pude ver que cuando reía, el de ojos grises torcía su mandíbula y fruncía los labios.

-Aghh....-Se quejó alejándose de la moto arrojando su chaqueta al suelo entre tanto iba hacia donde las gotas chocaran con su rostro y ropa. dejándose caer tendido en el suelo, incliné la cabeza en señal de desorientación. - ¡Agua y un carajo, te odio! - Gritó colocando sus manos en su cabeza. Creo que Baji puede ser muy infantil al frustrarse. Sonreí por su actitud mientras me dirigía en busca de un paraguas. Mi ropa estaba lo suficientemente húmeda como para darme el lujo de seguir mojándola. Con el objeto ya abierto fui hasta donde el pelinegro murmuraba a regañadientes incontables insultos. Me puse en cuclillas junto a él impidiendo que al menos en su cabeza y pecho, no cayeran gotas.

LOLLIPOP •| Baji Keisuke |• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora