47-Con sus propias manos

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Mika no estaba sola.

Y es que, apesar de que los gatos no son como los perros, era una compañía, afortunadamente a Catty le gusta su nueva dueña así que era un buen paso, sin embargo el dilema de la gata no distraía su mente sobre el asunto de que Kimi no llamo esa noche.

Mika trataba de no mirar el teléfono cada 5 minutos, incluso pensaba en ello mientras esperaba que el veterinario revisara completamente a la gata, luego de comprobar que estaba perfectamente fue hasta la tienda más cercana y le compro algunas cositas necesarias y un bolsito bien lindo de color azul, para llevar sus pertenencias y otro para transportarla ¿Qué pensara Kimi de los gatos? se pregunto Mika de camino a casa, una vez dentro con la única compañía de la bola de pelos tricolor que al menos estaba bien educada, había usado de baño los periódicos y no el mismo suelo. La dejo en el suelo al entrar y pego la espalda de la puerta.

- nunca hemos hablado de mascotas- le dijo ella a la gata y frunció el seño tratando de echar cabeza - no, no que recuerde, tiene pinta de ser una persona más de perros, pero no sé qué piensa en general del tema ¿Sabes?- siguió hablando a la gata que ahora se había subido de nuevo al sofá - podría hablarle y comentarle sobre ti... Si me llamará... - murmuró con la ironía de una niña y suspiró- tonterías - soltó más para sí misma que para la gata se cambió de sitio en el sofá sin prestarle atención.-Debe estar ocupado.

Miró su pequeña sala y se sintió algo extraña, como si debiera estar en otro sitio con alguien... No era que no supiera estar sola, pues a Mika la soledad no le generaba un mayor problema. le gustaba el silencio, lo conseguía tranquilizador e incluso provechoso para organizar y hacer planes.

Pero estaba ahí en la penumbra de su sala sintiendo que había dejado un cabo suelto o había algo que no se había traído a casa consigo esta vez. ¿Es que se lo había quedado él? Hizo una mueca

-¿Nos vamos catty? - le preguntó a la gata-¿ crees que nos de tiempo de amarrar las cosas y volar a Suiza?

La gata movió elegantemente su cola y se lamió la patita delantera con mimo

-¿te gusta viejar, tigrita? -preguntó y la gata la miró un segundo. - creo que la prioridad ahorra mismo es prepararte el arenero que compramos. Nada de andar dejando gracias por ahí. Te lo advierto.

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Kimi estaba con casa llena. La cocinera, la limpieza, Christian que hacía las veces de asistente ocasional, Stefania, Mark y ... La pasante.

Kimi la miró através del espejo del gym, joven, alta, rubia, guapa, solicita, algo atrevida y bastante descarada... En otros tiempos podría haber respondido el a las señales, pero en vista de que no era más un hombre soltero... La chica representaba más bien un incoveniente, le agradaba, no era mala chica, pero le veía tatuada la palabra problemas en la frente en mayúsculas.

La chica parecía tener de referencia de comportamiento su yo de hace unos años, no parecía haberse percatado de que estaba rehabilitado.

El inconveniente recaía en que apesar de el haber rechazado discretamente en varias ocasiones las insinuaciones más obvias, e ignorado por completo las leves, había incluso dejado caer comentarios sobre Mika especialmente con Mark con la intensión de declara que estaba en una relación, le habia llamado por el apelativo de "Mi niña", la chica aún no desistida. No podía echarla, era la pasante de Mark para entrenadora y por lo que podía ver, el interés de el, pero joder que al menos Mika no estaba ahí para verlo, porque estaba totalmente seguro de que ella no lo vería con buenos ojos.

Con las cosas como estaban no quería más problemas. Vio a la chica siguiendo el ejemplo de Mark masajearle la pierna... Ligeramente mas arriba de lo normal. Dios santo, Kimi miro al techo y se movió sobre la camilla con el falso pretexto de acomodarse mejor sobre la superficie, pero funcionó para evitar más avances

Te quiero, Iceman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora