Estaba oscuro.
Hacía frío, muchísimo frío.
No podía ver nada. Nada. su cuerpo se movía en todas direcciones, a la merced del mar. Alguien le jalaba el cabello para que no escapara. No podía respirar. El peso del agua. La fuerza del agua. El frío. Hace mucho frío. No podía respirar, ya no podía contener la respiración un momento más.
Realmente sentía que no podía respirar, y fue eso lo que la hizo dar un brinco en la cama tratando por todos los medios de llenar sus pulmones de aire, luchando con brazos y piernas contra la pesadilla, no emitió un sonido porque seguía conmocionada. Estaba oscuro y no podía ver nada. Estaba sola en la cama. Sola. Primero se entretuvo tratando de respirar, estaba algo sudada y helada, sentía su corazón palpitar en su pecho muy rápido. Muy rápido, tanto que se llevó la mano al pecho como si con ello pudiera detenerlo. Luego miró alrededor, buscando a su tabla de salvación, pero Kimi no estaba.
Mika no tenía tiempo para pensar en ello, necesitaba frenéticamente calor, quitarse la horrible sensación de encima pues su pesadilla había sido muy vivida. Demasiado. Necesitaba terminar de despertar. Le picaban los ojos por el agua salada. Había sido tan vivido que casi podía saborear la sal en la boca y el frío helador del agua a su alrededor, aplastándola.
Se cubrió el rostro con las manos y recorrió un escalofrío.
- Maldita sea- soltó entre dientes furiosa de pronto. Se levantó muy lentamente y se fijó de que kimi seguía incómodamente dormido en un sillón cercano a la cama
Lo miró fijamente un momento, pero no podía ocuparse de pensar en él o en qué hacia ahí, no en ese momento, así que camino rígida hasta el baño, encendió la luz que era brillante blanca, la cegó un poco,y cerró la puerta. Fue hasta la bañera y abrió el agua al máximo de caliente, puso distraídamente algunas sales de una dulce y cálida fragancia, parecía una tontería en medio de aquella frenética necesidad de sacarse a sí misma de aquel estado, pero necesita el contraste.
Miro el agua y empezó a desesperarse de la nada, terminó girando a la poceta para vomitar todo lo que había comido unas horas antes, amortiguada por el chorro del agua sus arcadas casi no se escucharon en la habitación, para cuando se recuperó la bañera estaba casi llena, aún temblorosa se labo la boca en el lavamanos y se desvistió lentamente, dejó la ropa en el suelo y casi temblando de frío se metió en el agua caliente. Estaba muy caliente. Apretó los dientes y gimió por lo bajo hasta sentarse, se llevó la mano al pecho tratando de calmarse. Se escurre con cuidado, sujetándose de los bordes y sumergiendo la parte posterior de su cabeza en el agua. Con solo la cara afuera, respirando hondo y tratando de callar su mente. Basta. Basta. Basta.
- es solo un hombre- dijo en voz baja, para sí misma- es solo un hombre. Como cualquier otro. Es solo un hombre. No es un demonio. No es un fantasma. No puede vivir a la vuelta de cada esquina. No está aquí. No. No. No está cazando, y no va a ser una pesadilla para mí. Puedo con él, puedo contra el. el control lo tengo yo- masculló entre los dientes con furia, respiro hondo y se sumergió por completo. Bajo el agua, saco la lengua un poco y probó el agua dulce y caliente. Contuvo la respiración, con los ojos cerrados y luego se soltó de los bordes sumergiéndose por completo, contuvo la respiración y decidió quedarse bajo el agua hasta que ya no pudiese más, hasta que de pronto una manos la sacaron del agua con violencia haciéndola gritar. Cuando pudo ver bien se encontró con el superficialmente neutro gesto de Kimi, pero conociéndolo como lo conocía estaba horrorizado.
- ¿Qué haces?- le espetó él casi sin aliento y la zarandeó un poco. Mika estaba muda de la impresión
-¿ Qué...?
Ella bloqueo y se pasó la mano por el rostro, viendo que él estaba helado, sus manos estaban heladas contra su piel,
- yo ... - luego se dio cuenta de que Kimi pensaba que intentaba suicidarse - yo no estaba tratando de...
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Te quiero, Iceman.
FanfictionCuriosamente todas las cosas interesantes en la vida de Kimi Raikkonen tienen alguna relación con los autos. Mika, que nada sabe sobre fórmula uno jamás se imagino que terminaría tomándose una noche lluviosa con el mismísimo Iceman en persona. Nunc...