Jimin creía ya tener su pareja predestinada hasta que un inesperado giro pasa en su vida y se encuentra a Yoongi un alfa un poco rebelde y ansioso por tener a alguien a quien amar
Jimin no quiere aceptar que cuando vio a Yoongi su celo comenzo a su...
Bajaron del avión algo nerviosos y a la vez emocionados, luego de un año en otro continente volvían a ver Seúl, tan imponente y bonito como siempre.
— Volvimos a casa — habló y dió un gran suspiro entrelazando sus dedos con los de su pareja.
— Si... Ahora viene la parte más difícil... — respondió un poco nervioso.
— Yoon tienes que hablar con ella, para que todo se arregle — Le hablo dulcemente — así podrás vivir más tranquilo, además tienes que conocer a tu hermanito...
Otra cosa que le ponía nervioso, conocer al pequeño cachorro de los Min, su familia, si sacaba cálculos el cachorro ahora tendría unos 6 meses y moría por conocerlo, aunque se había peleado con su madre eso no le impedía querer a ese pequeño bebé que compartía su sangre.
— Sigo nervioso ¿Y si no quiere hablar conmigo Minnie? ¿Que tal si el bebé no me quiere como su hermano mayor? O-o tal vez...- — El peligris le había cortado con un beso.
— Yoonnie hablas demasiado, yo no tengo esas respuestas cariño, tienes que averiguarlas tú — le dijo sosteniendo al Alfa del las mejillas para que lo mirará.
— Quisiera que vinieras conmigo...
— Tal vez esa no sea una buena idea ahora Yoon, no creó que tu madre esté muy feliz de verme ahí, pero cuando llegues a la casa me contarás todo ¡Y me mostrarás fotos porque quiero ver al mini Yoongi! — El Alfa soltó una risa al notar la emoción del Omega, sabía cuánto adoraba a los bebés.
— Está bien ¿Sabés como encontrar la casa verdad?
Gracias al ahorro de los dos habían comprado una casa, ahora tenian donde vivir, ya no les parecía correcto separarse y vivir en las casas de sus padres.
— Lo sé, no te preocupes por mi, tu ve a arreglar las cosas con tu familia — le dió un beso y se separó para caminar hacía la salida del aeropuerto.
El rubio miró como su pareja tomaba un taxi, luego dió un suspiro y comenzó a caminar a la casa de sus padres.
Era momento de enfrentar el pasado.
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Toco la puerta lentamente, esperando a que alguno de sus padres abra, sus manos sudaban y todo su cuerpo estaba tenso, si no fuera por las olas de tranquilidad que le transmitía su Omega a través de su lazo estaba seguro que ya se habría desmayado.
Se paró un rato a esperar que abriesen, cosa que no pasó, uno, dos, tres, cinco minutos y no abrían, por lo que volvió a tocar la puerta.
— ¡Junwoo la puerta! — escuchó la voz de su madre.
— ¡Estoy ocupado Ji, un minuto! — ahora se escuchó la voz de su padre y un bufido de su madre y luego pasos acercándose a la puerta, algo que le puso sus músculos más tensos de lo que ya estaban.
