𝐒𝐢𝐧 𝐏𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 ♡︎𝓂𝒶𝓇𝒾𝒸𝒽𝒶𝓉♡︎

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Marinette: ¿ocurre algo? –habló después de tantos minutos en silencio y aún tomando mis manos.

Chat Noir: la...chica de la que estoy enamorado, es tan difícil poder decirle lo que siento, al estar frente a ella me quedo atónito y se me olvida lo que ya había practicado –dije con la mirada en nuestras manos.

Marinette: no debes practicar nada, Chat Noir, debes soltarte –en ese momento soltó mis manos y las coloco en sus rodillas– y decirle todo lo que sientes, que tu corazón, se deje llevar –sonrió.

Chat Noir: Gran consejo, princesa.

Hubo un silencio entre ambos, mi corazón estaba latiendo como loco, la expresión que tenía, jamás la había visto y es hermosa, encantadora, preciosa.

Chat Noir: que hay de ese chico que te gusta?

Marinette: no...no es posible, en realidad es como un romance fantasioso –suspiro– solo soy una chica torpe y el...–me miró a los ojos– él...es asombroso –sonrió tiernamente.

Entonces recordé cuando ella me dijo que Chat Noir era asombroso, osea yo, ¿Marinette esta enamorada de Chat Noir?

Chat Noir: Marinette...–ella me miró con una sonrisa tierna y me puse nervioso.

Marinette: ¿que pasa, Chat Noir? –me miró extrañada pero aún permanecía una sonrisa en su rostro.

Chat Noir: tu...estas ena...–me interrumpieron.

Sabine: Marinette! Baja por favor! –grito desde la cocina.

Chat Noir: será mejor que me vaya –me levante y me acerque con rapidez a la ventana.

Marinette: fue una agradable charla, Chat Noir, espero...que algún día, vuelva a pasar –sonrió con dulzura.

Chat Noir: te veré pronto, princesa –sonrió.

Me despedí y salí de la ventana, una sonrisa se posaba en mi rostro y era casi imposible fingir que no estaba feliz, llegué a mi habitación y me destransforme. Saqué el queso camembert que había en un cajon exclusivo para Plagg y se lo di, mi kwami aceptó el queso alegremente, mientras yo, yo me acosté en la cama, recordaba la cara de Marinette y su sonrisa, wow su sonrisa.

Plagg: no había visto esa sonrisa en tu cara, desde que esa chica te vio triste y te abrazo –dijo con la boca llena de camembert.

Adrien: ese día, dio me mas razones para amarla pero esta noche –me senté en la cama y lo mire con una gran sonrisa en mi rostro– está noche fue diferente, ella fue diferente, se comportó como nunca lo había hecho, hasta tomó mi manos! Y no solo por unos segundos, fueron minutos! –me dejé caer nuevamente en la cama mientras soltaba un gran suspiro de amor.

Plagg: dile lo que sientes chico, ella te dio una solución, ponla en práctica –dijo mientras olfateaba su queso.

Adrien: lo intentaré mañana, espero todo salga bien –cerre los ojos.

Al día siguiente🥀

Camine hacia Nino, el estaba en una banca escuchando música, me senté junto a él y cuando se percató de mi presencia se quito sus audífonos.

Nino: ¿que ocurre, viejo? Te...veo diferente ¿te cortaste el cabello? –preguntó intrigado.

Adrien: hoy será el día, Nino –lo mire con la misma sonrisa que anoche– hoy le diré a Marinette lo que siento!

Nino: ¿prácticaste toda la noche? –sonrió.

Adrien: me siento más confiado...

Nino: te deseo lo mejor, viejo –alzó ambos pulgares y entonces vi a Marinette.

Corrí hacia su dirección, ella me saludo con cortesía, la tome de la mano y la lleve a los casilleros, me asegure de que no se encontrara alguien ahí, pues me pondría mas nervioso de lo que ya estaba.

Ella me miraba extrañada, yo suspiré y sonreí.

Adrien: Marinette, no sabes cuanto me ha costado decirte esto, Nino me ha ayudado pero por mas que me esforzaba, las palabras no salían, es difícil hablar contigo porque no quiero decepcionarte, te mereces todo, Marinette, te mereces mas de lo que soy, pero trataré de complacerte y hacer todo lo posible por siempre verte tan feliz, no me imagino como sería mi vida si no estuvieras en ella.

Ella se impresionó e iba a decir algo pero yo seguí hablando.

Adrien: eres muy importante para mí, eres la chica que alegra mis días, es inevitable no sonreír al verte, eres todo para mi y eres mas de lo que merezco, yo...–tome sus manos y ella se sorprendió– yo te amo, Marinette, desde el día que te conocí, me has dado razones para amarte cada vez más y es imposible no amarte, porque eres perfecta –me acerque a ella.

Marinette: yo también te amo, Adrien!