𝐒𝐢𝐧 𝐏𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 ♡︎𝓂𝒶𝓇𝒾𝒸𝒽𝒶𝓉♡︎

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Ladybug: gracias por la ayuda, Volpina –agradeció entre dientes.

Volpina: y estabas convencida de que no me necesitabas –dijo en un tono engreído.

Ladybug solo soltó un bufido y me miró.

Ladybug: te...¿Te ocurre algo Chat Noir? –preguntó preocupada.

Chat Noir: tengo cosas que hacer –dije serio y usé mi bastón para ir a casa.

Necesito aclarar unas cosas con Marinette, aunque Felix sea mi primo, no seguiré permitiendo lo que sucedió ayer y lo que sucedió hoy en mi entrevista, no seguiré tolerando ver eso y no poder hacer nada.

Llegué a casa, le di de comer a Plagg y en cuanto terminó me volví a transformar, para después dirigirme a la casa de mi novia.

Solté un suspiro de cansancio y di dos pequeños y suaves golpes en su ventana, segundos después ella abrió con una sonrisa, se hizo a un lado para dejarme pasar y eso hice.

Marinette: hola, Chat –se puso de puntitas para poder besarme la mejilla.

Era un gesto tan tierno que no podía evitar sonrojarme.

Marinette: ¿como estas? –preguntó con una sonrisa, me tomó de la mano y me guió hasta su silla para que me sentará

Chat Noir: tenemos que hablar...–dije firme.

Marinette: ¿que pasa? –preguntó confundida.

Chat Noir: No me agrada la cercanía que tienes con el familiar del famoso Adrien Agreste –dije frunciendo el ceño.

Marinette: ¿Tiene algo de malo? –preguntó extrañada.

Chat Noir: ¡todo está mal, Marinette! Ayer besó tus nudillos y hoy te regaló una rosa ¿mañana que será? ¿Tu nuevo novio? –reclamó.

Marinette: Pará! Felix es un chico muy cabelleroso, al igual que Adrien, la diferencia es que Felix es mas serio y no se comporta tan extraño como Adrien.

Eso...¡Mierda!

Frunci el ceño y me acerque a Marinette, a tal punto que sentí como su respiración se cortaba.

Chat Noir: yo soy tu novio, Marinette, solo deberías recibir rosas de mi parte, abrazos de mi parte –me acerque aún más a ella– solo yo soy el único que puede besarte.

Marinette: debes aprender a controlar tus celos.

Chat Noir: tal vez, pero me es imposible controlarme cuando la copia del perfecto Adrien Agreste, te coquetea y tu no haces nada para evitarlo.

Marinette: ¿me estás culpando? –preguntó seria.

Chat Noir: solo te estoy recordando quien es tu novio –termine de hablar y la besé.

Dejé de recargar mis brazos en su escritorio y tomé la pequeña cintura de Marinette, ella posó sus manos en mis mejillas y correspondió a mi beso.

Nuestros labios se movían con coordinación, era un beso suave, lento, que daba a demostrar todo el amor que sentíamos uno por el otro, era un momento mágico.

Pero se vio interrumpido debido a que tocaron la puerta.

Sabine: Marinette, tienes visita, querida! –dijo desde las escaleras.

Nos separamos del beso con la respiración agitada y ella habló elevando un poco la voz.

Marinette: ¿Quién es? –preguntó extrañada.

Felix: soy...Felix ¿Estas ocupada? –preguntó.

Marinette abrió los ojos sorprendida, me hizo a un lado, yo fruncí el ceño y me crucé de brazos.

¿Ahora que quiere?

Marinette: dame un minuto! –se acercó a mí y susurro– sube al balcón, yo...yo averiguare lo que quiere y después lo mandare a casa.

Chat Noir: no hemos terminado esta conversación...

Marinette: terminaremos después.

Subí al balcón como ella lo pidio y mire el cielo intentando calmarme.
Marinette no hará nada para alejar a Felix, entonces tendré que obligar a Felix a alejarse de MI novia.

MARINETTE

Solté un pesado suspiro y abrí la puerta, Felix al verme sonrió e imite su sonrisa, entró a mi habitación y empezó a hablar.

Felix: me disculpo por la inesperada visita –se disculpó– pero olvidé darte tus audífonos –me los extendió y los tomé.

–Gracias, Felix.

Felix: Marinette, me preguntaba...

Marinette: ¿si? –dije dejando los audífonos sobre mi escritorio.

Felix: ¿te gustaría ir a cenar mañana? –preguntó con una pequeña sonrisa.

Marinette: oh...–solté un suspiro– Lo siento, Felix, ayudaré a mis padres con la panadería –menti.

Felix: entiendo...no hay problema –se acercó a mí y besó suavemente mi mejilla– te veo mañana en la escuela –me guiño un ojo y salió de mi habitación.

Mierda! Chat Noir!

Subí a mi balcón pero él ya no se encontraba, seguramente vio cuando se me acercó Felix y se fue molesto.

CHAT NOIR.

Seguí el auto de mi padre y cuando se estacionó para esperar que el portón se abriera, trabe la puerta del conductor y  abrí la puerta de Felix.

Chat Noir: tú y yo tenemos que hablar, sal ahora del auto –dije firme.

Él no mostró miedo ni confusión, sólo me miraba serio como de costumbre, le di espacio para que saliera del auto y así lo hizo.

Felix: ¿Que necesitas? –cuestionó.

Chat Noir: quiero que te alejes de Marinette, no vuelvas a acercarte a ella ¿Escuchaste, niño bonito? –dije con el ceño fruncido.

Felix: ¿Y si no lo hago? –preguntó desafiandome.

Chat Noir: será la primera vez que saldré en las noticias por atacar a la copia de Adrien Agreste –respondí seco.

Felix frunció el ceño, supongo que mi comentario le había molestado pero me sorprendí al verlo sonreír de forma engreída.

Felix: ya veo, Marinette es tan hermosa que incluso llamó la atención de un superheroe –soltó una risita burlona y apreté los puños– siento tanta lástima por ti.

Chat Noir: lastima? ¿Por qué? –pregunté extrañado.

Felix: porque nunca tendrás a esa lindura en tus brazos si no es solo para salvarla, sin embargo yo, gatito, yo tengo la oportunidad de estar junto a esa belleza y sin esconder mi verdadera identidad –sonrió egocéntrico.

Chat Noir: estas advertido, Felix

Felix: el que debería estar asustado...eres tú, Chat Noir, porque yo en un par de días me encontraré acariciando los antojables labios de marinette con mis propios labios –dijo en un tono arrogante.

Eso realmente me molestó, él me miraba con una sonrisa arrogante en el rostro mientras yo solo imaginaba una escena en donde Marinette besaba a Felix, apreté aún más los puños que perdí la cordura y le lance un puñetazo que él hábilmente esquivó, después me pateó el estómago con fuerza y caí al suelo.

Felix: ni tú ni nadie, arruinará mis planes –dijo serio– y te recuerdo que la victoria de nuestra primera batalla, es mía –me guiño el ojo, volvió a subirse al auto y este avanzó.

Él no volverá a ganarme.