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— ¿estás bien?... — le pregunto Ushijima mientras se dirigían al consejo.

— si, aún cuando se que no es permanente me duele dejarlo atrás.— se limpió una lágrima que resbaló por su mejilla.

 — bueno, llegamos... Recuerda cuando estés en el calabozo solo espera ahí, iré por ti una ves que me "corone" mi abuelo. —caminaron por el largo pasillo y antes de entrar Ushijima puso unas cadenas en sus manos

— bien... Igualmente tengo a los cuervos que me dejarán ver lo que pasa fuera.

— mantente tranquilo y que no te descubran. — le advirtió.

Al llegar al consejo el anciano sentado en lo que parecía un trono se puso de pie y se asercó a Hinata.

— sabes lo que as echó. — aquel anciano que se encontraba sentado en un especie de trono echo por ramas se puzo de pie al tenerlo frente a el.

— si y no me arrepiento. De echo lo volvería a hacer.— le dijo sin agachar su mirada pues no le tenía miedo al anciano.

— ¡¡¡eres una deshonra, tu comportamiento pone en riesgo a todos!!! — gritó asiendo que las paredes temblaran.

Hinata no se inmutó ante esto, no tenía miedo de él y aún cuando esté le miraba con superioridad Hinata no se sentía inferior más que eso le retaba con la mirada .

— no usted es el que está mal, sabía que la mitad de la población está formada por nosotros los mitad vestía, sabía que muchos de nosotros permanecen ocultos y prisioneros. — le dijo muy enojado puesto que en todo el tiempo que estuvo buscando personas que quisieran unirse a su causa encontró mucha gente que se encontraba prisionera al igual que las sirenas y esto le molestaba mucho.

— si lo se, está información se pasa de generaciones en el clan de las águilas para poder mantener a estás especies a ralla y evitar que escapen. — le dijo dándole a entender que no aria nada por ellas.

Hinata se enfado y por un instante sus ojos parpadearón a un rojo brillante en dónde su furia quería salir frente aquel hombre que no comprendía la gravedad de lo que decía.

— ¡¡No!!... Su majestad no tiene caso que discuta con el, no llegara a nada solo esperemos a que sea jusgado adecuadamente.— le dijo tras ver cómo Hinata estaba en su límite.

— tienes razón ya estoy viejo par estar discutiendo con una cría que no traera nada bueno, llévalo al calabozo...— dijo dirigiéndose de nuevo a su asiento y tocarse la cabeza al tener un dolor punzante

Tras esto Ushijima llevo a Hinata a una de las celdas del calabozo y lo metió a ella.

— estuvo serca Hinata, tienes que controlarte un poco más, puedes provocar su muerte si los dos se enfrentan. — le dijo algo enojado.

— no te enojes conmigo Ushiwaka,  el es el que no entiende la gravedad de lo que nos hace estar tanto tiempo ocultos en las sombras. — le dijo frustrado por la conversación anterior.

— si, pero entiendo mi abuelo es uno de los últimos que está siguiendo las reglas, tal cual los antiguos reyes lo hacían; mira una ves que el me corone sabré como hacer más reyes así cada especie tendrá un rey y no tendrá que sufrir más por la muerte de algún ser querido por la debilidad de sus cuerpos... Solo aguarda aquí unos días y así nos iremos. — le dijo colocando su chamarra en sus hombros viendo que el pequeño apartaba la mirada aún enojado.

— me resistiré lo que más pueda, en el momento en el que me arte me iré. — advirtió al más alto metiendo sus manos en la chamarra y sentándose en la cama de piedra.

Un Mundo HíbridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora