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Narra Hinata

— Lárgate de aquí, ¡¡¡ahora!!! — Mi primer instinto fue extender las alas y volar por encima llendo me lo más lejos posible

Yamaguchi Tanaka y Noya se quedaron atrás pero no podía detenerme me estaba controlando y no podía hacer nada al respecto.

Narra omnisciente 

— bueno te puedes deshacer de él, pero de nosotros no. porque serás rey pero no de nuestra especie. Así que lo diré una vez y claramente. Libera a Hinata. — grito un Yamagushi quen se encontraba claramente asustado, pero optando una pocicion de ataque.

— bien dicho, anda saco de pulgas has lo que te decimos — Tanaka tambien se puso en pocicion de ataque apoyando al alto de pecas.

— sí eso. — Noya no se quedo atras.

— no seré su rey, pero por faltarme al respeto merecen la muerte. — dijo gruñendo y mostrando los dientes. — !! largense o me los comeré a todos ¡¡ 

— no hasta que lo liberes¡¡ — grito tanaka quien ya se sentia un poco acobardado.

—  no me importa morir si con eso ayuda mi rey¡¡ — noya sin envargo estaba decidido a morir si so podia ayudar a Hinata.

— bien lo libero. — dijo sin mas el animal —  de mi mordedura — se le veia  triste y decaido al decirlo —  pero lárguense  ¡¡¡¡ahora!!!! —  gruño más que gritar, pero esto hizo  que la casa retumbara por completo, asustando a los tres y provocando que salieran corriendo del lugar.

Aún estando lejos de la casa se pudo escuchar el aullido de dolor de aquel animal, rápidamente los 3  se dirigieron a dónde Hinata se encontraba, viendo que esté  estaba sentado frente a la puerta de su casa.

— cómo estás cómo te sientes — pregunto yamagushi al estar frente a él.

— me siento como una basura y pensar que tiene control  de mi — hinata se sentia mal y le dolia el pecho de pensar en todo el control que teni en el.

— a nosotros nos dijo que te liberaría, pero no sabemos si eso será verdad o mentira, lo descubriremos en tu próximo celo. — Noya no queria pensar en que abian fayado solo esperarian.

Los tres entraron a casa de Hinata, dónde fueron bien recibidos por su madre y hermana, al día siguiente todo fue normal, a esepcion de que Kageyama y Hinata solo empeoraban más y más.

— Kageyama no cres que deberías detenerte ya— aconsejo suga al pelinegro.

— a qué te refieres. — se hiso el desentendido.

— a eso.— le dijo apuntando a un pelinaranja que salía del gimnasio arrastrando los pies — el no se ve bien y tú tampoco mira esas ojeras, hace cuánto que no duermes bien.

— es..eso no importa. — kageyama desvio la mirada del mayor.

— Como que no importa? Kageyama Tobio eres parte de mi equipo, y mientras sea así, todo me importa y más si eso afecta al equipo, tu mejor que nadie sabe que puedo dejarte en la banca, por sobre esforzarte. — regaño esta vez probocando que Kageyama se estremeciera, miro asía la puerta y salió por ella buscándo a aquel pelinaranja quien estaba sentado en la rama de un árbol.

Se asercó a él sin hacer ruido,  con la intención de asustarlo.
El teléfono de Hinata sonó y este contesto casi de inmediato.


Sabés que no puedes llamarme en horas de escuela.

Lo siento pero es algo importante

no Importa, no puedo dejar que nadie sepa que hablo contigo, tendría muchos problemas

Un Mundo HíbridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora