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Daichi se acercó lleno de nervios a suga lentamente puso sus manos sobre sus hombros para después acercar su rostro, mirar por última vez aquellos ojos grises, para finalmente cerrar sus propios ojos y unir sus labios en un dulce beso, suga río por lo bajo pues sus nervios no tenían otra forma de salir, Daichi le siguió soltando una pequeña recita estaba realmente nervioso pero simplemente siguió. Separándose por un momento luego bolviendo a unir sus labios en un beso un poco más apasionado, Daichi bajo lentamente el beso al cuello de Suga, subiendo por el y mordiendo levemente el lóbulo de la oreja escuchando un quejido del peli plata.
Daichi bajo dejando marcas a su paso; movió sus manos de los hombros de suga a su cintura tomando el extremo de la camisa y subiendo la dejando a la vista todo el torso desnudo.

— Daichi no me mires tanto que me da vergüenza.

— lo lamento es solo que eres hermoso.

— esto es una tortura, suga puede recordar a detalle nuestra primera vez ... Y la última — Daichi quien estaba parado en frente de ambos suspiro al ver como suga tiraba de el y lo tiraba a la cama para seguir besandose.

Al mirar por la puerta de la habitación vio como el conejo bajaba las escaleras y fue tras el, no sin antes dar un último vistazo oyendo las risas de ambos.
Al salir por la habitación y bajar las escaleras llendo al pateó trasero encontró se con la última escena.

— no te lo voy a permitir, alejate de el .

— entiende que es por tu bien y el de el también.

— entreguen se ya Daichi, si no lo hacen no podremos mantenerlos a salvó.

Daichi mantenía a suga refugiado en su pecho con sus alas a su alrededor mientras que ambos padres del pelinegro y un grupo de guardias de la corte les pedían que fueran con ellos.

— no puedo creer que retes a tus padres de esa manera.

— por ti lo aria mil veces.

— [ me siento mal por lo que voy a hacer].— pensó suga al inclinar a Daichi un poco y besar sus labios.

Daichi sorprendido paso sus alas hasia atrás y soltó ligeramente el agarre en la cintura de suga; quien aprovecho y se retiró llendo a dónde estaban los padres del contrario. — lo siento mucho Daichi pero no haré nada que te ponga en riesgo. — tras decir eso Daichi tembló pues no le importaba lo que a él  le pasará pero si algo malo le susedia con suga se volverá loco.

Daichi sin ganas de ver eso continuo buscando al conejo quien con varias pisadas en un mismo lugar llamo su atención llendo nuevamente dentro de la casa .
Este corrió a la cosina  y Daichi fu tras de él, al pasar la puerta se encontraba en la azota  del instituto donde suga estaba sentado en la barandilla .

— no recuerdo esto — dijo Daichi detrás de ambos viendo como se asercaba suga y le besaba

— tu no eres mi Daichi y este no es mi mundo.— dijo para finalmente ponerse de pie y dejarse caer asia atrás escuchándose a si mismo gritar el nombre de suga.

De pronto toda la habitación se torno negra dejando ver al conejo a unos metros de el.

— suga? — pregunto acercándose al animal.
El cual comenzó a crecer tomando forma humana.

— aún cuando fueron pocos los momentos en los que estuve con tu verdadero ser me hiciste feliz, apreciado y amado.
Pero una ves que el consejo borró mis recuerdos me sentía vacío y que algo me faltaba.
Y tú solo me ebitavas y apartavas si me acercaba demasiado. Comence a tener bagos recuerdos de ti el día que mordiste mi oreja.

— perdón por eso

— al contrario gracias. Cuando me asustaste en la calle. Llore porque creí que solo yo sentía algo por ti. Además de que me asusté mucho jeje

Un Mundo HíbridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora