prólogo

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La oscuridad susurró su nombre con anhelo en su voz. No respondió.

Luego el llanto de una débil alma pidió ser consolada. Lo ignoró.

Su cuerpo no reaccionó por mucho que quisiese moverse. La oscuridad dijo que esperara, que aguardara, pero él no quería, no quería regresar a ese lugar si conocía su realidad. Lo solo que se sentía fuera de allí.

No deseaba tener esa imagen, ese recuerdo nuevamente frente a él. Deseaba solo...

¿Qué deseaba?

¿Qué debía esperar?

La oscuridad respondió que no temiera, que ella estaría con él siempre... siempre...

Sin embargo, los carmines ojos frente a él, decían todo lo contrario... Se burlaban de él.

Destino Fragmentado. SasunaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora