Capítulo 5

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El camino a la galería no había cambiado en nada, por lo general tomaban la carretera estatal, la cual era adornada por sendos árboles perennes, pinos para ser más exactos, las puntiagudas hojas verdes del árbol, le daba un aspecto solemne y de cuentos de hadas, al camino por delante.

No debieron manejar por demasiado tiempo, el edificio se encontraba en las afueras de la ciudad, entre la casa de playa dónde Jungkook vivía en la actualidad, y el antiguo hogar de Yoongi.

Al estacionar el coche, bajaron con decisión y doblaron la esquina, los tres se quedaron boquiabiertos, la entrada de la galería, esa hermosa puerta de vidrio tintado, y columnas doradas con el gran cartel "Golden Closet Paint", estaba completamente destrozado.

— Llama al 911

Jimin tomó el móvil y mientras hacía la llamada, Jungkook se acercó al mural. Era una pequeña sección de piedra dónde alguna vez había plasmado su mano y la de Yoongi. Acarició el cemento rugoso y seco. Cerró los ojos y mientras apretaba el pequeño trozo contra su pecho, la voz del peliblanco volvía con fuerzas a su cabeza.

—¡Conejito! ¡Conejito! He tenido la mejor idea del mundo

Gritó el chico completamente emocionado. Jungkook levantó la vista, esos ojos azules, tranquilos y llenos de amor y alegría.

— ¿Qué piensas señor Casper?

Preguntó el menor, mientras reía al ver la emoción de su novio.

— ¿Por qué no hacemos una obra en vivo?

Jungkook inclinó ligeramente su cabeza de costado, un hábito que hacía cuando no entendía del todo lo que la otra persona quería decirle. Yoongi apretó su dedo contra su nariz, haciendo que se arrugara levemente mientras el pelinegro reía.

— Me refiero a que hagas una obra frente a todos en la apertura...

— Pero Suga... necesito tiempo para hacer una, no es fácil ni rápido

Pero la gran sonrisa del chico, calentó su corazón, y mientras terminaba accediendo, su cerebro comenzó a trabajar a gran velocidad, tenía solo horas para pensar en algo. Y mientras oía la caldera prenderse y el agua comenzar a caer desde el baño, comenzó a escribir sobre un papel algunas ideas

Jungkook abrió los ojos y observó lo que quedaba de su idea maestra, había mandado a Yoongi a comprar cemento de secado rápido, y había hecho piezas con ayuda de moldes, las piezas encajaban perfectas la una con la otra. Las pintó para que al resolverse pudiera verse su rostro... el rostro del único amor que amaría en toda su vida Min Yoongi.

Habían resuelto entre ambos el rompecabezas, ver llorar a su Caspercito mientras admiraban la obra había sido una de las experiencias artísticas más sublimes que jamás había sentido.

Dejó caer más lágrimas, y ahora por la avaricia de un idiota, se había ido, lentamente el universo le estaba quitando todo aquello que le recordaba a él.

— Encontraremos al idiota que hizo esto

Pero el pelinegro negó con fuerzas, le daba igual, si el universo era un despreciable hijo de puta, lo sería con la persona que destrozó todo eso.

— Sólo... quiero recuperarlo Tae

Hizo una leve señal a la pieza que tenía en la mano, el rubio asintió, haciéndole un gesto a Jimin, que acababa de terminar de hablar con los servicios de emergencia.

— No creo que hayan querido llevarse, seguro todo está aquí ¿Sí?

Los tres se arrodillaron y lentamente comenzaron a separar escombros, vidrios y basura, no pasó demasiado tiempo para encontrar la primera pieza, y luego una segunda y una tercera. La policía llegó, fue recibida por Jimin quién los dejó pasar al lugar y comenzar a hacer las pericias necesarias.

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