𝑼𝒏 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒐 𝒚 𝒆𝒍 𝒔𝒖𝒊𝒄𝒊𝒅𝒂

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Advertencias: Spoilers de la novela storm bringer.

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Jane explico la extraña petición del castaño, su jefe quien ya sabía las intenciones de Verlaine, decidió no interferir más, seguiría cada indicación del chico. Ahora la muchacha caminaba en la oscuridad, totalmente sola. Se dirigía a las afueras de la ciudad, tenía un paquete muy especial para el suicida.

—Hola— asomó la cabeza por la puerta de aquel trailer—. Esto es más ordenado de lo que pensé.

—Mi amada flor de loto, pasa por favor— le indicó con una seña que se acercará—. ¿Seguiste mis instrucciones antes de venir?

La azabache afirmó quitando una mochila de sus hombros—. Ten, estos son todos los documentos confidenciales.

—Si no fuera a recibir una visita más tarde, te pediría que te quedaras conmigo— El de vendas suspiro para sentarse en la cama.

—¿Recibes muchos invitados siempre?— Jane saco más cosas del fondo de la mochila.

No, si alguien se acercará lo mataría.

—Te traje algo de cenar— mostró un recipiente con algo de cangrejo en conjunto de arroz y una salsa—. Te ves anemico.

—Tú también has bajado de peso, pero podría ser por la falta de sueño— sonrió mientras recibía aquel topper morado.

—Morirás con dolor si no descansas— sentencio Jane tomando la mochila otra vez—. Debo irme, Mori necesita de mi presencia.

—Lo haré— se puso de pie para despedir a la joven—. Trata de sobrevivir.

—Cuidate Osamu— le dedicó una sonrisa después de bajar brincando para empezar a caminar.

Su plan fué sencillo, pedirle los papeles antes de empezar a ser acechado por la calamidad. Jane llegó a las instalaciones de la mafia, dónde casi corriendo se dirigió a la oficina del jefe. Debía seguir el plan del suicida sin rechistar, sus estrategias jamás fallaron.

Pasó días donde no se despegaba del jefe, literalmente dejó su oficina para empezar a trabajar juntos, el hombre disfrutaba de su compañía, pero pronto comenzó a incomodarlo, pues lo seguía a todos lados. Su jornada acabo con Mori desesperado por un tiempo a solas.

—Elise-chan puede cuidar de mi— el hombre empujaba a la joven para que saliera de su habitación—. Ve a otro lado, Jane, las jóvenes de tu edad se pueden divertir mucho.

—Pero es necesario-

—Es una orden— el ojivioleta la interrumpió y sonrió para cerrar la puerta en su cara.

—¿Esto está bien?— suspiró resignada, dió la vuelta y camino hasta su habitación. El sonido de su teléfono la hizo saltar del susto, era Osamu.

𝑺𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 [Cʜᴜᴜʏᴀ x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora