Jennifer
Han pasado días desde que Lance me secuestró, la temperatura no ha subido y lo único que veo es un vasto océano alrededor del barco, tengo una rutina que comienza justo al despertarme, me pongo la ropa que Lance deja para mí, Platina se lleva mi ropa del día anterior, desayunamos mientras conversamos, picamos hielo, hacemos diferentes tareas respecto al inventario o limpieza, tenemos nuestro almuerzo, Platina y yo entrenamos un poco defensa personal sin armas, tenemos un par de horas libres que usamos para descansar o leer un poco, continuamos con nuestra lista de tareas, cenamos, cae la noche y me dirijo a la habitación de Lance, me doy un baño de agua caliente y me acuesto, Lance llega siempre una hora después y se acuesta a mi lado, a veces me abraza y a veces no. Si bien nunca he sido fanática de las rutinas, sé que es lo único que puedo hacer en este barco, he mantenido mi distancia de los soldados y manteniendo mi postura a la defensiva, he de admitir que me estoy cansando de estar siempre en guardia, daría lo que fuera por un día tranquilo sin tener que cuidarme la espalda todo el día.
A la mañana siguiente todo parecía transcurrir con normalidad, Platina y yo terminamos con nuestro desayuno y vino un hombre hacia nosotras.
-Señoritas, les aviso que vamos a hacer una parada las próximas horas, ustedes tendrán la opción de bajarse si les apetece para tocar tierra firme, para que se preparen.
Tal aviso me llenó de felicidad, después de tantos días en el gélido mar, al fin podría poner mis pies en la tierra, al menos por un rato, ese día Lance me había preparado un conjunto sin capa larga, así que podría moverme más cómoda por la tierra sin preocuparme por ensuciarla. Lance siempre me trae muy elegante para estar en un barco secuestrada, yo hubiera esperado que me diera harapos o algo por el estilo, pero parece disfrutar verme vestida con la ropa que él me escoge.
Contenido intelectual de Beemov.
- ¿Bajará del barco señorita?
-Por supuesto que sí, quiero sentir la tierra firme por al menos un rato.
-Entonces le preparare una bolsa.
Dos horas después se divisó una isla, estaba cubierta de nieve la mayor parte, pero eso ya era lo de menos, Jennifer ya quería bajarse de ese maldito barco y sentir el suelo, sin balancearse con las olas del mar. Una vez que se bajó se dijo a sí misma:
-Te extrañé tierra firme
Jennifer no tenía tareas pendientes por realizar, Lance le había despejado la agenda para que ella pudiera moverse a sus anchas por la pequeña isla, cada vez le daba más libertades, todo el mundo creía que era porque la tenia amenazada, pero en el fondo, Lance quería comenzar a tener un acercamiento con ella. Dormía todas las noches a su lado, podía oler su exquisito aroma en sus sabanas, vestía la ropa que él le dejaba, y como si fuera el colmo, ahora hasta comenzaba a soñarla, le atraía de una manera que no sabía cómo explicarse a sí mismo. A veces, cuando Jennifer estaba ocupada con sus deberes en cubierta, Lance bajaba a la habitación, la cerraba con llave y tomaba una de las cobijas, olía su esencia humana a través de las sábanas, y no se detenía hasta correrse en las cobijas, realmente estaba comenzando a obsesionarse con Jennifer, pero no quería demostrárselo, no aún, sabía que ella no lo toleraba totalmente, quería ganarse un poco más su confianza para atacar, y esta bajada en la isla sería la ocasión perfecta. Él la haría suya, costara lo que costara, él detestaba perder algo, si algo caracterizaba a Lance era que él nunca se rinde, y sabía obtener lo que quería, sin duda Jennifer sería un reto para él, pero estaba dispuesto a intentarlo todo para poder follarsela, las ganas lo estaban consumiendo por dentro.
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Yo te encontraré
General FictionA veces no importa lo que pase entre dos almas, si están destinadas a estar juntas, encontraran su camino para unirse entre sí, encajaran a la perfección a pesar de los obstáculos y el pasado. Lance tiene un odio y resentimiento a Eldarya por lo que...