Yo te encontraré

Temporada 3. Ch 13. Que comiencen los juegos

Ambos se escabulleron de la fiesta a hurtadillas y se fueron a la habitación de Lance, alguna vez la de Jenny.

-Te ves preciosa con ese vestido, pero te verías aún más hermosa si te lo quito

-Dice Caliban que no me lo vayas a romper porque si no Shokka se enoja jajaja

-Puedes decirles que no se preocupen, si se rompe yo lo pago

Lance puso de espaldas a Jennifer y la tomó de la cintura para atraerla hacia él, besaba su cuello desesperadamente mientras jalaba la prenda superior para poder arrancársela. Mordía y pasaba su lengua por donde él quisiera, y la chica solo se dejaba llevar, podía sentir cómo el cuerpo del dragón se estaba tensando y desesperado por hacerla suya. Lance le dio la media vuelta para quedar de frente y la presionó contra la pared, tomándola con ambas manos de sus muslos y levantándola a su altura, ella se sujetó de su cuello mientras lo besaba en los labios, Lance le arrancó cada una de las piezas de su conjunto y ella le desabrochó toda la parte superior de la armadura, sentir los tonificados músculos del dragón hacían que se excitara todavía más. Él solo siguió sus instintos y se la llevó a su cama, la tenía aprisionada en sus brazos, y en un solo movimiento apresurado, Lance le quitó la última prenda que le quedaba, dejándola completamente desnuda, el aroma de la Aengel se impregnaba en sus sabanas, y ahogaba pequeños gemidos mientras el dragón bajaba sus labios hasta sus piernas. Habían pasado tantos años desde la última vez que estuvieron en esa situación que Lance perdió el control de sí mismo y de su forma humana, y varias escamas azules comenzaron a brotarle en sus brazos y piernas, sus dientes se afilaron y sus pupilas se convirtieron en las de un dragón. Abrazó a Jenny de las caderas y besó sus partes íntimas, saboreándolas y clavando un poco sus garras para tenerla bien sujeta, Jennifer no podía con tanto placer que eso le provocaba, se sujetaba fuertemente de las sábanas porque sus manos y pies se tensaban, solo sentía la lengua de Lance explorar toda su intimidad, y sus jadeos se escuchaban por toda la habitación, la luz de la luna por la ventana era la única iluminación que había, haciendo que solo pudieran verse a ellos mismos y nada más. Jennifer estaba tan mojada que ya no podía aguantar más, sintió una corriente de energía por todo su cuerpo y su espalda se arqueó instintivamente, Lance levantó su cara y mordió uno de sus pechos mientras pasaba su mano por la vagina, Jennifer recuperaba su respiración y abrió los ojos para ver al dragón, quien se lamia dos de sus dedos, empapados de ella.

-Eres tan deliciosa, pero aún no acabo contigo

Lance la giró y ella terminó dándole la espalda mientras él sujetaba sus manos contra el colchón para que no se moviera. El dragón se había quitado la ropa que le quedaba mientras disfrutaba de Jennifer en su boca, ahora ya no había prenda alguna que separara sus cuerpos

- ¿Recuerdas lo que te dije en el bosque? Quiero que lo digas, quiero oírte, y te prometo que seré completamente tuyo, pero quiero que salga de tus preciosos labios- dijo mientras le susurraba y besaba la parte trasera de su cuello

- ¿Solo mío? - dijo con dificultad

- Sí, aquí tendrás a tu dragón siempre que quieras, pero yo quiero a mi Aengel

-Sí Lance, yo...quiero que me hagas tuya, ahora y siempre

-Pequeña pimpel salvaje, mañana por la mañana estarás impregnada con olor a dragón

En cuanto terminó de hablar metió con delicadeza su miembro y ella emitió un gemido de placer, cada vez iba más rápido, y cada embestida que le daba aumentaba la fuerza, sus gritos no tardaron en escucharse, y el dragón se excitaba cada vez más con cada jadeo que oía. Lance mordía su hombro izquierdo y un hilo de sangre corrió por la espalda de Jennifer. Ella también comenzó a perder el control de su verdadera forma, y sus colmillos también se afilaron un poco, no pudo evitar morder el brazo de Lance que sujetaba su mano, y esto solo aceleró aún más el ritmo de sus embestidas. Las sábanas se rasgaron, el vestido quedó hecho pedazos, marcas de arañazos y mordidas se hicieron visibles por el cuerpo de ambos, eso y muchas cosas más sucedieron antes de que los dos terminaran, un gruñido de Lance sonó antes de que se corriera dentro de la chica, y ella ahogó un grito antes de terminar también. Los amantes terminaron empapados y agotados, las piernas de Jennifer temblaban y Lance estaba recuperando el aliento, se recostó a su lado y la abrazó fuertemente mientras disfrutaba de su aroma a vainilla en su cuello, los dos se quedaron dormidos al instante, y no se soltaron durante toda la noche.