Temporada 1. Ch. 5. Celos

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Leiftan

Han pasado ya varios días desde que Jennifer logró comunicarse con nosotros, realmente estaba muriendo de los nervios por ella, desde que llegó al CG no puedo perderla de vista, antes de conocerla tenía sueños con su silueta, una chica se me aparecía mientras dormía, solo podía verla de la espalda, pero cuando la vi por primera vez pude sentir que era ella, se veía tan pequeña, tan indefensa y perdida, realmente estaba asustada. Rápidamente nos hicimos amigos, teníamos una conexión increíble y mi corazón latía con fuerza cada vez que escuchaba su voz, ella hacía que me olvidara de mis planes de conquistar Eldarya por un momento, y a veces, cuando ella se sentía un poco triste salía a la fuente del CG a mitad de la noche, se sentaba en una roca y comenzaba a cantar en voz baja para sí misma, unas cuantas veces la llegué a escuchar cuando la seguía sin que se diera cuenta, sé que no es correcto espiar a las personas así, pero no podía dejar que se paseara como si nada durante las noches, pero tampoco quería regresarla a su habitación porque sabía que necesitaba esos momentos para estar en paz, así que solo me aseguraba de que estuviera bien. Ella siempre cantaba un repertorio de canciones, algunas en idiomas que yo desconocía, pero siempre había una canción con la que comenzaba, nunca le pregunté el nombre, no quería que ella supiera que yo estaba ahí, pero la canción decía "hoy quisiera detener el tiempo, la distancia entre los dos, pero se apagó la luz del cielo, ya no sale más el sol", era una canción que la ponía feliz, yo solo me deleitaba con su dulce canto, era tan armonioso y divino que me hipnotizaba y a veces olvidaba que estaba escondido. Algunas veces envié a Lance a verla para que ella desconfiara de la guardia, como aquella ocasión en la que le ordené que le diera un trozo de cristal para que la aceptaran en la guardia, o cuando le dije que le dijera que él podía ayudarla a regresar a la tierra, claramente esa parte era mentira, pero quería que se alejara un poco de la guardia, aunque puede que haya sido mi peor error enviar a Lance a verla. En un principio, Lance obedecía las ordenes al pie de la letra, pero un par de ocasiones tuvieron encuentros no planeados, como aquella vez en la que tuvo que golpear a Valkyon con un sartén, o cuando íbamos camino al templo Fenghuang, desde entonces, Lance comenzó a hacer cosas que en un principio no parecían tener sentido, como pasearse por el CG en la noche cuando no tenía razones para estar ahí, me preocupa que haya llegado a poner su atención en Jennifer, él es una persona cruel, es despiadado y esta lleno de ira, pero esta ira demuestra que aun es capaz de sentir cosas, y me enfurece la idea de que haya llegado a sentir algo por ella, no por nada la solicitó específicamente a ella en la prisión para hablar, claramente ya tenía planeado cómo escapar, pero de todos los rehenes que pudo elegir, escogió a Jennifer, pudo haber tomado a Ewelein, a Ezarel, e incluso a Miiko, pero no, decidió llevársela a ella. Todos en el barco tienen miedo de que Lance le ponga una mano encima a Jennifer, Ezarel esta como loco dando vueltas todo el día, puedo entenderlo, es su mejor amiga, Nevra solo se queda quieto y se pierde en sus pensamientos imaginando las posibilidades, Valkyon esta muy confundido porque su hermano ya no parece ser lo que era antes y ya no sabe de lo que es capaz, pero yo sí, y muy a mi pesar sé que Lance no le pondría encima un dedo a Jennifer, será capaz de secuestrarla, encerrarla, hacerla llorar, de lanzarla al mar, pero no de tocarla de manera inapropiada, todo un toque de él, Jennifer jamás aceptaría que Lance se le acercara, ella tiene que alejarse de él, el único que podrá tenerla seré yo, es mi alma gemela y lo sé desde que la conozco, no dejare que Lance se interponga en mi camino.


Faltaban pocos días para llegar a Memoria, Jennifer había despertado temprano, esperaba encontrar a Lance aun en las cobijas, pero nada, él se había ido antes de que ella despertara, y como de costumbre le había dejado ropa en el escritorio, pero esta vez había algo diferente en la ropa, algo que jamás imaginó que Lance le dajaria: una daga.

Faltaban pocos días para llegar a Memoria, Jennifer había despertado temprano, esperaba encontrar a Lance aun en las cobijas, pero nada, él se había ido antes de que ella despertara, y como de costumbre le había dejado ropa en el escritorio, pero ...

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