Yo te encontraré

Temporada 6. Ch 7. Pequeñas alas

Pasaron un par de semanas y las cosas en el CG se veían maravillosas, era una paz contagiosa. En la sala del cristal se levantaron dos piedras de homenaje, con dos nombres tallados en ellas; Valarian y Valkyon. Guerreros honorarios del CG, que murieron en batalla y en su valentía. Lance y Jennifer miraban la piedra de Valkyon.

- ¿Qué crees que pensaría?

-Él estaría orgulloso de ti Lance, y seguro te daría las gracias por tomar su lugar en la crianza de tus sobrinos

-En ese caso, haré lo mejor que pueda para que honren la sangre de Valkyon, estos niños son su descendencia, lo que queda de él, me encargaré de guiarlos a un futuro brillante y que no se vea truncado por el destino, y que no terminen haciendo lo que yo hice.

Jennifer tomó la mejilla de Lance y lo hizo mirarla

-La vida fue dura contigo, aprendiste mucho en el camino, al igual que yo, creo que Astrid y Kero tendrán al mejor maestro y guía.

Lexie había encontrado empleo en la biblioteca y ayudaría a Ykhar a encargarse de su organización, al igual que de los archivos importantes y los reportes o registros, lo cual ayudaba a Ykhar a no cargar el peso completo de la biblioteca y poder pasar más tiempo con sus dragoncitos.

Jennifer y Lance acordaron que reanudarían sus planes de matrimonio, las cosas no podrían ser mejor, el momento era perfecto, y no querían dejar pasar más tiempo. Solo asistirían sus más cercanos amigos, sería algo muy íntimo, privado, solo rodeados de quienes más querían. Mathieu tomó el lugar de Valkyon como padrino, al principio se sentía extraño y que el nombramiento no debería corresponderle, pero Lance le convenció argumentando que no podría haber otro chico al que le daría el honor, al final el humano quedó encantado. Shokka decidió cambiar algunas cosas del vestido de su hermana, se le ocurrieron un par de ideas los últimos días y quería ver si valía la pena.

-Shokka, no quiero presionarte, pero me caso esta tarde y aun necesito que alistes a Koori

-Koori usará un conjunto que se llama Diva Kitsune y no es difícil de ponerse, lo único que tendría que hacer yo sería decirle si ya lo tiene bien puesto o no

-Bien de acuerdo, es solo que siento que te tardas las mil eternidades y muero de los nervios

-Y si sigues temblando te picaré con la aguja, ¡quieta mujer!

Jennifer respiró profundamente, Caliban le dio un vaso con agua y ella lo bebió tranquilamente

-No soy experto en moda, pero seguro vas a deslumbrar allá chica. Shokka, quiero que cuando me case con Koori le diseñes algo digno de una princesa kitsune, y no me vayas a salir con que no lo harás.

-Shokka Aresson, diseñador del vestido de la princesa Aengel y la princesa de Genkaku, quisiera enmarcar los títulos en oro- dijo Shokka

-Sigo sin creer que somos de la nobleza Aengel, es decir, seré todo menos un príncipe- dijo Caliban

-Lo mismo sigo pensando, esto no cambia en nada lo que siempre hemos sido, pero saber que tenemos sangre azul hace que me sienta especial- contestó Shokka

-Solo no dejemos que esto se nos suba a la cabeza, bueno excepto Caliban, si el se casa con Koori no solo sería el hijo de la reina Lilith, sino también legitimo consorte de Genkaku, si es que seguirá existiendo ese reino después de todo el desorden que hubo- dijo Jennifer  

-Koori y yo lo hemos hablado, pero por el momento no tenemos ninguna gana de dejar Eel. Ella decidió contactar a su madre después de tanto tiempo, quiere ver si ella es capaz de tomar el trono, al menos hasta que se decida qué hacer, ella es la única sangre real que queda, al pueblo kitsune, muy a sus quejas de ser mujer, tendrá que obedecer a Koori y a su madre.