Siete años la había buscado, siete años confundido de lo que fue la desaparición más extraña del siglo en Eldarya, jamás se había perdonado el haberla perdido en aquella isla, y con el temor de no volver a saber de ella, no sabía quien se la había llevado, cómo, o en qué momento, pero en el fondo de su corazón sabía que estaba viva, que su corazón latía en su reencuentro. Al final obtuvo lo que buscaba, se reencontró con la mujer que le había cambiado la vida años atrás, y con ello, respuestas a todas aquellas dudas que lo atormentaron cada día desde su desaparición, y a pesar de que ella no recordaba quien era él, el destino hizo que sus almas y cuerpos volvieran a juntarse en uno solo una vez más. Un año pudo disfrutar de su cálida presencia, su carisma, su angelical voz, su sonrisa, su amor, pero la vida siempre daba giros inesperados, siempre supo que ella seguía con vida, pero solo recuperó a la chica para verla morir ante sus ojos. Cuando el dragón tomó la mano de la Aengel mientras intentaba reanimarla, resbaló el anillo que siempre portaba en su dedo, haciendo que cayera al suelo una vez que su corazón dejó de latir, al igual que Lance una vez que lo sedaron.
Ahí estaba él, tumbado en la arena en la noche, con el anillo en su mano, apretándolo con fuerza mientras las lagrimas le brotaban de los ojos y el hielo cubría gran parte de su cuerpo y su alrededor, llorando su perdida a las estrellas. ¿Por qué había sido así el destino con él? ¿Por qué fue tan cruel con ella? Él sabía que él merecía el tormento, su pasado lo delataba, tantas vidas que arrancó por venganza a los dragones del pasado, sus pecados aun le perseguían, pero ¿qué culpas cargaba ella? ¿Por qué la vida fue tan injusta? Solo una joven, divertida y alegre, que vivía en la tierra con su madre, hermanos y padrastro, quien no la dejaba vivir tranquila como una mujer libre, la despojan de su pueblo y sus amigos a una ciudad lejana, apenas comienza a adaptarse y queda varada accidentalmente en un mundo lleno de criaturas míticas de cuentos, donde descubre que ella es como ellos, vive todo tipo de aventuras, y desgracias también, ve morir Faerys a manos de un intruso y un Daemon infiltrado, se ve obligada a quedarse por una poción de olvido, es secuestrada y apartada de su nueva familia por un dragón que se la llevaba, pero al final se enamora de este y decide dejar todo, esta vez por voluntad, para irse con él y ser felices, pero un monstruo de su pasado que la acecha se la lleva de regreso a la tierra, le borra de su mente quien era y la convierte en algo diferente, algo que sufrirá mucho con las desgracias humanas, una maquina de matar y hecha para obedecer las órdenes de su jefe, los azares del destino la regresarían a esa tierra mágica y logra escaparse de su nuevo secuestrador, con quien pasó siete años cautiva, forma una nueva vida a ciegas, se enamora de quien no sabía que era el que la había secuestrado en primer lugar, intenta recuperar sus recuerdos y muere en su misión, ¿qué pecados tenía ella como para merecer todo eso? Lance se hacía esa pregunta a cada segundo, no era justo. Le molestaba pensar en la ultima vez que se vieron en persona antes de que todo esto ocurriera, se habían peleado porque ella quería ir a la misión y él no quería dejarla ir, "debí haberla acompañado a pesar de su terquedad", pensaba, se arrepentía de que el ultimo beso que se dieron fuera con enojo, con brusquedad para despedirse de un viaje que los había hecho discutir, se arrepentía tanto...
Adalric estaba cerca, mirando al dragón
-Piérdete, quiero estar solo- le dijo con dureza
Pero el silfo no se fue, al contrario, se acercó lo suficiente como para que Lance lo escuchara
-Cuando mueren, las almas no se pierden, se unen a los bosques, a las aguas, al viento y a las estrellas, todo lo que ves, y todo lo que fue, son almas, ella... siempre estará dentro de ti
Lance apretó aun más el anillo contra su pecho, jamás pudo decirle quién se lo había dado y por qué, pero al menos pudo pedirle que se casara con él con la piedra de dragón, al menos ella lo había sabido. El dragón se levantó y se giró para ver a Adalric, pero este ya se había ido, estaba solo de nuevo, en esa fría y triste noche.

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Yo te encontraré
General FictionA veces no importa lo que pase entre dos almas, si están destinadas a estar juntas, encontraran su camino para unirse entre sí, encajaran a la perfección a pesar de los obstáculos y el pasado. Lance tiene un odio y resentimiento a Eldarya por lo que...